LA SOCIEDAD SIN LA IZQUIERDA

07/11/2014 - 12:00 am

La izquierda mexicana está huérfana, dicen activistas y expertos, y hace mucho que dejó de representar los intereses de la gente común. Así es como en el país no hay partidos que representen las demandas ni los anhelos del pueblo que sale a las calles a marchar y a manifestarse, sostienen.

El caso de los 43 normalistas desaparecidos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, en Guerrero, desató la furia y el hartazgo de distintos sectores de la población. Maestros, jóvenes, clérigos, defensores de derechos humanos, estudiantes tomaron las calles sin los que tradicionalmente los acompañaban: los políticos de izquierda.

El PRD defendió lo indefendible y partidos como el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) se sumaron a la exigencia ciudadana casi un mes después de los hechos.

“¿Dónde está la izquierda?”, se preguntó Alejandro Solalinde, activista por los derechos de los migrantes, mientras que los padres de los estudiantes desaparecidos hace más de 40 días afirman: “No creemos en ningún partido”.

Cuauhtémoc Cárdenas durante la marcha sobre el caso de normalistas asesinados y desaparecidos. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo.
Cuauhtémoc Cárdenas durante la marcha del 8 de octubre para protestar por el caso de normalistas asesinados y desaparecidos del pasado 8 de octubre, donde fue agredido. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo.

Ciudad de México, 7 de noviembre (SinEmbargo).– El sábado 18 de octubre, el mismo día que los perredistas rechazaron pedir la renuncia al Gobernador con licencia de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, también se negaron a participar en las protestas por el asesinato y desaparición de normalistas de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa. La decisión fue casi unánime: ¿Para qué saldría el Partido de la Revolución Democrática (PRD) a exponerse a una agresión, como la ocurrida al líder moral del instituto político, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano [10 días antes]?, cuestionaron algunos.

Los abucheos y la agresión a Cárdenas del pasado 8 de octubre en el Zócalo capitalino, durante una protesta por los normalistas desaparecidos, cimbró a los perredistas y, casi a un mes de lo sucedido, tocó el turno al ex presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano Grijalva, quien acudió a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y fue increpado por un grupo de estudiantes que lo llamó asesino.

“Yo quiero preguntar a las izquierdas: ¿Dónde están las izquierdas si tenemos un campo olvidado, abandonado? ¿Dónde están las izquierdas si tenemos olvidados a los trabajadores explotados? ¿Dónde están las izquierdas si tenemos a nuestros indígenas olvidados? ¿Dónde están las izquierdas que no han logrado una alerta de género en ningún estado donde gobiernan? ¿Dónde están las izquierdas que han permitido estas masacres, represiones sistemáticas contra los jóvenes, contra los estudiantes? ¿Dónde están las izquierdas a la hora de la hora en el poder legislativo cuando se trata de aprobar leyes nomás por línea, espero no sea por conveniencia económica. ¿Dónde están?”, cuestiona el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, activista por los derechos de los migrantes.

Para Solalinde, lo que sucedió en los últimos dos meses con el rechazo de la población hacia el PRD es un ejemplo del hartazgo hacia todos los partidos. Pero es una respuesta al fracaso de una fuerza política que se declara de izquierda.

“Hoy hay una gama tremenda de izquierdas, habría que ver si realmente son izquierdas o son derechas disfrazas de izquierda, porque les importan más sus partidos. No son antisistémicos como dicen, se acomodan al dinerito, al hueso, a los puestos políticos. No son inductivos, solidarios con la gente. Finalmente las izquierdas son copulares, pactistas, porque son supuestamente de izquierda, pero no están representando los intereses de abajo, de la gente, están en la esfera del poder, no están en la lucha de abajo. Esas personas que no se digan de izquierda”, dijo Solalinde.

Manuel Martínez, vocero de los papás de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa y tío de uno de ellos, aseguró que ni la izquierda ni ningún otro partido representan los intereses de la población más vulnerada.

Los políticos, agregó, perdieron la confianza del pueblo: el robo, la colusión con el crimen organizado golpeó a las poblaciones más pobres de Guerrero y del resto del país.

“Ya no tienen sentido. Llega el momento que la gente honesta, la que trabaja, explota y toma justicia por su mano. La gente no quiere saber nada de esos corruptos, queremos que desaparezcan ese tipo de poderosos”, agrega.

Virgilio Bravo Peralta, director del Centro de Negociación, Mediación, Conciliación y Arbitraje (CENCA) del Instituto Internacional de Estudios de Derecho y Jurisprudencia (IIEDJ), explicó que realmente en México, la izquierda no ha encontrado de manera permanente un espacio institucional que la represente.

“En un momento fue el PRD, veamos lo que es ahora. En el camino esa izquierda social no encontró respuestas, fue desilusionándose de esos liderazgos. El PRD entró en una lógica de ganar elecciones, aliancista  para llegar al poder a costa de lo que fuera; de la ética, honestidad, transparencia, se fue involucrando con personas de dudosa procedencia; primero con esos políticos chapulines que brincan de un partido a otro, luego con el narco”, indicó.

El experto detalló algo más: todos los partidos de izquierda en México están desgastados.

“Su mejor momento fue cuando estuvieron unidos bajo un solo instituto, pero por su misma naturaleza de revanchismo, oportunismo político, están pulverizados y fraccionados. La izquierda no representa una alternativa al ejercicios del poder público, una alternativa electoral. México necesita partidos fuertes, y no queda otro camino que regresar y refundar”, dijo.

Gustavo de la Rosa Hickerson, activista de izquierda en Ciudad Juárez, Chihuahua, y ex primer visitador de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos hizo un comparativo: en 1968 el Partido Popular Socialista (PPS) era un “vómito” para los jóvenes. Hoy, en 2014, el PRD “es un vómito para muchos”.

“En todas las intervenciones que van a tener los políticos, miden si les conviene o no les conviene. El acto más vergonzoso es el apoyo que le brindó el PRD a Ángel Aguirre. No les interesó para nada los derechos humanos y ciudadanos. Finalmente llegan al poder, y no es que se les olvide por qué luchaban: empiezan a darse cuenta que el poder es sabroso”, dijo el activista.

Para los jóvenes que abanderan #YoSoy132, estas fuerzas políticas sólo se acercan a ellos para utilizarlos. Por ello, indicó Jessica Santamaría Ortiz, se marcó una raya con los partidos políticos.

“Morena, el PRD, la parte de izquierda, todos nos están buscando porque saben que son votos a favor de ellos. Pero todos nos utilizan. Nos ven como títeres que puedan jalar. Los partidos de izquierda no representan los intereses de la población. El PRD, por ejemplo, entregó todo en el Pacto por México a las instituciones”, explicó.

Carlo Brito, activista que formó parte del Movimiento #YoSoy132, dijo que los partidos políticos de izquierda se perciben como parte del problema que aqueja al país. “Los partidos de izquierda han abandonado sus principios. Figuras morales como Cárdenas [Cuauhtémoc] se han descartado, han dejado de serlo y son depositarios de las frustraciones legitimas de lo que estamos viendo”.

La confrontación de los jóvenes con los partidos, incluyendo los de izquierda, cada vez se torna más violenta y la percepción es clara: esa oposición sólo lucra, sin construir mejores gobiernos, ni legislaciones. “He escuchado en algunos jóvenes del PRD, que han tenido serios debates sobre las razones por las cuales los movimientos sociales no han migrado hacia ellos y ni a Morena. Se están preguntando por qué”, expresó.

Ahora, se cuestion a un partido de izquierda que en sus inicios llegó a representar los intereses de los ciudadanos: fueron perredistas los que desaparecieron, los que fueron torturados, los presos políticos, los incómodos para el gobierno y fue un perredista, el ex Alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, quien presuntamente mandó desaparecer, hace un mes, a 43 jóvenes estudiantes.

Alejandro Sánchez Camacho, Diputado federal y ex secretario general del PRD, reconoció la “tremenda crisis” que vive el PRD, un partido al cual él pertenece, pero que perdió acercamiento con su origen, con la comunidad y el territorio, afirma.

“Ya las malas amistades: tenemos que reconocer que tocó a las puertas del PRD el crimen organizado, antes hablábamos del PRI [Partido Revolucionario Institucional] y del PAN [Partido Acción Nacional], ahora hablamos del PRD, donde compañeras y compañeros se les hizo fácil, de manera equivocada, tener ingresos económicos para hacer una campaña ostentosa de esa forma. Hay una crisis profunda, estamos en alerta máxima y no hemos logrado tener claridad de los alcances que tendrá esto de Iguala, no sabemos hasta dónde llega esa relación de las empresas que le daban servicio al gobierno, hasta el momento hay hipótesis sobre posibles vínculos con una de las expresiones en el partido, como Nueva Izquierda [Los Chuchos] y entonces, cuando uno piensa que ya habría un alto, esto se profundiza más”, dijo.

Sánchez Camacho agregó que es “natural” que la población rechace al partido, como lo está haciendo, debido a que hay una pérdida de confianza.

“Somos un instituto; sin embargo no todos en el PRD somos así, pero esa pérdida de confianza, el desaliento, el desánimo y ese sentimiento de ira hacia nuestro partido, es natural. La gente no alcanza a visualizar que en el PRD hay muchas expresiones, la gente lo ve como un todo”, explicó.

LA IZQUIERDA QUE ABANDONA CAUSAS

El Gobernador con licencia de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero y el dirgente del PRD, Carlos Navarrete. Foto: Cuartoscuro
El Gobernador con licencia de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero y el dirgente del PRD, Carlos Navarrete. Foto: Cuartoscuro

Los partidos de izquierda, como indicó Alejandro Solalinde, abandonaron las causas de la población más vulnerable. Casos hay muchos, uno de ellos es la muerte de 49 niños en una guardería de Hermosillo, Sonora.

Ofelia Vázquez Ruelas, mamá del niño Germán Paul León, muerto en el incendio de la Guardería ABC, el 5 de junio de 2009, aseguró que en 2012 los padres de las víctimas les solicitaron audiencia a Josefina Vázquez Mota, candidata del Partido Acción Nacional (PAN) a la Presidencia de la República, a Andrés Manuel López Obrador, candidato de las izquierdas y a Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), abanderar el caso donde murieron 49 niños, pero fueron ignorados.

“Se les pidió a todos los candidatos, hicimos un llamado en un periódico de mucha circulación del Distrito Federal, el único que contestó fue [el Presidente] Peña Nieto, que vino y nos vio en Ciudad Obregón, pero nomás a prometer, porque no cumplió, es el día que ni siquiera nos recibe para una audiencia”, detalló.

Ofelia explicó que el caso de sus hijos es tan escabroso para los partidos políticos, incluyendo los de izquierda, que nadie ha tomado la bandera para defender la justicia para aquellos niños.

“Es tan escabroso para ellos, que nadie ha tomado esa batuta para llevar la bandera, porque tiene tintes políticos. Nuestros hijos murieron a consecuencia de los políticos”, recalcó.

La mujer prosiguió: “Los partidos políticos de izquierda, ahora me atrevo a comentar que ellos toman la decisión de qué temas y qué asuntos de la comunidad quieren tomar, a su conveniencia, el caso de la Guardería ABC, nadie lo quiso tomar”

Hace unos días, un grupo de mamás y papás de los niños fallecidos hicieron un plantón en Los Pinos y en el Zócalo para exigirle a Peña Nieto que los recibiera y cumpliera su palabra de hacer justicia. Ningún partido de izquierda se acercó.

El partido de izquierda que se define a sí mismo como “la única y verdadera oposición al régimen” y que abandera Andrés Manuel López Obrador, se quedó corto en torno al caso Ayotzinapa, pues salió un mes después a exigir justicia en un evento masivo, dijo Gustavo de la Rosa.

“Morena me tiene sorprendido, no ha sido capaz de responder con rabia, con coraje, con ira frente a todas estas atrocidades. Para mi es lamentable que no haya soltado los perros como dicen, suelta los perros contra el enemigo, los perros ideológicos, argumentativos, me tiene impresionado. Yo pienso que los partidos de izquierda son adictos al poder y eso, los convierte en corruptos. A todo le miden el ganar o perder”, agregó.

El tabasqueño López Obrador hizo algunos pronunciamientos sobre los normalistas durante las giras que realizó en el país. Convocó hace semanas, antes de que sucediera la tragedia de Iguala, a un mitin en el Zócalo el domingo 26 de octubre para manifestarse en contra de la Reforma Energética y el día del mitin lo dedicó a los normalistas desaparecidos y a la exigencia de justicia.

“Puede que quede como el único partido de izquierda que alzó la voz por los chavos, pero también puede generar la sensación de oportunismo, se lanzan a la calle defendiendo a los de Ayotzinapa, cuando se dieron cuenta de que iban a tomar ganancias políticas, exhiben sus cartas cuando se dan cuenta que la siguiente les puede beneficiar”, detalló Gustavo de la Rosa.

EL CASO EN EL DF

Perredistas en lucha contra la privatización del petróleo. Foto: Cuartoscuro
Perredistas en lucha contra la privatización del petróleo. Foto: Cuartoscuro

La Ciudad de México en los últimos dos años es otro ejemplo: el partido de izquierda que gobierna la ciudad más grande del país, el Distrito Federal, la urbe que en 1997 conquistó Cárdenas Solórzano y que ahora gobierna Miguel Ángel Mancera Espinosa, un político que no milita en el PRD, se caracterizó por el enfrentamiento constante con los jóvenes.

Además de las acusaciones que pesan sobre su gobierno por la represión de una de las marchas más emblemáticas para la juventud y la izquierda mexicana –la del 2 de octubre–, a mediados de este año el Jefe de Gobierno Mancera envió a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), una iniciativa que planteó una reforma a la Ley de Cultura Cívica para multar y encarcelar a quienes se salten las barras del Metro en protesta por el alza al precio del boleto.

Mancera propuso sanciones para los vendedores ambulantes del transporte público como el Sistema Colectivo Metro y multas de 21 a 40 días de salario mínimo o arresto de 25 a 36 horas, a quien viaje sin pagar su pasaje.

“El pretexto es el no pago del transporte, pero el verdadero objetivo es criminalizar la protesta, tampoco es ir contra los ambulantes, acallar la protesta es lo que se pretende y en este sentido se viola el derecho humano a la libertad de expresión”, dijo Francisco Cerezo, coordinador del Comité Cerezo México.

El movimiento #PosMeSalto se popularizó el año pasado como una protesta en contra del alza de dos pesos en la tarifa del transporte, que el gobierno capitalino, simplemente no toleró.

Francisco Cerezo explicó que hay una tendencia en el gobierno de Mancera por inhibir la manifestación de los capitalinos a través de distintos mecanismos, como las detenciones masivas y arbitrarias, así como las nuevas leyes que se promueven en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

El activista reflexionó sobre la injerencia de los partidos de izquierda en los movimientos sociales, que como el gobierno de Mancera, sólo interviene para utilizarlos y sacar provecho de ellos.

“La gente se está dando cuenta de que no son una alternativa real, sino un negocio familiar o de un grupo que beneficia solamente a ellos. Quien aleja a la gente es el actuar de los partidos, que no están a favor de las necesidades reales de la gente”, expresó.

Para Francisco Cerezo hoy no existe en México un partido que represente los anhelos de los mexicanos de izquierda y para perredistas como Sánchez Camacho o analistas políticos como Virgilio Bravo, llegó la hora de una recomposición.

“El PRD necesita un giro de 160 grados. Retomar sus orígenes, mantener la gestión social, formar cuadros, cerrar la puerta a la infiltración del narcotráfico”, dijo Sánchez Camacho.

Virgilio Bravo aseguró, que los partidos de izquierda no tienen una oportunidad real de reconstruirse si siguen desunidos.

“Se tiene que refundar la izquierda, tienen que reconciliarse, sumar y no seguir restando. Sumar y no seguir restando. Lo que el está pasando al PRD con Cárdenas y Zambrano, lo vamos a seguir viendo, desafortunadamente para ellos, porque van a sufrir en carne propia el escarnio público de las malas decisiones que tomaron”, indicó.

Para Solalinde llegó la hora de la población vulnerada durante muchos años. Del México abandonado por derechas e izquierdas.

“Nos queda organizarnos. Ya no vamos a pedir limosnas, ya se cayeron los mitos de que tenemos un gobierno que se preocupa por nosotros. El gobierno no sólo no se preocupa, sino que nos ataca, masacra y hace uso ilegal de las instituciones”.

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