A pesar de que la administración federal ejecutó medidas que redujeron la dependencia de los ingresos petroleros de 32 a 19 por ciento, fue inevitable que los resultados de Pemex no impactaran de manera negativa el estado de las finanzas públicas del país.
Por Mayra Martínez Medina
Ciudad de México, 8 de febrero (SinEmbargo/EconomíaHoy).– José Antonio González Anaya llega a la dirección general de Petróleos Mexicanos para sustituir a Emilio Lozoya Austin en un contexto en que el Consejo de Administración evalúa recortes a su plan de inversión y gasto corriente así como una inyección de capital para garantizar su supervivencia mientras la producción está de capa caída.
Así González Anaya enfrentará el reto de evitar una caída mayor en la plataforma de producción que en 2015 descendió de 2.4 millones de barriles a 2.24 millones de barriles al día, lo cual representó una disminución de 5.8 por ciento en un año. La producción de 2015, que no parece que vaya a subir mucho en 2016, es la menor registrada por la firma productora en, al menos, 35 años.
En 1981, durante una de las mayores crisis petroleras del mundo, la producción de 2.3 millones de barriles diarios que subió hasta los 2.6 millones en 1993. El máximo de producción se registró en 2004 con 3.83 millones de barriles diarios. Entre enero y septiembre de 2015 Pemex acumuló pérdidas por 352,810 millones de pesos y, según los últimos datos publicados, los ingresos por exportaciones han caído en 17 mil millones en 2015 en comparación con 2014.
En días próximos José Antonio González, junto con el resto de los directivos de la empresa, dará a conocer el balance financiero del cuarto trimestre del 2015 en el cual destaca que la mezcla mexicana de exportación cayó 74 por ciento.
A su vez, el mercado estará pendiente de la elevada firmar y del fondo de maniobra negativo que pone a la compañía en una situación de quiebra técnica. No en vano, varias agencias de calificación ha puesto a la firma en revisión negativa (en vías de bajar su nota crediciticia) por elevado pasivo y altos gastos. Situación que González tendrá que lograr revertir con las medidas que el Gobierno ha puesto sobre la mesa, como la mezcla de inversión publico-privada y el ajuste del personal y el gasto en pensiones.
En el transcurso del primer trimestre de este año Petróleos Mexicanos que ahora dirige González Anaya deberá presentar el proyecto de hasta cuánto se ahorrará Pemex con la ejecución de su nuevo régimen de pensiones y es que por cada peso que ahorre la empresa el gobierno federal le reintegrará la misma cantidad.
De igual modo, el nuevo director de la empresa asumirá la dirección en un contexto de precios bajos.
La devaluación del peso de 17 por ciento y la caída del 74 por ciento en el valor de la mezcla mexicana de exportación teñirán de rojo los estados financieros de la empresa productiva del Estado.
Para 2015 Pemex estimó una cotización de 79 dólares por barril, sin embargo el mercado le gastó una mala jugada. Al finalizar el año el oro negro mexicano se vendió en un promedio de 43.29 dólares. Esto es, la canasta de crudos para exportación -maya, olmeca e itsmo- se valuó en 55 por ciento menos.
El exceso de oferta de petróleo y la contracción económica de China presionaron una baja en el mercado petrolero internacional y redujeron el valor de las exportaciones petroleras de Pemex en 2015 a unos 18 mil 528 millones de dólares. Tras el desplome de los precios internacionales, entre 2014 y 2015 Pemex dejó de percibir 17 mil 114 millones de dólares, cifra 52.9 por ciento menor entre un año y otro. Inclusive son los ingresos más bajos en cinco años.
En concreto, y de acuerdo con información de la petrolera, en 2014 el valor de las exportaciones de crudo ascendió a 35 mil 638 millones de dólares. Este monto es equiparable a los 35 mil 985 millones de dólares que ingresó Pemex en 2010, año en que la cotización promedio de la mezcla se ubicó en 72.46 dólares.
CAÍDA DE LA PRODUCCIÓN
La petrolera recortó en 3 por ciento su plataforma de exportación. Los cálculos iniciales apuntaron que colocaría en el mercado internacional 1.172 millones de barriles al día, pero la realidad fue que vendió 1.137 millones de barriles. Este ajuste a la baja fue un efecto reflejo de la caída de 7 por ciento en la plataforma de producción.
La petrolera creyó poder extraer de sus pozos 2.42 millones de barriles al día, pero la declinación de sus pozos, más los ajustes de inversión de menos 70 mil millones de pesos en infraestructura productiva, le permitió sacar del subsuelo 2.26 millones de barriles.
Pese a que la administración federal ejecutó medidas que redujeron la dependencia de los ingresos petroleros de 32 a 19 por ciento, fue inevitable que los resultados de la empresa no impactaran de manera negativa el estado de las Finanzas Públicas del país.
El balance de enero a diciembre de la Secretaría de Hacienda arroja que los ingresos petroleros del sector público le cayeron 32.9 por ciento al pasar de 1.2 billones de pesos (millones de millones) a 841.517 millones de pesos.
Si bien Petróleos Mexicanos presentará los resultados de entre septiembre y diciembre de 2015, el panorama no pinta mejor en lo que va de 2016.
El 8 de enero la mezcla mexicano tocó mínimos de 11 años: su cotización en el mercado fue de 24.11 dólares. El bajón no tocó fondo en este mínimo no visto en décadas. El 20 de enero el oro negro mexicano se desplomó a 18.90 dólares.
El mercado petrolero se burló de los analistas que en 2015 estimaron un mínimo de 20 dólares por barril.
Aunque la cotización de la mezcla regresó a niveles superiores de 20 dólares, el precio está muy atrás de los 50 dólares promedio estimados para este año. Analistas de Grupo Financiero Banorte y Scotiabank estiman que quizá el crudo mexicano alcance un promedio de entre 33 o 35 dólares.