¿En qué consiste un caucus? De The West Wing a The Good Wife… Iowa es uno de los estados favoritos de las series políticas, a continuación algunos ejemplos para entender mejor la presidencia de la Unión Americana.
Por Miriam Lagoa Vidal
Ciudad de México, 7 de febrero (SinEmbargo/ElDiario.es).- En Iowa arrancaron esta semana uno de los periodos políticos que más inspira a los guionistas especializados de Estados Unidos, o incluso que más le da la razón si hablamos de adelantarse a la actualidad informativa. Aunque los candidatos a convertirse en el sucesor de Obama llevan varios meses de campaña, declaraciones cruzadas y polémicas, la carrera hacia la Casa Blanca ha arrancado de forma oficial con los tradicionales y casi siempre reveladores caucus de Iowa.
Un estado de Medio Oeste que disfruta de sus quince minutos de fama, hace bandera de su quintaesencia estadounidense y la singularidad de su sistema de elección durante periodo electoral. Con las elecciones primarias no hay mucho misterio pero cuando hablamos de caucus la cosa se complica un poco y no son pocas las series que les han dedicado por lo menos uno de sus capítulos.
THE GOOD WIFE
Ha sido la última serie en dedicarle un episodio al estado que tiene por lema “Apreciamos nuestras libertades y mantendremos nuestros derechos” y se denomina “Ojo de Halcón”.
Antes de que los parones invernales dictaminaran otra cosa, la cadena CBS tenía previsto hacer coincidir las primarias del estado con el capítulo en el que Peter Florrick debía batirse por primera vez con Hillary Clinton por la nominación del partido demócrata. Iowa (7×11) es un capítulo de The Good Wife marcado por las consecuencias que tiene en Alicia la revelación de Eli Gold sobre aquel famoso mensaje de voz de Will de hace cuatro temporadas y por los esfuerzos de Peter Florrick y su equipo por no quedar descolgado en la primera cita. Uno de los grandes momentos del capítulo es cuando Ruth Eastman explica en qué consiste exactamente un caucus (demócrata).
HOUSE OF CARDS
En la tercera temporada, Frank Underwood ya es Presidente estadounidense, por renuncia del anterior no por victoria en las urnas, pero por supuesto no tiene asegurada la nominación demócrata para seguir intrigando desde el Despacho Oval. Como en The Good Wife, el foco no está en el enfrentamiento con su oponente política sino en el recrudecimiento de la crisis del matrimonio Underwood.
La jugada maestra de Frank y su venganza personal y política contra todos los que se cruzaron en su camino no hubiera sido posible sin Claire pero ahora es ella la que va camino de convertirse en su peor enemigo. La cuarta temporada se presenta apasionante y con el enemigo que Frank nunca hubiera querido tener.
THE WEST WING
Es quizá la serie de la que más se puede seguir aprendiendo sobre la política estadounidense. Desde cómo funciona el Congreso y el Senado, los entresijos de un debate presidencial televisado y por supuesto cómo se pone en marcha el proceso de primarias, la nominación de cada partido y la carrera hacia la Casa Blanca.
El capítulo que le dedicó The West Wing a Iowa demostró que no hace falta ganar el caucus para convertirse luego en presidente, como le paso a Matthew Santos, pero realmente en lo que se centra la historia son las tensiones que viven dentro del equipo del candidato y este capítulo en particular en uno de los momentos más importantes en la relación entre Josh y Donna. Y es que ya lo contaban en la serie, ocho años al lado de un candidato parecen una vida entera.
VEEP
Selina Meyer es otro de los políticos de ficción que no necesitó unas elecciones para sentarse en el sillón presidencial de la Casa Blanca. Vía renuncia de su predecesor llegó a Presidenta, sin que nadie hubiera cambiado de parecer sobre sus capacidades para el puesto.
En la tercera temporada tuvo la oportunidad de demostrar que estaban equivocados, pero como siempre pasa en Veep, pasó lo contario pero Selina siguió como presidenta de EU. Iowa se convierte en una nueva parada en la cadena de embrollos de la protagonista y su equipo cuando acude a una firma de ejemplares de su autobiografía y vuelve a demostrar que las miserias de la política estadounidense actuales no solo están en House of Cards.
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