Super Bowl: Gula, dinero a raudales y mucha publicidad en un evento histórico

07/02/2016 - 12:00 am

Un derroche de dinero, comida y bebida es lo que caracteriza al Super Bowl, un evento en el que los comerciales se siguen tan de cerca como las jugadas sobre el terreno de juego. ¿Cuánto gastan todos los involucrados en la gran fiesta del futbol americano?

El Super Bowl es mucho más que la máxima fiesta del futbol americano profesional. Foto: AP
El Super Bowl es mucho más que la máxima fiesta del futbol americano profesional. Foto: AP

Ciudad de México, 7 de febrero (SinEmbargo).– En el magno evento de la televisión estadounidense el dinero circula como en un parque de diversiones. Sin embargo, las cantidades que se manejan en el domingo más esperado para los fanáticos del futbol americano superan por mucho las de unos juegos mecánicos.

De entrada, quien tuvo la fortuna de asistir al Levi’s Stadium en San Francisco para ver con sus propios ojos el enfrentamiento entre Panthers y Broncos, tuvo que desembolsar 5 mil 178 dólares (poco más de 95 mil pesos) para conseguir un boleto, de acuerdo con SeatGeek. Tomando en cuenta que se espera un lleno total en el inmueble con capacidad para 68 mil 500 personas, se esperan ganancias de más de 620 millones de dólares tan solo en entradas.

Pero los precios no son los únicos que arrojan cifras asombrosas, también lo es la gula de los espectadores.

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En muchos lugares del mundo puede variar, pero en Estados Unidos es un hecho: el día del Super Bowl, no se come sano. Así, en el “país de las barras y las estrellas” se consumirán en total mil 300 millones de alitas de pollo (3 por ciento más que el año pasado), 14 mil toneladas de frituras (acompañadas de más de 3 millones de kilos de guacamole) y un 80 por ciento más de pizzas que cualquier día normal, según Domino’s.

Las bebidas tampoco se quedan atrás. El grueso de aficionados elige cerveza y de ésta se dispensarán casi mil 202 millones de litros en la unión americana. Juntando todo lo anterior, cada persona que vea el juego en EU ingerirá 2 mil 400 calorías en algo más de tres horas, publicó El Español.

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Estas cifras sólo son parte del que ya es considerado el evento deportivo más costoso en la historia de Estados Unidos y para el que, de acuerdo con CNN, la presencia de los habitantes acaudalados de Silicon Valley influye indudablemente en el alza del precio de los boletos, sobre todo porque es la primera vez que se lleva a cabo en la región después de 31 años.

Pero lo cierto es que la gran mayoría verá el evento desde una pantalla. Sin embargo, a la hora de seguir las acciones de Panthers y Broncos poco importa si se es un televidente asiduo o no; o si no se cuenta, de plano, con una televisión en el hogar.

La televisión oficial será la CBS, canal que ha comprado los derechos de transmisión del Super Bowl 50. Así mismo reservó 11 horas de programación (siete de previa) para dar la mejor cobertura posible de la final, en la que aprovechará para estrenar un sistema de repetición de 360 grados. Todo, con el objetivo de que no se les escape ningún detalle.

Sin embargo, más allá de las acciones del juego que enfrentó a las escuadras de Carolina y Denver, los espectadores tampoco despegaron su vista de la publicidad que apareció después de cada entrega de balón o tiempo fuera.

No es habitual que un evento rivalice con sus comerciales. No obstante, en el caso del Super Bowl, los televidentes no sólo valoran los anuncios tanto como el juego, sino que ya los consideran inseparables.

Los anunciantes, por supuesto, lo saben.

COMERCIALES MILLONARIOS

Incluso en una era de medios fragmentados en el que cada vez más personas se abstienen de la televisión tradicional a favor del streaming digital, las grandes marcas ven más que nunca valor en un anuncio de Super Bowl.

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De acuerdo con AdAge, este año los anunciantes gastaron 377 millones de dólares (alrededor de 7 mil millones de pesos) para aparecer al aire durante la final de la NFL, lo que representa más de 229 millones de dólares (más de 4 mil millones de pesos) gastados en anuncios durante las décadas de los sesenta, setenta y ochenta combinadas.

La liga de futbol americano profesional es un gran foco de inversiones para todos aquellos que quieren hacer lucir sus productos y servicios en ella y esto no es nuevo. Hasta la fecha, los anunciantes han gastado 4.5 billones de dólares (5.9 billones, ajustado a la inflación), incluyendo el número récord de este año.

No es ningún secreto que el “juego detrás del juego” es la batalla por el primer lugar de anuncios excitantes que tanto caracterizan a la barra de comerciales del juego más visto del año. De esta manera, cada anuncio se convierte en un espectáculo creado especialmente para aparecer en los abundantes intermedios que plagan al Super Bowl, los cuales serán “vistos por tus consumidores y también tus accionistas”, dice Ken Wheaton, editor de la principal fuente mundial de noticias, inteligencia y marketing de comunidades de medios.

Se podría pensar que con el auge de las redes sociales y con muchas empresas optando por lanzar su anuncio temprano en YouTube, el valor de uno de estos, al transmitirse durante el juego, se desvanece. Pero para las principales marcas los espectadores están tan acostumbrados a ver cada año los comerciales de Budweiser, Pepsi (patrocinador principal del espectáculo de medio tiempo) o fabricantes de automóviles, por ejemplo, que para ellas su reputación se pone en juego al estar ausentes de los comerciales.

Por supuesto la cantidad de televidentes no es despreciable y, mientras que el año pasado 118.5 millones de personas se reunieron para ver la final entre Seahawks y Patriots, este año no se espera que dicho número disminuya, sobre todo si además del juego hay un aparador de anuncios qu acaparen la atención de los televidentes.

Wheaton espera que los anuncios regresen de nuevo a un tono humorístico de este año, después de una racha de comercialización desgarradora. “En los últimos años hemos tenido algunos anuncios serios y emocionales emocionales, algunos un poco sermoneadores”, dice, “pero cuando todo el mundo lo hace, pierde impacto. Así que creo que vamos a ver un movimiento en este año de nuevo a una tarifa más alegre.”

El costo de un anuncio de Super Bowl asciende sin parar después de un par de caídas en 2007 y 2010. Sin embargo, desde hace seis años todo han sido mejoras. Ahora un spot de 30 segundos ronda los 5 millones de dólares. Por ese precio, los anunciantes no sólo reciben su “momento” en vivo por primera vez, sino que sus anuncios viven en línea, de forma gratuita, para cualquier persona que no se encuentre delante de un televisor. Es una forma en la que la CBS ha tratado de aportar un valor añadido al gran gasto que implica para los anunciantes y que le representará a la cadena televisiva una ganancia estimada de 350 millones de dólares.

Así, aunque al espectador promedio no le importan los números o cuánto desembolsó su marca favorita, para todo aquel que quiera hacerse de un lugar en la gran final de la NFL los cuatro cuartos del Super Bowl siguen siendo el lugar en donde se debe estar, sobre todo si se trata de una nueva marca que busca colocarse en el mapa. Cosa que ocurrirá si hacen las cosas de acuerdo con el manual no escrito de mercadotecnia en el “súper domingo”.

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