LAS 25 MUJERES QUE NOS INSPIRAN

08/03/2012 - 12:00 am

Luchadoras sociales, empresarias, activistas desde la red, políticas, científicas… estas 25 mujeres mexicanas y extranjeras representan a otras cientos de miles que actualmente trabajan y se destacan por mantener una lucha común en pro de la justicia, la equidad y la libertad para las minorías. Sus historias nos inspiran porque todas son admiradas y se han convertido en ejemplo, incluso desde las condiciones más adversas. Este es un homenaje para ellas y para millones de mujeres que, a diario, hacen la diferencia para lograr cambios, trascender y lograr un mundo mejor.

NORMA ANDRADE (México): Fundadora de “Nuestras Hijas de Regreso a Casa” en Ciudad Juárez, Chihuahua, sufrió un segundo atentado contra su vida, en menos de tres meses, en febrero pasado. Ocurrió en las calles de la colonia CTM-Culhuacán en el Distrito Federal. Fue internada en la Clínica 32 del IMSS, con una lesión de cinco  centímetros en el rostro. La PGJDF abrió una investigación, pero hasta ahora se desconoce el motivo de tal agresión. El mismo infierno lo vivió la tarde del 2 de diciembre, cuando recibió varios impactos al salir de trabajar de la primaria donde era maestra, en Juárez. También fue internada en una clínica del IMSS. Aquella vez, le pidió ayuda al gobernador, César Duarte, para abandonar esa ciudad que hace una década le arrebató a su hija; el mismo territorio donde nació, creció, se convirtió en madre y –por infortunio– en dirigente social. La lucha de Norma empezó el 21 de febrero de 2001, cuando el cuerpo de su primogénita Lilia Alejandra fue encontrado en un lote baldío. En una década de trabajo, su asociación ha brindado acompañamiento a cientos de familiares de mujeres asesinadas y desaparecidas. Otra de sus dirigentes es Marisela Ortiz, maestra y amiga de la familia García Andrade. Lilia Alejandra fue su alumna en la secundaria.

 

SARA LÓPEZ (México): Mientras estaba en prisión, recibió el Premio Nacional de Derechos Humanos “Don Sergio Méndez Arceo” y fue considerada “presa de conciencia” por Amnistía Internacional. Ambos reconocimientos le llegaron por su media vida invertida en la defensa de derechos humanos en los pueblos y colonias populares de Campeche, así como de los campamentos de refugiados guatemaltecos en Chiapas y Quintana Roo. Pero fue justo una de sus luchas la que la llevó a la cárcel. En 2009 integró la Red de Resistencia Civil en contra de las tarifas de la Comisión Federal de Electricidad. Fue detenida mientras participaba en una protesta en contra de la paraestatal en Candelaria, al lado de su esposo, Joaquín Aguilar. La acusaron de privación ilegal de un funcionario y permaneció presa 11 meses en el penal San Francisco Kobén, de Campeche. En junio de 2010 fue liberada mediante un amparo otorgado por el Tribunal Colegiado de Circuito de Mérida.

 

CONSUELO MORALES (México): Pertenece a la orden religiosa Canónigas de San Agustín. La vida pastoral la realizó en comunidades indígenas de Veracruz y con niños de la calle en el Distrito Federal. En 1992 regresó a Monterrey, su tierra. La encontró envuelta en el fenómeno de la violencia. Al año siguiente fundó Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos (CADHAC). Desde entonces, los eventos cruentos fueron in crescendo hasta que alcanzaron este presente caótico. “La Hermana”, de 63 años, ha declarado que el despliegue del Ejército, ordenado en la estrategia del presidente Felipe Calderón, fue el detonador del derramamiento de sangre. Nuevo León ha pasado a la historia como el escenario de mujeres ahorcadas en puentes peatonales, centenas de desaparecidos, 22 civiles acribillados en un bar de Sabino Gordo, 52 personas quemadas vivas en el casino Royale, etcétera. Ahora mismo, Consuelo se concentra en las desapariciones que arrojó este caos: tiene documentados los casos de 700 personas extraviadas. Intenta localizarlas a través de un grupo de abogados. También brinda acompañamiento psicológico a los familiares de las víctimas. Su equipo lo integran 10 profesionales, algunos de ellos voluntarios. Por su “activismo extraordinario”, Human Rights Watch le otorgó su más alta distinción. Es la primera defensora mexicana en recibirla.

 

EUFROSINA CRUZ (México): De los 570 municipios de Oaxaca, 418 se rigen por el régimen de Usos y Costumbres. Por lo menos en cien, la palabra mujer no existe en las leyes comunitarias. Mucho menos el voto para ellas. En este contexto, Eufrosina se propuso ser alcaldesa de Santa María Quiegolani. En noviembre de 2007, inscribió su candidatura al margen de la asamblea del pueblo. Ganó. Y ese triunfo lo demostró con creces a través de un conteo documentado. Pero los usos y costumbres de esa localidad le impidieron que asumiera. A partir del rechazo, se concentró en una batalla para impugnar los resultados de las elecciones. Al mismo tiempo, fundó el Movimiento Quiegolani por la Equidad de Género. En 2010 participó otra vez en una contienda electoral: se postuló como diputada por la coalición Unidos por la Paz y el Progreso de Oaxaca, integrada por el PAN. PRD, PT y Convergencia. Volvió a ganar. Esta vez se convirtió en la primera mujer Presidenta del Congreso de Oaxaca. Además, en la primera indígena en ese cargo. En mayo de 2011 recibió el premio “Griselda Álvarez” en la nueva sede del Senado, ubicada en la capital de la República Mexicana, otorgado por la Red Mujeres en Plural por su defensa de los derechos de la mujer.

 

ELVIRA ARELLANO (México): Como muchos otros, Elvira se internó en Estados Unidos sin documentos. Una redada entre los trabajadores del aeropuerto en Chicago dio inicio a su peregrinar del que emergió como una de las líderes más importantes entre la comunidad hispana. Había procreado a su hijo Saúl en aquel país y, por lo tanto, el niño era estadounidense. La orden de deportación llegó sólo para ella. Con tal de no abandonarlo, se pertrechó en la iglesia Adalberto United Methodist, parte de un movimiento religioso creciente que ofrece refugio a inmigrantes ilegales. Fue llevada a Tijuana en contra de su voluntad. Y cientos de personas se manifestaron frente a las oficinas de Inmigración de esa ciudad para protestar. De repente, Elvira Arellano se había transformado en activista. Desde Tijuana, declaró al Chicago Tribune que los oficiales de Inmigración ni siquiera le dejaron hablar para discutir su caso. Fue una de las principales oponentes a la Ley Arizona. En México se integró a la asociación Familias Unidas Sin Fronteras y al Movimiento Mesoamericano del Migrante. En 2011 trabajó en la protección tanto de mexicanos en Estados Unidos como de los centroamericanos en tránsito hacia aquel país.

 

MINERVA VALENZUELA (México): Ella ha transformado la connotación del epíteto “puta”. Fue una de las organizadoras de “La marcha de las putas” en el DF, una iniciativa ciudadana forjada en Canadá en 2011, que se replicó en varias ciudades del mundo para reivindicar los derechos de las mujeres. Derechos que de repente, se vuelven invisibles: vestirse según la elección propia, ejercer la soberanía del propio cuerpo, decir no y hacerlo valer, encarar al de la mirada lasciva. Defiende los derechos sexuales de las mexicanas. Ha hecho de las redes sociales su plataforma; de hecho, la manifestación de las putas la organizó desde su blog. Y ha llevado su discurso a la acción: lideró una manifestación frente a la Catedral para repudiar la próxima visita del Papa Benedicto XVI. Hicieron un “acostón”. Minerva nació en Guadalajara, Jalisco, de padres “con filias priístas”. Ella misma ha dicho que su destino era ser “una niña obediente”. Hoy es actriz de cabaret, tiene 34 años de edad, está casada. En sus documentos oficiales siempre pone: “Cabaretera”.

 

JULIETA FIERRO GOSSMAN (México): Con frecuencia dice que la ciencia es dulce y divertida. Su sonrisa característica avala su encanto por esta disciplina. De hecho, es difícil ver las estrellas de la misma manera después de escucharla: siempre tiene un discurso didáctico y entretenido. Nació en 1948, de modo que integra una generación en la que pocas mujeres se graduaban de carreras en ciencias exactas. Hoy es la investigadora mexicana más distinguida de la materia interestelar y el sistema solar. Es titular de tiempo completo del Instituto de Astronomía de la UNAM y profesora de la Facultad de Ciencias de la misma. Además ocupa la Silla XXV de la Academia Mexicana de la Lengua y es miembro del Sistema Nacional de Investigadores en el máximo nivel. Fue Presidente de la Comisión 46, dedicada a la enseñanza de la astronomía de la Unión Astronómica Internacional y Presidenta de la Academia Mexicana de Profesores de Ciencias Naturales. Su nombre ya es el de varios laboratorios, bibliotecas, planetarios y sociedades astronómicas. La Universidad Latinoamericana instituyó la medalla Julieta Fierro.

 

RIGOBERTA MENCHÚ (Guatemala): Nació en Chimel, en las montañas del Quiché guatemalteco, en 1959. Desde que las fuerzas armadas asumieron el poder en 1954, varias juntas militares se turnaron el gobierno, lo que motivó una de las guerrillas más antiguas de Centroamérica. 40 años de conflicto dejaron un saldo de 100 mil muertos. Con 19 años, Rigoberta se unió al Comité de Unidad Campesina, mientras, el ejército realizaba la campaña “tierra arrasada”. Ella se refugió en México, en Chiapas, en la parroquia del obispo Samuel Ruíz. La vida de Rigoberta quedó plasmada en la autobiografía Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia, publicada en 1983. El texto ha sido traducido a 12 idiomas y reeditado varias veces. Fue elemento de peso cuando se le otorgó el Nobel de la Paz en 1992. Rigoberta adquirió fama mundial: la ONU la designó embajadora para asuntos indígenas y protagonizó el proceso de paz de Guatemala, iniciado en 1996. Una fama que no ha estado desprovista de controversia: en 2003 un investigador estadounidense contradijo el relato de su vida. Desmintió que sus padres hubieran fallecido mediante tortura y que su hermano menor hubiera sido asesinado.

 

LOUISE ARBOUR (Canadá): Ella fue quien formuló las acusaciones de lesa humanidad contra Slobodan Milosevik, ex presidente de Yugoslavia; Milan Milutinovic, presidente de la República de Serbia, y Nikola Sainovic, viceprimer Ministro de Yugoslavia. Era 1999, la guerra había acabado, pero las atrocidades desde el poder habían quedado impunes. Louise era fiscal del tribunal penal para la ex Yugoslavia y realizó una investigación exhaustiva para comprobar las acciones en contra de la población cometidas bajo el amparo del ambiente bélico que vivían esos territorios. De 2004 a 2008 fue la alta comisionada de la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y miembro de la Suprema Corte de Canadá. Nació en Montreal, en una familia canadiense de lengua francesa, en 1947. Se graduó con honores de la licenciatura en Derecho en la Universidad de Montreal en 1967. En 1971 fue admitida en el Colegio de Abogados de Quebec y, luego, fue parte del Colegio de Abogados. Antes de lanzarse a una carrera internacional había llamado la atención con un informe sobre el trato de las prisioneras en la cárcel de Ontario.

 

MARIN ALSOP (Estados Unidos): En 2005 fue la primera mujer en convertirse en directora titular de una orquesta de Estados Unidos: la Orquesta Sinfónica de Baltimore. Para el país más poderoso del mundo este hecho no tenía precedentes, pero en ese momento Alsop ya era titular de una orquesta inglesa, la Bournemouth Symphony. El nombramiento para la Orquesta de Baltimore estuvo envuelto en controversia. La mayoría de los músicos la rechazó, pero el comité encargado de asesorar el nombramiento reivindicó a esta neoyorquina. Marin Alsop estudió en la Universidad de Yale y recibió el título de Doctora en la Juilliard School. En 1989 obtuvo el Premio Koussevitzky de Dirección en Tanglewood Music Center, donde fue alumna de Leonard Bernstein, Seiji Ozawa, y Gustav Meier. El mismo año ganó el premio Leopold Stokowski de dirección orquestal. Marin estudió también violín y llegó a tocar en The String Fever. Como directora ha mostrado sobrada eficiencia en las sinfonías de Beethoven, Brahms, Shostakovich y Mahler, así como de compositores americanos como Corigliano y Rouse. En 1993 fue nombrada directora musical de Colorado Symphony, y dirigió a orquestas como las de Filadelfia, Los Ángeles, San Francisco, Houston y Cincinatti . Tiene 55 años de edad y aún es la directora de la Orquesta de Baltimore.

 

EMMA BONINO (Italia): Su carrera parlamentaria la ha acompañado con el activismo. Investida en 1994 con el cargo de comisaria de Pesca y Ayuda Humanitaria del Parlamento Europeo viajó a zonas en conflicto del mundo. En Sarajevo vio el desinterés de la ONU ante el conflicto bélico separatista; en Ruanda, el genocidio cometido por las etnias Tutsi y Hutu; en Afganistán, el impedimento del régimen talibán para que las mujeres accedieran a la ayuda humanitaria. Se licenció en 1972 en Filología y Literaturas Extranjeras en la Universidad de Milán. Ahí, se integró a las corrientes feministas. Fundó en 1975 el Centro de Información sobre la esterilización y el aborto, destinado a prestar asistencia médica a mujeres. Promovió un referéndum para la legalización del aborto y otro cuyo resultado fue el bloqueo del programa nuclear civil italiano. Como diputada al Parlamento Europeo desde 1979, inició trabajos en favor de los derechos de la mujer y logró la despenalización del consumo de drogas en su país. En 1981 fundó la asociación “Food and Disarmament International”, de la que es secretaria general desde 1985, y con la que pretende dar a conocer el problema de la crisis alimentaria en el mundo. Ha declarado que “hay una Europa por la que merece la pena luchar, la de las libertades civiles”.

 

HELEN BAMBER (Inglaterra): A sus 87 años de edad es una de las luchadoras más notables en la trata de personas. Hace siete años creó la fundación que lleva su nombre. Usa este lema: “Trabajar con los sobrevivientes de la crueldad”. Ya poseía un nutrido currículum en materia de derechos humanos: recién terminada la II Guerra Mundial ella tenía 20 años y había concluido la carrera de Psicoterapia en la Universidad de Essex. Se integró en un equipo de rehabilitación en el campo de concentración de Bergen Belsen. En 1947 regresó a Inglaterra para trabajar en el Comité para el Cuidado de Niños de campos de concentración. En 1961 entró a Amnistía Internacional y se convirtió en presidenta de la organización. En 1974 creó al grupo de médicos dentro de esa organización humanitaria. Ahí se especializó en la atención a víctimas de tortura, a aquellos que sufrían lesiones físicas y psicológicas. En 1985 creó la Fundación Médica para el Cuidado de Víctimas de la Tortura.

 

SHAMI CHAKRABARTI (Inglaterra): Después de los atentados a las Torres Gemelas en Nueva York, el 11 de septiembre de 2001, Shami ha luchado en contra del exceso de las medidas antiterroristas en el mundo. Dirige Libertad, una organización no gubernamental con sede en Inglaterra. Desde su cargo logró aligerar la Ley de Seguridad 2001 (ATCSA). Así, la organización a su cargo se convirtió en el “el grupo de presión pública más eficaz de los asuntos públicos en los últimos veinte años”, según el periódico The Times. Su batalla se centra en la defensa de los derechos humanos de los ciudadanos del mundo. Nacida en Londres, hija de un matrimonio hindú, creció en el suburbio de Kenton. Su padre fue un librero. Y este hecho le dio acceso a lecturas de libertades civiles y derechos humanos. En 1994 se licenció como abogada en la Escuela de Economía de Londres y trabajó en el ministerio del Interior. Después se dedicó al trabajo humanitario desde las leyes.

 

SOMALY MAM (Camboya): “Recordar mi propia historia me resulta demasiado doloroso, prefiero hablar del futuro que del pasado”, ha dicho en algunas entrevistas. Conoce en carne propia el infierno de la prostitución infantil. Nació en 1970, en Camboya, de modo que creció en los años de llamada “Kampuchea Democrática”, impuesta por el gobierno extremista maoísta de Pol Pot. Entre 1975 y 1979, casi dos millones de camboyanos perecieron víctimas de la represión de los Jemeres Rojos en lo que se conoce como el genocidio camboyano. Somaly Mam, como muchas otras niñas, fue vendida como esclava en varias ocasiones y obligada a la prostitución. Desde esa oscuridad forjó otro destino. A los 21 años fue liberada por su pareja actual, un hombre francés. En 1995 regresó a Camboya  a través de Médicos sin Fronteras para trabajar en la prevención del SIDA. En 1996 fundó la Asociación AFESIP (Agir Pour les Femmes en Situation Précaire-Acción por las Mujeres en Situación Precaria). A sus 41 años es una de las defensoras de los derechos donde el drama de la trata no ha conocido el fin.

 

GRACÇA MACHEL (Mozambique): Nació en 1945 en Mozambique. Durante la guerra de independencia trabajó en el Frente para la Liberación. Ahí organizó el sistema escolar en los territorios liberados. Al tiempo, se involucró en campos de entrenamiento militar de la vecina Tanzania. En esos territorios conoció a Samora Machel –un líder revolucionario– y en 1975 se casaron. Él se convertiría en el primer presidente de Mozambique en un gobierno independiente. Graça formó parte del gobierno. Fue ministra de Educación. En 1986, el mandatario falleció en un accidente aéreo. Para Graça, el destino la cargó de trabajo: se convirtió en presidenta de la Comisión Nacional de UNESCO en Mozambique y fue nombrada por la ONU como experta para el Estudio del Impacto de los Conflictos Armados en los Niños, el primero sobre este tema realizado por el organismo. En julio de 1998 se casó con el presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela. Se habían conocido en 1989, cuando ella le pidió que apadrinara a uno de sus hijos. Un periodista, Gary Younge, describió el matrimonio como una unión de “el Padre de la Nación y la Viuda de la Revolución”.

 

FATIHA BUDIAF (Argelia): Ella estuvo al lado de un hombre casi toda su vida. Y ese hombre, Mohamed Budiaf –presidente de Argelia algunos meses de 1992– fue asesinado cuando le hablaba al pueblo desde el palacio de la Cultura de Anaba. Budiaf pasó a la historia como un rebelde, pero oportunista. La lucha por la independencia de Francia (1954-1962) había fortalecido un movimiento nacionalista representado en el Frente Nacional de Liberación, instalado en el poder con un régimen de partido único. Mientras, los dirigentes religiosos impulsaban el Frente Islámico de Salvación. Este último ganó las elecciones, pero su triunfo fue impugnado por el Ejército. El entonces presidente Chadli Benyedid suspendió el proceso y decretó el estado de excepción. Benyedid dimitió y fue creado el Alto Comité de Estado. El héroe independentista Mohamed Budiaf lo presidió. Él, acompañado de Fatiha, volvía de un exilio de 28 años en Marruecos. Tras la muerte, Faitha decidió involucrarse de lleno en la política. Ya no sería la acompañante, sino la protagonista. Se concentró en la defensa de las mujeres. Por su labor, recibió el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación en 1998. Hoy tiene 68 años de edad.

FATANA ISHAQ GAILANI (Afganistán): Lo que Fatana quiere es proporcionar educación y salud a los niños y las mujeres afganos. Este propósito, durante años, la ha puesto en contra del poder talibán. Hasta hace cinco años, la educación para las niñas estaba prohibida. En 1978, Fatana se fue a vivir a un campo de refugiados de Pakistán. Ese año su nombre llenó una lista negra de amenazados de muerte. Su existencia se convirtió en un ir y venir: los 20 años posteriores los vivió entre Pakistán y Suiza. En 1993 creó el Consejo de Mujeres Afganas. Cinco años después fue acreedora del Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional. Laureada y reconocida en el mundo, en 2002 regresó a su país. Las cosas no habían cambiado mucho. “La mitad de la sociedad está muerta porque no se les permite a las mujeres trabajar o estudiar”, dijo ese año en una entrevista con el periódico español El Mundo. Otra de sus declaraciones, para otro periódico ibérico, El País, fue: “El burka no es el problema si es ella quien decide libremente llevarlo. El gran problema de las mujeres afganas es el trato inhumano que reciben. Nadie las protege de la violencia. Ni el gobierno ni la comunidad internacional”.

 

OLAYINKA KOSO-THOMAS (Nigeria): Siempre ha vivido a contracorriente. Para empezar escogió estudiar ginecología en una época en que las mujeres de Nigeria ni siquiera estaban alfabetizadas. Y ahora, intenta erradicar una práctica que es común en más de 20 países africanos. Ella nació en 1937 y por recursos familiares accedió a los estudios universitarios. Su trabajo lo concentró en la abolición de la mutilación genital femenina o ablación de clítoris. Se practica sin anestesia, ya sea con un cuchillo o con una botella quebrada. El dolor y el sangramiento es intenso y a veces algunas niñas mueren. Para quienes sobreviven, las relaciones sexuales se vuelven dolorosas, y no son raros los partos con dificultad. Olayinka Koso-Thomas formó el Comité Interafricano sobre Prácticas Tradicionales. En 1987 escribió “La circuncisión de las mujeres: estrategia para erradicarla”. Por su lucha, en 1998 recibió el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional por su trabajo en la defensa y la dignificación de la mujer.

 

LUBNA HUSSEIN (Sudán): Lubna Ahmed al Hussein era una reportera en Sudán. En sus coberturas defendía los derechos de las mujeres y los más vulnerables de su país. En 2009, el mundo volteó a verla. Fue arrestada por llevar pantalones y un tribunal la declaró culpable de indecencia. Husein se encontraba con otras 12 mujeres en un restaurante céntrico de Jartúm. Varias de las detenidas se declararon culpables y recibieron diez latigazos. Ella no. El tribunal le retiró la pena de los 40 latigazos, pero permaneció un mes en prisión. La periodista trabajaba en la oficina de prensa de la misión de Naciones Unidas en Jartum, pero decidió renunciar a su empleo y a la inmunidad que le proporcionaba para enfrentarse a la Justicia de su país y conseguir en último término la derogación de la ley del látigo. En las horas previas a la celebración del juicio, la policía detuvo al menos a 40 mujeres activistas que participaban en una manifestación en apoyo a Lubna. Su rostro y sus pantalones aparecían en imágenes en todo el mundo.

 

MALALAI JOYA (Afganistán): El insulto más repetido que recibió, cuando ocupó un escaño en el parlamento afgano fue el de “puta”. También padeció cuatro intentos de asesinato, amenazas de muerte y agresiones físicas. En 2005 fue elegida legisladora por la provincia de Farah. En su gestión se mostró irreverente y combativa en los casos de corrupción. En 2007 fue expulsada. La acusaron de insultar a otros diputados en una entrevista de televisión. “El delito del que se me acusa es criticar a otros miembros del Parlamento. ¿Dónde está la libertad de expresión? Yo sólo he dicho la verdad. El 70% de los diputados son señores de la guerra, traficantes de droga e incluso talibanes a los que la gente votó bajo amenazas o mediante compra de votos”, denunció en una entrevista con el diario español El País. Su suspensión generó una protesta internacional respaldada con la firma de escritores como Naomi Klein y Noam Chomsky, así como miembros del parlamento de Canadá, Alemania, Reino Unido, Italia y España. Hoy, su activismo está concentrado en contrariar a la guerra en Afganistán, cualquier forma que ésta tome, y en defender la educación de las mujeres. Viste traje occidental, sin velo. Este 2012 cumplió 34 años.

 

NAWAL AL-SADAWI (Egipto): En su historia, quizá, nació la disidencia femenina y política del mundo árabe. Por lo menos es de las feministas más conocidas desde 1972 cuando publicó el libro Las mujeres y el sexo, basado en los mitos en torno a la sexualidad de la mujer musulmana y el trauma de la ablación. Alcanzó notoriedad mundial, pero fue despedida de la dirección de Salud Pública que ocupaba en el gobierno. Nació en Kafr Tahla. Su padre fue funcionario del Ministerio de Educación y su madre provenía de una familia de clase alta. Nawal pudo ingresar a la facultad de medicina de la Universidad de El Cairo en 1949. Al graduarse trabajó en el Centro de Salud Rural de Tahla. Desde entonces se abocó a estudiar las circunstancias de las mujeres en el campo. En 1966 obtuvo la maestría en Salud Pública por la Universidad de Columbia. Se casó con un estudiante de medicina pero el matrimonio fue fallido. Debido a las normas restrictivas para el divorcio de la mujer en el Islam, acudió a la Corte para obtenerlo. Su segundo marido no aceptaba que ella escribiera, por lo que ese matrimonio también concluyó. En 1964 se casó con Sherif Hetata, médico y novelista, quien ha traducido varios de los libros de Saadawi al inglés.

 

DORIS LESSING (Irán): En 2001 recibió el premio Príncipe de Asturias de las Letras y en 2007 el Premio Nobel de Literatura. El cuaderno dorado (1962) es la novela que le brindó fama y le abrió las puertas del mundo de los escritores de Londres, a donde se mudó en 1949. Es el relato de sus experiencias colonialistas, sus relaciones con otras mujeres, su vida intelectual en los ambientes progresistas y marxistas de Salisbury y Londres, sus dificultades como novelista y también, su desencanto revolucionario, paralelo a la madurez y a la angustia ante la soledad. Lessing nació en Irán, donde su padre era capitán del ejército británico. En 1924 se estableció con su familia en Rhodesia del Sur (hoy Zimbabwe). La infancia de Doris transcurrió en un abatido paisaje africano y la frustración de unos padres (sobre todo su madre) que no consiguieron realizar sus sueños. Se educó en varias escuelas de Salisbury, pero abandonó los estudios a los 14 años. Se casó dos veces: primero a los 19, con un funcionario con quien tuvo dos hijos, y en segundo lugar, por conveniencia, con el exiliado alemán Gottfried Lessing, en 1944, un camarada del partido comunista con quien tuvo su tercer hijo.

 

CAMILA BATMANGHELIDJH (Irán): Nació en Irán en 1963 y a los nueve años llegó al Reino Unido. Se graduó como psicoterapeuta. A los 20 años fundó su primera organización, The Place to Be. Ella, en videos en la red o en entrevistas, ha contado que aquello no era más que un edificio bajo unos arcos de ferrocarril abandonados. Diez años después fundó Kids Company. Hoy, su emprendimiento se ha convertido en una de las organizaciones de defensa de los niños en vulnerabilidad más grandes en el mundo: agrupa a 6 mil voluntarios y tiene un presupuesto anual de 12 millones de libras esterlinas. Sólo en Londres atiende a 14 mil niños. A ella la llaman “la más colorida de la beneficencia”. Acaso es por su atuendo de turbantes o vestidos en colores primaverales, o porque en cada entrevista suelta carcajadas. Esa es la imagen de esta mujer ante el mundo. En mayo de 2006, publicó el libro Shattered Lives: Children living with Courage and Dignity.

 

JULIANA ROTICH (Kenia): Es una de las blogueras y conocedoras de la red con más seguidores en el planeta. Aprovechó su conocimiento profesional de la tecnología para convertirse en defensora de los vulnerables. Es cofundadora y directora del Programa de Ushahidi.com, (significa “testimonio” en Swahili), una aplicación web para reportar abusos en contra de los ciudadanos de cualquier país. Las denuncias pueden hacerse incluso mediante celulares. Ushahidi nació en 2007 para reportar los incidentes violentos durante la crisis post electoral en Kenia. La plataforma continuó con gratuidad para el mundo. Cualquier crisis social puede ser reportada ahí y puede realizarse un intercambio de información virtuosa. Juliana nació en Kenya. Su formación la hizo en Estados Unidos: se graduó en Información Tecnológica en la Universidad de Missouri y por 10 años trabajó para diferentes empresas.  Actualmente ronda los 30 años de edad.

 

INDRA NOOYI (India): Se desenvuelve en un mundo de hombres de negocios, el de Wall Street. Nació en Madras, India, hace 52 años y se ha convertido en una de las mujeres más influyentes del mundo, según revistas como Fortune y Forbes. Dirige PepsiCo, uno de los grandes negocios en la bolsa de valores de Nueva York. En 14 años en el liderazgo de ese corporativo emblemático de Estados Unidos se ha ganado a pulso el título de la “dama de hierro” de la Gran Manzana. A Estados Unidos llegó con un traje de 50 dólares, pero con una disposición para comerse el mundo. En numerosas entrevistas ha insistido en que ese camino no fue fácil. “Las mujeres que llegan a la cima tienen que trabajar más duro que los hombres”. Licenciada en Matemáticas, Física y Química, con maestría en Administración de Empresas por el Indian Institute Management de Calcuta, y con un diploma de Yale en Gerencia Privada y Pública, consiguió su primer empleo en Boston Cosulting Group. Iba vestida con un sari, el traje típico de los hindúes. También pasó por Motorola. En 1994 llegó a PepsiCo. Desde entonces empezó a fabricar su leyenda.

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