ENTREVISTA | The MatchMakers, las citas (rápidas) todavía están de moda

07/05/2017 - 12:02 am

En esta agencia para conectar personas, dicen tener a Cupido en la nómina. No discriminan, pues en sus fiestas puede participar gente desde los 18 hasta los 75 años y si no sale conociendo al amor de tu vida, mínimo a un buen amigo, próximo socio de negocios o quien terminará presentando a la persona que buscabas. Platicamos con la directora de The MatchMakers, sobre cómo funciona, la importancia de verse cara a cara y los casos de éxito.

Ciudad de México, 7 de mayo (SinEmbargo).– En tiempos en los que con un click basta para despegar todo un catálogo de personas disponibles alrededor, una agencia mexicana se atreve a regresar a lo básico, los encuentros cara a cara, directos y seguros: The MatchMakers.

“Es una agencia de citas rápidas, o sea de matchmaking, es decir, un circuito de citas de siete minutos. Los participantes en un par de horas pueden conocer entre 15 posibles parejas, amigos, socios o lo que salga. Justo la premisa de The MatchMakers es hacer conexiones reales y significativas con encuentros en persona”, dice Marién Ferré, directora de la agencia a Magazine.

Lo único que se tiene que hacer es contactarlos a través de mensaje directo por su página de Facebook, solicitar información y ellos se encargan de dar un seguimiento personalizado a cada caso y comparten las fechas de los próximos eventos.

“Nosotros lanzamos las convocatorias en la página, generalmente está sesgada por la edad o luego hacemos eventos temáticos, puede ser que sea un matchmaking gay de hombres o gay de mujeres o que sea de extranjeros y mexicanas o extranjeras y mexicanos, o abierto, pero de cierta edad. A partir de eso, la gente ve la convocatoria en nuestro evento de Facebook o en la página web y nos escribe, la comunicación es a fuerza por esta vía porque la utilizamos como una herramienta para ver quién es la persona, qué intereses tiene y ver si es conveniente enviarlo a un evento o a otro”, dice Ferré.

Por ejemplo, el próximo encuentro será el 1 de junio, para hombres de 43 a 53 años y mujeres de 37 a 47 años. Generalmente tratan de que en fiestas heterosexuales haya entre 15 y 30 personas y al final el evento dura entre dos y tres horas.

“Hay de todo, hemos hecho fiestas que llamamos ‘de millennials’ porque era desde los 20 años y hace algunas semanas tuvimos un evento para mayores de 50, tuvimos gente hasta de 75 años, entonces podemos decir que abarcamos desde los 18 hasta los 75, tienen que ser mayores de edad porque nuestros eventos se hacen en un bar privado que incluye que puedan beber, pero en The MatchMakers justo creemos que podemos conectar a todo tipo de personas y de cualquier edad”, continúa la entrevistada.

Foto: Facebook (TheMatchmakers)

LA VUELTA AL CONTACTO HUMANO

En tiempos de Tinder, Grindr, Happn y este tipo de aplicaciones para conectar personas, ¿por qué regresar al matchmaking como algo novedoso? Marién Ferré, nos responde.

“Son tres cosas: la mayoría de los encuentros que se hacen en las redes, se quedan atrás de la pantalla. A la gente, por inseguridad o falta de tiempo, no se le da encontrarse en persona.

Después, supongamos que vamos a conocer a alguien de Tinder y vamos a tomar un café o cenar con él o ella, tendríamos que aportarle un par de nuestras horas y si no nos gusta, pues ya ni modo, nos tenemos que fregar dos horas con una persona.

La otra es la cuestión de la inseguridad, nunca sabes bien con quién estás hablando y aunque queden en un lugar público siempre está la cosquillita de que nos suceda algo.

Entonces The Matchmakers funciona justo como un intermediario, nosotros ponemos un lugar divertido y seguro, con participantes en vivo y a todo color, nos sacamos esa idea de que alguien llega y no era el de la foto o no se parece o puso una de hace 10 años. Y la química no miente, creemos que esa es una de nuestras ventajas competitivas, estos encuentros de personas en vivo incluyen la química”.

Y esta química no sólo tiene que ser romántica, pues la tirada de la empresa va sobre todo a expandir círculos sociales, independientemente de si terminan o no en el altar o en la cama.

“Tenemos una pareja casada, que acaban de ser papás; otra pareja que se casa en octubre; parejas viviendo juntas o en una relación también hay varias, pero creo que sobre todo hay muchísima oportunidad de networking y de ampliar el círculo. Al final es lo que nos interesa, que salga lo que tenga que salir, porque que no salgamos emparejados para casarnos no significa que el encuentro haya sido un fracaso, puede salir algo de trabajo o esa persona puede presentarnos a alguien más”, finaliza Marién.

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