Madrid, 7 oct (dpa) – Dos años después del peor accidente ferroviario del último medio siglo en España, el juez cerró hoy la instrucción con un solo acusado: el maquinista del tren que el 24 de julio de 2013 descarriló antes de entrar en la estación de Santiago de Compostela, dejando 79 muertos y casi 150 heridos.
La decisión del instructor, el segundo que ha tenido el caso, provocó controversia en el país al no contemplar como presuntos responsables de la tragedia a altos cargos y responsables del gestor público de infraestructuras ferroviarias, Adif. Las víctimas anunciaron que recurrirán y pedirán que sean también acusados.
El maquinista Francisco José Garzón está imputado por 79 delitos de homicidio por imprudencia y 144 de lesiones.
El tren que conducía entre Madrid y Ferrol descarriló en una curva muy cerrada. Iba a más de 190 kilómetros por hora en un tramo limitado a 80, según admitió él mismo. Un “despiste” -una llamada del revisor en su móvil- le hizo no saber exactamente dónde estaba, superando el límite permitido.
El primer instructor del caso imputó en dos ocasiones a altos cargos y responsables de Adif por falta de las medidas necesarias de seguridad en el tramo y deficiencias de las existentes. Sin embargo, una instancia superior los desimputó posteriormente.
El exceso de velocidad fue “la causa directa, inmediata, y que decididamente ha desencadenado el desgraciado accidente”, señala ahora el segundo juez instructor. La responsabilidad de ese exceso de velocidad está “en exclusiva en la imprudencia del maquinista”.