El PRI es distinto pero la corrupción y el clientelismo siguen ahí: Creel; no tiene “pericia para gobernar”, dice

08/04/2014 - 12:05 am
Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
El PRI es distinto, pero siguen algunas similitudes como el clientelismo, afirma Santiago Creel. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Ciudad de México, 8 de abril (SinEmbargo).– El ex Secretario de Gobernación durante el sexenio de Vicente Fox Quesada, Santiago Creel Miranda, advirtió que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) al que el Partido Acción Nacional (PAN) derrotó hace 14 años y sacó de Los Pinos, no es el mismo de ahora.

Sin embargo consideró que el PRI que regresó al gobierno federal hace dos años, encabezado por el Presidente Enrique Peña Nieto, tiene similitudes:“Le siguen sus patrones antiguos, es un PRI que todavía tiene una filosofía que está en algunos aspectos en los límites de la democracia y de lo demás, y lo demás es la visión corporativa y clientelar. Hoy está por verse su ánimo de combate a la corrupción”.

Pero incluso el PRI que se vendió en la campaña presidencial de 2012 como el que “sí sabía gobernar”, aún no demuestra su oferta, planteó el ex Senador.

“Todavía está por verse algo: su pericia para gobernar. Podrán decir lo que quieran, y ese fue parte de su argumento de regreso, que ellos si sabían gobernar. Yo no sé qué es saber gobernar con esta situación económica que estamos pasando, donde simplemente hay que ver los niveles de recaudación y las presiones inflacionarias que se están teniendo, el crecimiento económico que no ha llegado, la crisis que han pasado sectores tan importantes como el de la vivienda, y si hablamos de temas de acciones de Estado en materia de seguridad, al PAN nunca se le hubiera ocurrido, estoy convencido de ello, darle poder a las autodefensas con armas largas y la manera cómo se ha abordado la situación en Michoacán”.

Creel es uno de los arquitectos del Pacto por México, acuerdo entre los principales partidos, el PAN incluido, y el gobierno federal, para sacar una agenda de reformas legislativas.

En entrevista con SinEmbargo, Creel Miranda aseguró que el Pacto es una forma de sacar adelante la plataforma política de su partido, y haberse integrado los convierte en una oposición inteligente y gobernante.

Cuestionado sobre por qué durante los gobiernos panistas no formularon un Pacto similar, ante la falta de mayoría legislativa con la que gobernaron, aseguró que sí plantearon un acuerdo, pero ni el PRI ni el PAN cumplieron y sólo vieron por sus intereses.

“Se suscribió un acuerdo en Palacio Nacional con todos los presidentes de los partidos, los coordinadores parlamentarios, ahí está el acuerdo suscrito durante el gobierno del Presidente [Vicente[ Fox. El problema es que la oposición, léase el PRI y PRD [Partido de la Revolución Democrática], los dos partidos más importantes durante el gobierno del Presidente Fox simple y llanamente no cumplieron ese acuerdo, no cumplieron porque se enredaron el PRI en su derrota y el PRD en su ambición de lograr la siguiente Presidencia de la República, debilitando al gobierno en curso que era el del Presidente Fox”, recuerda.

El también ex precandidato panista a la Presidencia de la República durante los procesos electorales de 2006 y 2012, fue el coordinador de la campaña de Francisco “Kiko” Vega en Baja California el año pasado, gubernatura que el PAN tiene desde 1989 y que retuvo en julio de 2013, a pesar de iniciar por debajo en las preferencias electorales.

Él mismo, explicó, se lo pidió al presidente del partido, Gustavo Madero Muñoz, para demostrarle a los detractores panistas, entre quienes se encuentran en su mayoría allegados al ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa, que se podía ser oposición responsable en el Pacto por México, y ganarle elecciones al PRI.

“Como representante del Pacto dejé esa cachucha por 70 días y me puse la de responsable en Baja California para demostrar a todos estos que venían a argumentar , a todos nuestros contradictores, a todos los que venían a desautorizar los trabajos del Pacto que no tenían razón. Recibí esta responsabilidad con 13 puntos abajo en la contienda, todos pensaban que PRI iba a ganar, que eran ya demasiados años y que el PAN tenía poco que ofrecer. Sin embargo, con un gran candidato, con el esfuerzo y la convicción de que el PAN debía seguir gobernando Baja California, pudimos obtener ese triunfo. Para mí era muy importante probar en los hechos que éramos un partido opositor y leal a las reformas pero que éramos un partido bien parado para competir con enormes posibilidades de triunfo y no solo pasó en Baja California”.

Santiago Creel fue uno de los panistas que tuvo una relación ríspida durante el pasado sexenio con el Presidente Felipe Calderón y en 2008 fue destituido por el entonces dirigente del PAN, Germán Martínez Cázares, de la coordinación de la bancada en el Senado. La decisión fue vista como una determinación calderonista, dada la cercanía entre Calderón y Martínez Cázares.

Pero Santiago Creeel apenas se refiere a ese capítulo. De manera respetuosa, nunca deja de llamar “Presidente” a Calderón, pero sí reconoce que su intervención en la vida del partido durante su mandato fue un error.

“Toda práctica que implique intervención externa es una práctica que altera su vida interna, su vitalidad y propósito. Por eso he tratado en mi militancia de Acción nacional de predicar con el ejemplo. Cuando perdí contienda de 2006, primero reconocí el resultado inmediatamente y después me fui a campaña, coordine la de candidatos a senadores y obtuvimos el mejor porcentaje del partido en su historia en elección federal y de ahí me fui a servir al Senado sin hacer distinción de grupos, lo mismo designé en comisiones a quienes acompañaban al Presidente Calderón que a otros que venían acompañando a otros liderazgos. A lo largo de mi militancia he buscado siempre el interés del partido y creo que eso es lo que debe guiar el foro de la actuación de los militantes. Porque cuando se interviene en aras de un interés particular por más legítimo que pueda parecer finalmente la vida interna objetivos que debe lograr el partido”, expuso.

Creel forma parte de las propuestas de planilla de Madero para el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) en la búsqueda de su reelección. Reconoce que ha tenido tropiezos y derrotas, pero que aún mantiene la convicción de buscar la búsqueda de la democracia, y a diferencia de hace 14 años, no sólo la electoral, sino también la económica y la política.

EL PAN Y SU TRANSICIÓN

Foto: Cuartoscuro
Estamos viviendo una etapa de transición, considera Creel. Foto: Cuartoscuro

–¿Cómo describiría la actual situación que vive el PAN, atravesado por escándalo de moches y la división del proceso interno?

–Es una situación lógica, de acuerdo con las circunstancias y el resultado de la elección presidencial. Estamos viviendo una etapa de transición, de haber sido un partido en el gobierno por 12 años y dejar de serlo y convertirnos en uno de oposición, como lo fuimos antiguamente. Esta etapa de transición plantea muchos retos en cuanto al diagnóstico de la derrota, en cuanto a lo que se debe hacer en el futuro, retos en cuanto la definición de nuestro partido como partido de oposición, en qué sentido, con qué alcances, qué naturaleza opositora debe adoptar el partido.

Todo esto en medio de un proceso interno de renovación de la dirigencia nacional, que además es nuevo para todos los panistas, dado que por vez primera los militantes van a elegir de manera directa al Presidente nacional, su Secretario General, el CEN mediante la votación de una planilla, en una casilla, urna, esto es nuevo, estamos caminando caminos que nunca habíamos andado los panistas, empezando por el proceso de depuración previa de nuestro padrón que pasamos de un padrón de 1 millón 400 mil militantes a alrededor de 300 mil. Esto ha implicado cambios, desafíos por doquier, es por eso que digo que estamos en medio de una etapa de transición.

–¿Considera que ya se digirió la derrota del 2012 o aún no se procesa el descalabro?

–Es parte del proceso, estamos todavía en una etapa donde debemos ser muy precisos en el diagnóstico, obviamente no puede cargarse en una causa o una persona, tiene que buscarse en términos de las causas que originaron que perdiéramos la elección en el 2012, causas que de ninguna manera deben de llevarnos a hacer señalamientos de culpables explícitos, ese no debe ser el proceso adecuado para llegar a esas causas. Buena parte de lo que esté en discusión en este proceso son visiones de lo que debe hacer el partido en el futuro, aunque resulte paradójico fue algo conveniente en este calendario el proceso interno porque da oportunidad a adentrarse en el debate de lo que debe ser el PAN en los próximos años.

Su papel como partido de oposición, con probabilidad de triunfo en las siguientes elecciones, como partido gobernante en los estados donde el PAN está en gobierno, en los municipios, en las cámaras federales, locales, cuál debe ser la relación con el gobierno. Todo esto es parte del debate del proceso interno y esto le va a dar muchísimo a Acción Nacional para debatir ideas hacia el exterior y definir como se  definen las cosas en democracia, mediante el voto de mayoría, y cerrar este capítulo  para entrar a uno nuevo con una nueva dirigencia nacional.

–¿Este proceso ayudará a cerrar heridas?

–Sin duda, debe de hacerlo. No digo que van a cerrar todas al mismo tiempo, pero un proceso de esta naturaleza como son los procesos democráticos tienden a cerrar capítulos, que en lo general espero y ese es el deseo y a lo cual estoy comprometido para contribuir, que una vez que terminemos el proceso interno quienes triunfen abran espacios para los derrotados y podamos construir una unidad interna. Es condición necesaria para las tareas que el partido tiene enfrente de sí, de opositor leal a México, para construir los acuerdos y reformas que el país necesita, de partido de oposición que va a entrar a proceso competido de elecciones federales el próximo año, y luego el 2016, y para ello la unidad se vuelve imprescindible, la tabla de salvación del partido  se llama la tabla de la unidad del partido.

EJERCER EL PODER DESGASTA

–Algunos ven al partido dividido, y se suma el tema de la corrupción como un tema que daña al PAN, ¿cree que el partido sería castigado por los electores?

–En primer lugar el PAN es toda su militancia en el término amplio y la extensión completa de lo que esto significa y por lo tanto las situaciones de corrupción aunque han sido hechos llamativos, han sido situaciones aireadas en la opinión pública, no son la regla. Por el contrario hay una ideología que contradice todo aquello que lo aparte de una vida, digna, honesta de buen ciudadano y buen contribuyente al bien común del país.

Son tres grandes avenidas en las cuales tenemos que transitar con unidad y la unidad es de esos militantes que constituyen al partido y con su voto va a elegir a próxima dirigencia. Toda corrupción interna o externa debe combatirse hasta su última consecuencia, deslindado adecuadamente responsabilidades sin proceder con juicios sumarios en donde el principio de inocencia se pisotea pero por otra parte sin consentir ni un mínimo grado cuando esté la corrupción enfrente. Habrá que combatirlo con la fuerza e integridad necesaria y que se llegue hasta donde sea necesario.

–¿Qué llevó al PAN a esta crisis? ¿Por qué perdió la Presidencia?

–Hay dos causas genéricas: una que tiene que ver con que fue partido gobernante durante 12 años, el ejercicio del poder desgasta. Si el ejercicio del poder desgasta en países con democracias más avanzadas, no veo por qué no resulte para una situación similar para nuestra realidad mexicana. Por ejemplo lo que ocurrió en Francia con Nicolás Sarkozy y lo que está sucediendo en España y lo que ha sucedido en muchas partes de Sudamérica, lo que sucedió después de su primer periodo del presiente Barack Obama. Hay que ver los resultados de opinión pública en encuestas después de escaso año y medio de gobierno o lo que sucedió en Chile en un periodo escaso de  cuatro años donde un gran Presidente, Sebastián Piñera, se presentó con gran popularidad, salió con gran popularidad pero perdió su partido.

En segundo lugar hay causas concretas, que tienen que ver con resultados de gobierno, que tiene que ver con campañas, estrategias, candidatos, circunstancias propias de las competencias, que hicieron los que estuvieron en competencia, los que ganaron y perdieron distintos a nuestro partido, que tiene que ver con las circunstancias económicas, políticas y sociales imperantes en ese momento, sean las económicas, sociales, que tienen que ver con la seguridad. Todo eso implica un análisis muy amplio y que son muchas y no se pueden asignar a una persona ni a una sola causa. Tenemos dos rubros: el ejercicio del poder por 12 años en una democracia abierta y en consolidación como es la mexicana y una serie de causas puntuales y específicas que dieron como resultado que se profundice este análisis de las causas más probables para que AN no ganara elecciones del 2012.

–Los analistas dicen que fue el incumplimiento de las expectativas de 2000 y en 2006 la guerra declarada contra el narco. ¿Pesaron en el electorado tanto las fallas de Fox como las de Calderón?

–Obviamente debe haber un espacio amplio de autocrítica, pero el hecho de que dada la naturaleza de la contienda, de la competencia política en las campañas se tiende a exagerar lo que se puede hacer en el gobierno y lo que no se puede hacer. Esto no sólo es propio de México sino de todo el sistema democrático, cuando se va a una contienda política las apuestas siempre van al alza, qué sucede después. Una vez que se deposita el voto en la urna, la gente espera como es natural, que esas promesas se hagan realidad, y la realidad es mucho más compleja, dependiendo de la promesa que se le haga a un elector.

Es mucho más compleja no solamente en México, hay que ver por ejemplo cómo surge Obama, cuando el elector estaba depositando en su urna lo que estaba pensando que podía hacer Obama y cuando tuvo que dejar la realidad lo que acontecía en Estados Unidos se da cuenta que había enorme distancia entre esas promesa y el resultado. Pero no solamente Obama, lo mismo Chile, Piñera inicia con un enorme éxito con el rescate de los mineros, poco a poco se va desvaneciendo por la falta de cumplimiento en Chile, Sarkozy en Francia siempre hay un conflicto entre promesa e incumplimiento. En el caso de nuestro México, esa transición elevó enormemente la expectativa del ciudadano de lo que se podía hacer, y de lo que no se podía hacer.

Pero vamos por partes. Cuando ganó el Presidente Fox y cuando ganó el Presidente Calderón ganaron por minoría de votos, esto es algo que se dice muy poco. Es decir, el electorado nunca le otorgó a Acción Nacional la mayoría en la urna, ni con Fox, alrededor de 40 por ciento, ni con Calderón que estuvo poco más de 35 por ciento esto traducido en sistema presidencial con un Congreso opositor; aunque se puede hacer gobierno de minoría política, es sumamente limitado, independientemente de la voluntad de cumplir promesas de campaña.

El Presidente Fox en la campaña de 2000 hizo compromiso de cambiar reglas fiscales. En 2001 y 2002 hubo diversos intentos pero no hubo manera de poder conseguir la mayoría de votos congresionales para hacer esos cambios. Imagínese lo que hubiera sido de México si desde 2001 se lleva a cabo una reforma fiscal o hacendaria, si desde los años 2000 se pueden sacar adelante reformas como la energética o la política que finalmente se está discutiendo después de 14 años en el Congreso. También el proceso de frustración del electorado tiene que ver con un sistema político desadaptado, desarticulado para la realidad actual que produce gobiernos de minoría política que muchas veces se les hace imposible por los obstáculos que hay en el Congreso, de hacer avanzar sus compromisos de campaña.

Es por eso que con mucha inteligencia y ese ánimo el PAN tomó una decisión moderna, innovadora de arrojo de construir Pacto por México y transformar la naturaleza opositora del partido en una naturaleza de oposición, gobernante, constructiva porque el Pacto le permitió al PAN hacer prosperar una plataforma que había sido derrotada en las elecciones pero que en la mesa de negociación del Pacto pudo sacar adelante  al menos parte de esa plataforma.

Fue el caso de la reforma educativa, en competencia, en telecomunicaciones, energética, como se dice con ADN panista, todo esto ha sido parte del bagaje y experiencia del partido que ha llevado a la dirigencia a tomar estas decisiones muy difíciles pero valientes, de ir transformando el sistema político mexicano que no da para construir mayoría fácilmente, y hacer con arrojo un nuevo camino que se llamó Pacto por México para las reformas tan importantes de las  últimas décadas.

–¿Por qué no hicieron un acuerdo similar cuando fueron gobierno?

–Es una muy buena pregunta para la cual no tengo respuesta, no por el hecho de que lo no planteamos, sino por el hecho de que no se logró, con una oposición mayoritaria no quiso contribuir como gobierno de esta naturaleza, un gobierno pactista que le permitiese por una parte sacar adelante las reformas, transformar institucionalmente el sistema obteniendo mayorías estables en los temas más importantes que necesitan cambios para el beneficio del país

–¿Usted como Secretario de Gobernación con Vicente Fox intentó tejer algún acuerdo? Se recuerda la campaña quítale el freno al cambio en las elecciones federales del 2003, ¿el PRI se negó a apoyarlos?

–Se suscribió un acuerdo en Palacio Nacional con todos los presidentes de los partidos, los coordinadores parlamentarios, ahí está el acuerdo suscrito durante el gobierno del Presidente Fox. El problema es que la oposición, léanse el PRI y PRD los dos partidos más importantes durante el gobierno del Presidente Fox, simple y llanamente no cumplieron ese acuerdo, no cumplieron porque se enredaron. El PRI en su derrota y el PRD en su ambición de lograr la siguiente Presidencia de la república debilitando al gobierno en curso que era el del Presidente Fox.

Después en el 2006 cuando el PRI tomó conciencia que podía ganar en 2012 se dedicó a lo que hizo el PRD en los primeros años del 2000 al 2006, aprendió del PRD y empezó a socavar los programas y los objetivos del Presidente Calderón y los socavó no acompañándolo a las reformas que se le plantearon, no solamente la energética o la gran reforma en materia de seguridad que planteó el Presidente Calderón con el mando único. Por eso mismo el PAN no podía tomar el mismo camino que habían adoptado el PRI o el PRD porque en el fondo no sólo estaban socavando a un gobierno panista, estaban socavando  a todo.

Imagínense si estas reformas que se están proponiendo desde hace más de una década se hubieran llevado a cabo desde el 2000, en términos de per cápita por habitante sería muy distinto, en términos de combate a la pobreza, a la desigualdad, habría un México diferente. Por esas mismas razones y con la experiencia que tuvimos como partido gobernante fue que planteamos el Pacto por México y decir ‘no vamos a caer en una visión tan corta como la del PRI y PRD’ y mucho menos visión una visión tan mezquina que solo puede servir a los intereses de un partido para sus consecuencias electorales momentáneas, sin ser ciertamente las del país.

Todo esto es un proceso de reflexión muy seria, de maduración como partido político para hacer este camino nuevo, obviamente al tomar esta determinación se cuartearon muchas estructuras y cimientos de culturas opositoras a ultranza que debimos superar.

‘NOS QUEDAMOS CORTOS’

Foto: Cuartoscuro
El PRI  sigue la estructura del viejo régimen: Santiago Creel. Foto: Cuartoscuro

–¿No ve a la distancia no falló también el combate a la corrupción, al no ir por los peces gordos, no parecieron débiles?

–Sin duda. El espacio de autocrítica jamás debe de acotarse, una autocrítica serena y seria debe llevarnos a pensar que los objetivos iniciales en materia de combate a la corrupción, en materia de rompimiento de las estructuras del viejo régimen, de estructuras de poderes fácticos, de régimen corporativo y clientelar nos quedamos muy cortos y debimos haber hecho un esfuerzo mucho mayor en una apuesta que aunque más riesgosa, pienso, se hacía necesaria. Esta autocrítica ha sido parte del debate de nuestro proceso interno. A donde podíamos como gobierno de minoría política en ambos casos, del Presidente Fox y del Presidente Calderón, hasta dónde podíamos gobernar este país de más de 119 millones de personas sin anclarnos  en los poderes reales y hasta donde debimos haberlos combatido con mayor eficacia.

El PAN, pongo un ejemplo, no es un partido corporativo, no se construye por medio de las grandes corporaciones sociales, léase sindicatos o centrales campesinas. Podíamos haber llegado en 2000 con minoría política, en el Congreso y en el poder territorial y los gobiernos locales haber planteado un cambio sustancial y drástico al sistema gremial del país, al sistema de la estructura bajo la cual opera el campo mexicano. Pudimos haber hecho mucho más, pero hasta qué punto se rebasa ese poder y viene el desgobierno. También es una decisión de grados, lo que sí creo es que parte de los grandes logros de Acción Nacional es que se ha podido conservar la paz social y se han hecho los cambios, no todos los que hubiésemos querido ni con el grado y  profundidad que muchos hubiésemos deseado, pero se han hecho los cambios y el país sin lugar a duda es mucho mejor que el que recibimos en el año 2000.

–¿No se quedaron cortos?

–Es una cuestión de discutir, de posibilidades y de resultados concretos de qué pudo haber logrado. Faltó mucho, yo creo faltó mucho por hacer.

-¿Qué piensa que se pudo conseguir sin las mayorías pero en aquel momento por falta de inexperiencia o cuadros panistas ya no se consiguió?

–Todo es un conjunto de elementos, romper con un viejo régimen de un día para otro, tomar las estructuras de gobierno, no eran las que hubiésemos deseado, eran las que estaban. Era un  sistema todavía corporativo, clientelar, un sistema gobernado por los poderes fácticos que se consolidaron después de que el PRI perdió la mayoría desde atrás, eso no se origina en el 2000. Ya los poderes fácticos eran refugios de confederaciones sindicales, campesinas, medios de comunicación, poderes económicos muy poderosos.

La burocracia como un elemento fáctico, los gobiernos locales cuando el PRI empieza a perder su mayoría en el 97 es cuando viene el mayor fortalecimiento de los gobiernos locales que se convirtieron prácticamente en gobiernos autónomos, donde la transición se retrasó muchísimo, lo que venía ocurriendo a nivel federal no ocurría a la misma velocidad que en gobiernos locales. Todo esto agregado por la falta de experiencia porque nunca la habíamos tenido de gobiernos a nivel nacional y la circunstancia por la cual  atravesaba nuestra sociedad que había avanzado pero nuestro sistema político aún estaba muy rezagado, se genera una serie de frustraciones y obstáculos, que algunos se pudieron vencer con mayor facilidad, por supuesto, pero a pesar de esa circunstancia se lograron cosas importantes, un instituto como el de Acceso a la Información que ha cambiado nuestra democracia.

Con una reforma en derechos humanos, que le cambia el rostro al país, que no será de un día para otro pero sin lugar a dudas la reforma que se adoptó es de una gran modernidad que le cambia el rostro al país, o la reforma de energía que impulsa nuestro partido, o la política, la educativa, ese es el mérito que le veo a mi partido, que a pesar de las dificultades de la oposición fue un gobierno que le ha apostado al cambio institucional, pacífico, civilizado y cívico,  a través de las mesas de negociación que ha logrado desde hace mucho tiempo.

–Apostándole al cambio pacífico en 2006, ¿no es un error que después de ganar se haya optado por una estrategia apresurada de combate al narco?

–Todo es motivo de debate, pero hay que leer con mucha claridad las circunstancias para poder valorar si una decisión fue correcta o no. Lo que digo es que a nosotros cuando fuimos gobierno con el Presidente Fox hicimos una estrategia en materia de seguridad que nos permitió bajar índices de criminalidad, hablo de crímenes violentos. Recibimos de la administración del Presidente Ernesto Zedillo con 14 crímenes violentos por cada 100 mil habitantes y cuando dejé la Segob en mayo de 2005 esos índices estaban en 8 crímenes por 100 mil. Es decir en escasamente cinco años bajamos más el 40 por ciento de criminalidad de vida en términos de estos índices y corroborados por agencias internacionales, incluyendo las Naciones Unidas [ONU].

Son estrategias porque las circunstancias nos permitieron llevar a cambio cierto tipo de acciones, pero esas circunstancias cambian. Particularmente el plan Colombia que trajo como consecuencia la capitulación de muchas de las bandas más poderosas en el tráfico de drogas, y se trasladaron a los capos mexicanos y cambiaron las circunstancias, la presión de las metanfetaminas en el Pacífico, que venían de Asia, los guardacostas norteamericanos que interrumpieron el tráfico por el Caribe lo que obligó que nuestro territorio fuera de tráfico, el Plan Colombia, decisiones equivocadas del gobierno americano donde se le exigía al gobierno mexicano que cumpliera a cabalidad la lucha contra narco pero por otra en su casa no había lo propio y el tráfico iba.

Para 2006 las circunstancias cambiaron enormemente y por tanto la estrategia tenía que ser cambiada. Pero la estrategia aprobada hoy en día,  el éxito que ha tenido la Armada en México no puede explicarse y es lo injusto, sin las  inversiones que se hicieron durante los años del Presidente Calderón donde se hizo focalización para fortalecer a la Armada y al Ejército. Hoy se cosechan frutos, y desde luego algunas del gobierno del Presidente Fox y otras de gobierno del Presidente Calderón. Esto de gobernar da como resultado eso, que muchas veces uno siembra la semilla y otros la cosechan. No se podría explicar el grado de desarrollo sin el trabajo constante y permanente, particularmente del Presidente Calderón en el fortalecimiento de sistemas de  inteligencia y que dio resultados afortunadamente con este gobierno.

PRÁCTICAS INADECUADAS

–Al llegar al poder carecen de cuadros, algunos que llegaron al gobierno eran de ocasión, ¿qué tanto daño hicieron al partido estas prácticas?

–Sin duda hubo prácticas muy inapropiadas en la construcción de nuestro padrón de los años de gobierno de nuestro partido. Prácticas que implicaban inflar al padrón artificialmente, con militantes que no eran panistas sino caracterizados para garantizar el resultado de una contienda interna, o sea para sacar un provecho de carácter personal, ni siquiera para el partido, el partido estaba gobernando. Hubo mucho de eso, no digo que sea natural pero esto explica el hecho de que cuando competí en la elección de 2012, fue una elección donde el padrón, 90 por ciento, ahora ya no existe. Eso habla de que esta dirigencia que acaba de concluir hubo de enfrentar depuración de un inflado artificialmente con malas prácticas clientelares, corporativas o de servicio de intereses de grupo o personal que detectamos y pudimos corregir.

–Se habla de que el Presidente Calderón sólo gobernó con sus amigos, que a usted lo destituyó del Senado, ¿estas conductas de onda grupera, de querer intervenir e imponer candidatos, dañó al PAN?

–Sin lugar a dudas. Toda práctica que implique la intervención externa es una práctica que altera su vida interna, su vitalidad y propósito. Por eso he tratado en mi militancia de Acción Nacional de predicar con el ejemplo. Cuando perdí la contienda de 2006, primero reconocí el resultado inmediatamente y después me fui a campaña, coordiné la campaña de los candidatos a senadores y obtuvimos el mejor porcentaje del partido en su historia en una elección federal y de ahí me fui a servir al Senado sin hacer distinción de grupos, lo mismo designé en comisiones a quienes acompañaban al Presidente Calderón que a otros que venían acompañando a otros liderazgos.

A lo largo de mi militancia he buscado siempre el interés del partido y eso es lo que debe guiar el foro de la actuación de los militantes. Porque cuando se interviene en aras de un interés particular por más legítimo que pueda parecer, finalmente se frena la vida interna y objetivos que debe lograr el partido.

–¿Cómo llegan a 2012? Ya arrastraban escándalos de corrupción, ya habían perdido el corredor azul del Estado de México, ¿llegaron muy debilitados?

–Naturalmente, el resultado habla por sí solo, no requiere mucha explicación. Que cuando uno pasa del primero al tercero lugar, obviamente una de las causas era el debilitamiento del partido, algunas cosas que te acabo de mencionar incidieron en su debilitamiento pero no fueron las únicas y hubo otras igualmente importantes.

–¿Usted cómo vivió la derrota, que estuvo antes de la transición y formó parte del primer gobierno?

–Con enorme frustración y  tristeza. Sin embargo ese sentimiento es lo que me ha hecho estar cerca del partido en su reconstrucción y fortalecimiento. Toda derrota puede ser el principio de una victoria y una victoria puede ser el principio de la derrota. Todo depende de la actitud y los hechos ante las victorias y derrotas.  De esta derrota hay que sacar el mejor provecho posible, aprender de los errores y no volver a cometerlos, buscar un consenso de lo que debe ser el futuro del partido, estamos en esa coyuntura donde lo que divide más allá de nombres y apellidos y candidatos son dos visiones, qué tipo de partido queremos ser, qué tipo de oposición, cuál debe ser nuestra plataforma, cuáles deben ser nuestras nuevas banderas, si es suficiente con lograr democracia electoral o debemos extender nuestra fuerza, democratizar la economía, combatir por consecuencia la concentración del poder económico y político, por ser poderes que contribuyen a desigualdad social.

Son las nuevas banderas que el partido necesita avizorar y estas batallas que empezamos a dar contra el monopolio educativo, al de medios, los monopolios económicos, en cuanto los monopolios públicos provisionales, de energía, son las nuevas banderas del PAN traducidas en reformas y batallas, y seguimos en este proceso largo de democratización con nuevos retos, quizá más difíciles.

Una cosa era arreglar las elecciones y combatir el monopolio del partido hegemónico y otra cosa muy distinta combatir los monopolios  fácticos o económicos que son mucho más difíciles de combatir, por la gran complejidad que se ubican o circunstancias de burocracias monopólicas que han venido controlar sector como el de la educación en el país. Todas estas banderas con una visión democratizadora, moderna de país es la causa que debe prosperar y está enarbolando Gustavo Madero y por eso estoy en su planilla, porque creo en esa causa, en su visión de unidad, de dejar atrás los conflictos internos y darle la vuelta a facturas que puedan o no tener contiendas internas y restablecer espacios donde nos podamos encontrar los grupos antiguos y los que vienen hacer los cambios de estafetas a las siguientes generaciones.

Por eso particularmente es la inclusión en la planilla de la diputada federal Tere Jiménez de Aguascalientes que viene del sector Juvenil, nuestro secretario como es el caso de Ricardo Anaya, que es toda esta visión, la forma de ver el futuro de Acción Nacional que hemos venido construyendo muchos que creemos que el partido es el mejor y que tiene mucho que dar y hacer un proceso de cambio de estafetas a las nuevas generaciones con estas visiones de democratización que aún le faltan al país.

HOMBRE DE CONVICCIONES

Foto: Cuartoscuro
Un hombre de convicciones. Foto: Cuartoscuro

–Usted en 2008 sufrió el veto de las televisoras que no pasaban su imagen y ese año fue destituido de la coordinación, y en 2011 perdió la elección por la candidatura presidencial.  ¿Cómo le hace para no caer en el ánimo?

–Una sola palabra: convicciones. La convicción por la cual entré a la vida política del país, es exactamente la misma originaria por la cual sigo creyendo y estando en Acción Nacional. Esa causa originaria que surge en el Grupo San Ángel en los “20 Compromisos por la Democracia”, el plebiscito de la Ciudad de México, el 21 de marzo de 1993. Es la transformación pacífica para buscar un mayor bienestar y democracia en el país. El partido es un instrumento como también lo son los puestos y los cargos que he tenido el privilegio de ocupar a lo largo de estos 20 años que  he estado en el servicio público y a estas alturas con esta experiencia, me he dado cuenta que lo menos importante es el puesto, es más importante reafirmar uno y otro día una convicción y esa convicción a lo largo del tiempo prospera, y en ese largo recorrido ha habido muchas derrotas pero por otra parte estímulos para salir adelante, superarlas y que prospere esa visión.

El Pacto no es otra cosa sino la propuesta originaria del grupo San Ángel, estamos hablando de hace 20 años, no es otra cosa sino la acción del ejercicio del seminario de Castillo de Chapultepec en 1995 y 1996 del cual se derivó la gran reforma política en donde el IFE se convirtió en un ente ciudadano e independiente con tribunal independiente. El Pacto por México no es otra cosa sino los enormes esfuerzos de conciliación, de buscar esa convergencia de ideas de un México mejor dadas las características que tiene nuestro país, los enormes activos en su población, en su situación geográfica, sus recursos naturales y su historia. Estoy convencido que el país merece un futuro mucho mejor. Por eso sin buscar ningún puesto quiero contribuir a ninguna causa.

–¿No buscará un puesto en 2015?

–No tengo ningún ánimo, tengo un ánimo de servir a mi partido y hacer mi labor profesional como abogado como lo hice previamente al servicio público por 20 años y con eso lo que me gano la vida y es más que suficiente, ser parte de estas reformas, ser parte del Pacto por México  sin tener cargo, sin representación alguna, me da satisfacción porque finalmente después de 20 años se van concretando las ideas por las cuales estoy en la política.

–¿No lo veremos en las planillas en 2015?

–No lo creo, por el momento me concentro que pueda ganar Gustavo Madero y que dirijamos al partido con esta visión moderna.

–¿Cuál es la similitud y la distancia entre el Santiago Creel que firmó algunos permisos para casinos y que dijo que había presiones por parte de las televisoras y ahora combate monopolios?

–Creo es la misma porque nunca firmé un solo permiso como se ha querido hacer ver a través de los debates y de muchas campañas cobardes que aventaban la víscera sin enseñar la mano y que por otra parte si se hubieran cumplido las reglas que se emitieron en aquel entonces que se convocaba a los estados y municipios a hacer una concurrencia para dar permiso , de acuerdo con las circunstancias en cada municipio y estado, si eso se hubiera cumplido, la historia en materia de juegos y sorteos hubiera sido muy distinta y ahí están los elementos para quien quiera objetivamente juzgarlos y seguramente  llegaría a esa conclusión.

Finalmente esto no se ha cumplido, hubo un alejamiento de todas estas  reglas que yo lamento. Por otra parte lo que hay en mi ingreso en la política y este momento  es la experiencia. De conocer muchas, tener distintas responsabilidades, eso me hace tener mayor responsabilidades en las decisiones que tomo, no con nadie más sino consigo mismo, puedo cometer los mismos errores, y por otra parte aprovechar a cabalidad la experiencia, ha sido un privilegio haber estado en puestos de mando donde he podido servir.

–En el Pacto por México y las elecciones en Baja California, cuéntenos su papel.

–El Pacto por México es toda una visión que fue a lo largo de muchos años y es esta visión de que no hay otra forma de hacer los cambios profundos del país si no se construyen a través de una visión plural, una mayoría estable que no sea por un cambio particular, sino con una visión integral que permita darle congruencia al camino que va tomando el país, en energía, economía, competencia, tiene que ver esta unidad y pluralidad, aunque suene contradictorio, pero así es.

Esto me animó cuando Gustavo Madero me pidió que representara al partido en las primeras platica que se tuvieron con el actual gobierno en el periodo de transito de gobierno del Presidente Calderón y de Peña Nieto. Me pidió que fuera yo el interlocutor y fui, en esa interlocución es cómo surge la idea de los tres partidos PAN, PRI y PRD que fuimos armando en base a un método de aproximación porque no fue una idea de principios sino una idea de conclusión. A lo largo de ese trayecto fuimos viendo que si nos despojábamos de los intereses partidistas que habían prevalecido los 12 años del gobierno del PAN por parte de los opositores, íbamos a llegar conclusiones iguales.

Construimos una agenda, ofrecimos un calendario, construimos una institución que fuera la rectora de estos compromisos, operamos para que los partidos apoyaran si no en su integralidad como fue el caso del PAN, si en sus instancias de gobiernos como el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) o el Consejo del partido. Una vez que esto fue lográndose se fueron dando las reformas. Era muy importante probar que como oposición podíamos hacer avanzar la reforma política, derrotada en el 2012, y sacar una parte muy importante, lo cual es evidente que una parte  ha sido lograda. Pero a la vez había una crítica muy dura en contra de quienes habíamos impulsado el Pacto en donde se sostenía que como nos habíamos acercado al gobierno habíamos perdido identidad y habría derrotas electorales, porque se sentía una especie de sometimiento al nuevo gobierno.

Esto se dijo de manera burda o descalificadora o de manera más pausada e inteligente pero eran críticas que debían desbaratarse. No hay mejor manera de desbaratar una crítica que en los hechos, cuando eso sucedió yo me daba cuenta que no era cierto, que al contrario, eso lo vería el electorado como una decisión responsable que le iba a hacer bien a México, independientemente de quien estuviese gobernando. Le pedí a Madero que me permitiera demostrar en los hechos que eso no se sostenía en las elecciones del año pasado. Por eso le pedí que me permitiera hacerme responsable en elección de Baja California y Acción Nacional me dio ese puesto.

Como representante del Pacto dejé esa cachucha por 70 días y me puse la de responsable en Baja California para demostrar a todos estos que venían a argumentar, a todos nuestros contradictores, a todos los que venían a desautorizar los trabajos del Pacto que no tenían razón. Recibí esta responsabilidad con 13 puntos abajo en la contienda, todos pensaban que PRI iba a ganar, que eran ya demasiados años y que el PAN tenía poco que ofrecer. Sin embargo con un gran candidato, con el esfuerzo y la convicción de que el PAN debía seguir gobernando Baja California, pudimos obtener ese triunfo. Para mí era muy importante probar en los hechos que éramos un partido opositor y leal a las reformas, pero que éramos un partido bien parado para competir con enormes posibilidades de triunfo y no sólo pasó en Baja.

La militancia de Aguascalientes probó en los municipios de Aguascalientes y Calvillo que se podía acordar en el Pacto y ganar elecciones y lo mismo hicieron en Puebla los militantes poblanos ganando la capital y  así en todos los municipios y la mayoría del congreso y lo mismo en Saltillo y otros lugares. Quiere decir que podemos llevar acuerdos y avanzar electoralmente porque pasamos de tercer lugar en 2012 pasar compitiendo de manera muy equilibrada con el PRI, este año ya no estamos en tercer lugar, estamos dándole contienda y le ganamos al PRI en su mejor momento, todavía no había los trabajos económicos, no se daba la situación en Michoacán cuando tuvimos que enfrentar la elección de Puebla o Aguascalientes. Sin embargo le ganamos al PRI. Era muy importante combatir a los detractores con los hechos, ganar elecciones y darle al país las mejores reformas y seguiremos en esta misma dirección.

–¿Cómo ve al PRI?

–No es el mismo, no en aras la filosofía ha dicho que nadie puede estar parado en el mismo río más que los filósofos griegos. El PRI es distinto, tiene rasgos naturales diferentes, pero también le siguen sus patrones antiguos, es un PRI que todavía tiene una filosofía que está en algunos aspectos los límites de la democracia y de lo demás, lo demás es la visión corporativa, clientelar. Hoy está por verse su ánimo de combate a la corrupción.

Todavía está por verse algo: su pericia para gobernar. Podrán decir lo que quieran y ese fue parte de su argumento de regreso, que ellos sí sabían gobernar. Yo no sé qué es saber gobernar con esta situación económica que estamos pasando, donde simplemente hay que ver los niveles de recaudación y las presiones inflacionarias que se están teniendo, el crecimiento económico que no ha llegado, la crisis que han pasado sectores tan importantes como el de la vivienda, y si hablamos de temas de Estado en materia de seguridad, al PAN nunca se le hubiera ocurrido, estoy convencido de ello, darle poder a las autodefensas con armas largas y la manera cómo se ha botado la situación en Michoacán.

La pericia es otro de los aspectos que va a entrar a debate en 2015 y por eso Acción Nacional con el resultado de 2013 llega con las alforjas bien cargadas para ser un partido exitoso en el 2015. No por algo las encuestas cada vez que se evalúa el desempeño de gobierno no avanza porque la gente no está viendo lo que prometieron en campañas, ciertamente genera frustración, y la parte económica le está pegando a bolsillo. Simplemente hay que ver los índices que tienen que ver con la parte del consumo doméstico, hay que ver a asociaciones de tiendas y cadenas y tiendas al mayoreo, de cómo están las cosas, esto nos da un espacio inmejorable para que estemos unidos en la contienda el 2015, de eso se trata esta competencia de los candidatos y sacar adelante una elección exitosa el PAN tiene mucho que dar porque es el mejor partido de México.

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