La educación pública libanesa tendrá el reto de integrar a medio millón de sirios

07/10/2015 - 2:13 am

Beirut, 7 oct (EFE).- Integrar a 500.000 menores sirios en la educación pública es uno de los grandes retos del Líbano, ya que no basta con ofrecerles enseñanza gratuita sino también resolver las dificultades inherentes a su condición de refugiados, advirtió hoy la representante de Unicef Tanya Chapuisat.

En una entrevista a Efe, Chapuisat explicó la ingente tarea que tienen por delante las autoridades libanesas y su organización, el Fondo para la Infancia de la ONU (Unicef).

Gracias al programa Vuelta a la escuela, en el que también colabora la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), el sistema libanés de colegios públicos acoge este año en primaria a 200.000 sirios de los 500.000 en edad escolar, una cifra que casi dobla a la del año anterior, de 106.000.

“La ventaja de acudir a una escuela libanesa es que obtendrán un diploma que les valdrá tanto aquí como en Siria si algún día regresan”, señaló Chapuisat.

La iniciativa contempla tasas y material escolar gratuito, aunque no incluye el transporte, “porque es extremadamente caro”.

Pese a estas facilidades, las complicaciones son innumerables en un país con el mayor número de refugiados per cápita del mundo: un sirio por cada cuatro libaneses.

La responsable de Unicef precisó que en los colegios hay dos turnos, en el primero hay alumnos sirios y libaneses, mientras que el segundo está casi exclusivamente copado por los refugiados.

“En las clases (del primer turno) hay mitad y mitad de niños sirios y libaneses. Aun así, el Ministerio de Educación (libanés) va a eliminar este requisito esta semana, con lo que en una clase podrá haber, por ejemplo, treinta sirios y diez libaneses”, indicó.

Una de las labores pendientes es “trabajar en la calidad” de la enseñanza en el segundo turno, donde sobre todo van sirios.

Aunque se han contratado a algunos profesores para responder a las necesidades de los nuevos estudiantes, en la mayoría de los casos se está pagando un sueldo extra a los docentes habituales de los colegios para que aumenten sus horas de trabajo.

El programa de estudios es el mismo para todos, “lo que supone una dificultad no solo por el contenido, sino también porque en el Líbano se enseña en inglés y francés, con lo que los niños sirios se hallan en desventaja, ya que tienen que aprender esos dos idiomas”, agregó Chapuisat.

A su juicio, esto no supone un problema para los más pequeños “porque se adaptan rápido”, pero sí puede serlo para los mayores.

En ese sentido, la representante de Unicef apuntó que lo ideal sería crear un proyecto “masivo” de enseñanza de idiomas: “No solo se necesita que los niños hablen inglés y francés, también los padres para que puedan ayudar a sus hijos a hacer los deberes”.

Son innumerables los desafíos a los que tiene que hacer frente el Líbano para garantizar la educación a los sirios, pero, en opinión de Chapuisat, si hay un asunto vital que impide su inserción es la falta de documentos de residencia de sus padres.

Esa carencia “hace que los padres no se sientan seguros para moverse por el país y, en consecuencia, manden a sus hijos a trabajar en lugar de ir ellos, con lo que los niños no van a la escuela, y encima están trabajando”, lamentó.

Otros temas que preocupan a la responsable internacional son la seguridad de los menores en su traslado de los asentamientos informales de refugiados (en el Líbano no hay campamentos oficiales) a la escuela, y ya dentro de ella “la creación de un sistema de vigilancia contra la violencia”.

La situación en el Líbano difiere de la de otros países, como Jordania y Turquía, donde los refugiados reciben la misma educación que en Siria en los propios campamentos donde residen.

“Aquí fue decisión del propio país integrar a los niños en el sistema de educación pública, es el mismo modelo que se aplicaría en Europa con los refugiados, donde se espera que sean aceptados en el sistema educativo nacional”, consideró Chapuisat.

La diferencia es que en el Líbano el número de sirios es mucho más grande que en cualquier Estado europeo.

“Literalmente aquí estamos doblando la cifra de niños en la escuela pública, cuando en un país europeo su porcentaje va a ser de un 1 por ciento”, comentó.

Por el momento, Chapuisat remarca que para este año se dispone de financiación para insertar a 200.000 sirios en el sistema público libanés, “pero esto es un proceso que puede durar cinco o diez años, es una gran cuestión cómo vamos a construirlo y planearlo”

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