Ciudad de México, 8 de octubre (SinEmbargo).– La administración de Felipe Calderón Hinojosa –como ocurrió en el caso de los casinos– dio autorizaciones de última hora a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), un día antes de concluir su gobierno para rezonificar el Parque Marino Nacional conocido como Sistema Arrecifal Veracruzano y le dio más hectáreas.

El detalle está en que dejó fuera de protección una porción, ubicada al norte de Veracruz, sobre la que el gobierno de Veracruz, encabezado por Javier Duarte de Ochoa, tiene proyectado ampliar el puerto de Veracruz.

El pretexto para dejarla fuera es que según la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) está degradada, dijo en conferencia de prensa el investigador de la Universidad Veracruzana, Javier Bello.

El proyecto significaría destruir arrecifes, para dar paso a enormes embarcaciones. Una zona donde se han hallado enormes ejemplares de mantarrayas y bacalaos, pero que con la desaparición del arrecife las especies se alejarían.

Una zona que echa por la borda las recientes experiencias causadas por los destrozos de “Ingrid” y “Manuel”, y acabaría con una zona que aminora por lo menos en cinco veces el impacto de las olas.

Así lo afirmaron diversos especialistas que acompañaron a Bello en la conferencia de prensa ayer ofrecida en el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro.

En un comunicado distribuido por los especialistas, entre quienes había un académico, un pescador, un buzo, una activista de la sociedad civil e incluso una amante de los deportes extremos, alertaron sobre el riesgo de acabar con la zona.

“Al destruirse y ampliarse el puerto de Veracruz los huracanes entrarán con mayor facilidad de destrucción a la ciudad de Veracruz, esto es el principio de protección civil y de salvaguardar la vida de los mexicanos, lo cual señor Presidente (Enrique Peña Nieto) usted se ha comprometido públicamente, no más errores en construcciones en zonas de riesgos, y este es el peor ecocidio en la historia de México. Le pedimos sea usted el que enmiende el error del Diario Oficial de la Federación del 29 de Noviembre de 2012”.

Acusaron también que ya está puesta en marcha una campaña para informar sobre las supuestas ventajas de ampliar el puerto, entre las cuales según sus promotores está la llegada de más empleos e inversiones.

EXTRAÑEZA

Javier Bello, de la Universidad Veracruzana, recordó que en noviembre del año pasado supo del decreto que ampliaba el Parque Nacional, decretado así en 1992. Gracias al decreto hecho en el declive del gobierno calderonista el parque pasaba de 52 mil 238 hectáreas a 65 mil 516 hectáreas. Notó que era más grande y le llamó la atención que al norte del puerto de Veracruz quedará una zona sin protección.

Pero le cobró sentido 10 meses después, cuando en septiembre vio publicado en la Semarnat varias solicitudes de impacto ambiental presentada por la Administración Portuaria Integral de Veracruz (APIVER) para pedir la ampliación del puerto de Veracruz de la zona norte.

Una ampliación que representaría tres veces el actual tamaño del puerto, explicó.

“El proyecto de ampliación encaja perfectamente en la caprichosa poligonal que dejó fuera el decreto”.

El argumento para dejar sin protección la zona ambicionada de la CONANP es que tiene baja cobertura coralina, que presenta corales dañados, que durante 20 años se han vertido ahí aguas negras y por eso ya no se incluyó.

Algo similar a los argumentos usados para bajarle al estatus al Nevado de Toluca: cómo no se pudo evitar su degradación, se le cuidará entonces menos.

Pero lo que Bello detectó es que desde hace cinco años APIVER ya había solicitado la modificación de la poligonal donde se encuentra el área ahora excluida del parque, e incluso había contratado a despachos ambientales reconocidos para hacer pequeñas Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIAS) para desmontar y rellenar humedales y construir la infraestructura en la porción terrestre del nuevo puerto.

“¿De verdad la Semarnat no tenía conocimiento de que se estaba preparando la ampliación del puerto?”, se preguntó Bello.

También por información que pudo rastrear vía el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) vio que la APIVER firmó contratos millonarios con consultoras prestigiosas, como QV Gestión Ambiental, con líderes de pescadores e incluso les hizo la promesa de darles un desarrollo habitacional. También la Administración Portuaria Integral de Veracruz cabildeó el proyecto ante líderes de opinión.

El asunto ya le pareció sospechoso desde que noto por las solicitudes de información que en 2010 el Consejo asesor del parque votó por no modificar el estatus de la poligonal, pero a la semana se cabildeó, se seleccionaron participantes afines a modificar el estatus y en una nueva votación se cambió la primera votación.

Ante estos hechos se interpuso un amparo que un juez aceptó (1242/2012) y a pesar de haber una suspensión mientras se define el caso, APIVER sometió y Semarnat aceptó una MIA para la ampliación portuaria.

SIN EFECTOS, DICEN

De acuerdo con Bello, la MIA establece que para hacer la ampliación del puerto se requerirá un dragado de 41 millones de metros cúbicos para canales de 17 y 18 metros cúbicos, pero que el efecto será “puntual y mínimo”.

Pero ese dragado equivaldrá a 5 millones 125 mil cargas de lodo en camiones que irían a dar a los arrecifes.

El proyecto tendría entre sus beneficiarios a constructoras, propiedad de ex funcionarios (aunque oficialmente no se tengan datos, por ser sociedades anónimas); compañías trasnacionales, transportistas intermediarios; compañías automotrices; importadores de productos chinos y consultoras ambientales.

Asimismo la APIVER pretende compensar con más recursos para monitorear y vigilar el parque.

Bello señaló que el reciente cambio de categoría de Parque Nacional a Área de Protección de Flora y Fauna del Nevado de Toluca, no abona al optimismo.

Otro investigador de la Universidad Veracruzana, Horacio Pérez España explicó que si bien los arrecifes de Veracruz no son tan bellos como los del Caribe, están relacionados con la historia del puerto, les ha dado de comer a la población, ya que ahí se asientan especies de peces, e incluso han proveído de materiales de construcción, como se ve en San Juan de Ulúa.

Gracias a ellos, el impacto de las olas es cinco veces aminorado, agregó.

Lamentó que los promotores de la ampliación del proyecto lo venden como una oportunidad de generar empleos, pero los que lleguen a trabajar ahí ni siquiera contarán con una cobertura total de servicios de agua potable o drenaje.

Por su parte el pescador Juventino Salazar dijo que el lugar es un paraíso, pero desde que en 1992 fue decretado parque nacional, nunca contó con un programa de manejo.

Además de destacar que gracias a los arrecifes llegan especies grandes de bacalao y mantarraya, afirmó que las escolleras ayudan a aminorar las corrientes.

También vio que hubo una campaña para decir que el sistema arrecifal estaba muerto, algo que él considera es falso.

Otro de los que alertaron sobre el daño que se haría al sistema arrecifal fue el buzo Joseph Laclette. Descartó que el sistema esté muerto e incluso él ha visto colonias nuevas de coral.

“Si no se cuida será un velorio a nivel internacional”, advirtió.

Los especialistas dijeron que en caso de seguir la ampliación del puerto México incumpliría con el tratado internacional Convención para la Protección de la Flora, Fauna y Bellezas Escénicas firmado en 1942 y ratificado por el Senado.