NAVARRETE LLAMÓ A RENOVAR EL PRD Y FUE UNA FARSA: RÍOS PITER

08/10/2015 - 12:02 am

El Senador perredista Armando Ríos Piter se bajó de la contienda para la dirigencia nacional de su partido porque, dice, el llamado de Carlos Navarrete Ruiz y el resto de los dirigentes para reconstruir al partido, “fue una farsa”

Armando Ríos Piter, Senador del PRD, Foto: Luis Barrón
Armando Ríos Piter, Senador del PRD, considera que la actual dirigencia nacional de su partido no entiende que Morena sí es un competidor serio y está latente el riesgo de que en 2018 les arrebate el Gobierno del Distrito Federal. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo

Ciudad de México a 8 de octubre (SinEmbargo).– El “Jaguar” Armando Ríos Piter, Senador por el estado de Guerrero, lleva dos confrontaciones al hilo en lo que va del año, con los dirigentes del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

La primera ocurrió en enero, cuando dejó a un lado la candidatura a la gubernatura de su estado, argumentando que Jesús Ortega Martínez, líder de “Los Chuchos” o Nueva Izquierda (NI), tribu mayoritaria al interior de la fuerza política, le propuso pactar obligadamente con el ex Gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero a cambio de la candidatura. La segunda ocasión, fue hace unos días, cuando decidió de nueva cuenta bajarse de la contienda interna por la presidencia perredista, para sustituir a Carlos Navarrete Ruiz.

La razón en ambos casos es que, dice, no concuerda con la visión política del partido donde milita y además por sentirse engañado por la “farsa” de un llamado de la dirigencia a renovar a al PRD y devolverle el rostro de una oposición de izquierda sólida.

El Sol Azteca, dice Ríos Piter en esta entrevista con SinEmbargo, ni siquiera entiende el momento de riesgo en el que se encuentra: no comprende a la competencia del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a pesar del descalabro electoral que le significó el 7 de junio pasado, y no está tomando las acciones necesarias para evitar el próximo gran golpe: la pérdida del Distrito Federal frente a Morena en 2018.

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Foto: Luis Barrón, SinEmbargo
Ríos Piter afirma que el PRD debe dejar de entronizar los intereses, las visiones y los acuerdos de unos cuantos. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo

–¿Cuáles fueron los puntos que evaluaste para bajarte de la contienda por la presidencia del partido?

–La decisión de Carlos Navarrete, cuando la anunció, movió a la gente a pensar que había una decisión real de transformar al partido. Yo no había experimentado una decisión de esa naturaleza, en la cual alguien decide salirse de la dirigencia. Él traía un aval importante de votos, lo hace de la mano del secretario, de común acuerdo. Entonces cuando en el discurso ellos plantean que se va por una transformación del partido, eso me llama de manera importante y motivada la atención. El PRD tuvo un desempeño desastroso el pasado 7 de junio. Cuando él hace esta convocatoria a mi me anima la necesidad de participar. Yo veo varias cosas para transformar al partido: un partido que cambie su modelo de organización interna, donde hoy las corrientes, que son los cuellos de botella de todas las formas que se toman las decisiones, dejaran de tener esa sintomatología que termina entronizando los intereses, las visiones, los acuerdos de unos cuantos.

Tienes que quitarlas de su entronización. Hoy muchos ciudadanos ven el el PRD no necesariamente su agenda, porque terminan hechos a un lado por los intereses entronizados de las corrientes. Alguien que puede ser el mejor gestor: un joven fresco que puede ser un cuadro de dirigencia, de repente se encuentra con que tienes esta lápida de los que se entronizaron como dueños del partido en los municipios, en los estados, a nivel nacional. De repente al mejor actor, al más fresco, lo hacen a un lado y terminan poniendo a alguien distinto, me ha tocado vivirlo, que traen a alguien de afuera y tienes un nuevo militante perredista que hace a un lado el mérito de esa militancia.

–¿Este tema de la corrientes sería uno de los problemas principales de la desbandada de líderes?

–Sí, al final del día tienes estos cuellos de botella y estos instrumentos que solamente entienden hacer  política de manera orgánica, ‘o estás conmigo o estás contra mí’, o este canjeo de puestos por intereses de estos grupos y no de una base militante, más social, más amplia, que es la que hoy está con la sensación de que hay corrupción, impunidad, de que el PRD ha sido parte de procesos de este tipo y porque los ha tapado. No hablo nada más de Iguala, hablo de las delegaciones del Distrito Federal, los gobiernos en los cuales el PRD se ha convertido en lugar de un instrumento que busque de manera contundente limpiar la casa, termina favoreciendo y apoyando cuestiones que antes criticaba. En la Ciudad de México tuvimos muchos ejemplos que me parece que fueron la primera condición de la derrota. Para terminar esta serie de planteamientos: si el PRD no cambia desde mi punto de vista, corre el riesgo de seguirse haciendo chiquito, de seguir siendo de unos cuantos intereses, de unos cuantos cuates, de unos cuantos camarillas, en lugar de un partido que sea una opción, una alternativa real, para plantear un modelo de cómo acceder al poder y de cómo la sociedad tenga una manera distinta de relacionarse con un gobierno que actúe de manera diferente.

En este contexto había cosas tácticas inmediatas que había que modificar, especialmente frente a 2016. La gente percibe un partido que está desdibujado, un partido que desde la oposición de izquierda ha perdido tono e identidad, esto es lo que las encuestas dicen. No ubican con claridad al PRD como un partido contundente y sólido de oposición  de izquierda. Entonces ir en alianzas me parece equivocado, porque lo que requería hacia  2016, era un relanzamiento de su oposición, de su identidad, de su reencuentro con la militancia.

–De hecho lo plantearon en su discurso, dijeron que querían ser un referente de izquierda…

–Era el punto número uno. Ser un partido de oposición de izquierda, recuperar la identidad. Esta parte no es menor, porque si bien el discurso es parte de la convocatoria, sale a lo último el Congreso y termina avalando la posibilidad de que vayamos en alianzas amplias con el Partido Acción Nacional [PAN], cosa que me parece que va a mantener el desdibujamiento, si se confirma una sola alanza. Ellos se justifican diciendo ‘no es en todos lados’, pero una sola alianza hará que en el espectro electoral digan, ‘mira son los mismos’, porque el PRD y el PAN están aliados. Esto va a mantener una confusión, un desdibujamiento y una pérdida de identidad, me parece que es un error táctico.

–Ante Morena, ¿cómo queda el PRD?

–Le regalas el discurso de izquierda a una partido que en su nacimiento, lo que está capitalizando son estos errores tácticos. Pero cuando hablo de la parte estratégica, y cuando hablo que me animó mucho el querer ser parte de un esfuerzo de transformación, son todos estos argumentos que ni siquiera se tocaron en el congreso. El congreso se hizo para para hacer ajustes que el INE [Instituto Nacional Electoral] había pedido, hacer cambios en términos de organización interna, pero los cambios que más se concibieron fueron: alianzas amplias con el PAN y un cambio para que pueda entrar un nuevo perredista a devolverle la identidad al PRD. Eso me parece que es un contrasentido. A mí me parece que eso fue una farsa, que la convocatoria fue un engaño y para andarle jugando ahorita al tío loco, hay muchas cosas que son más trascedentes en este momento, hay muchas batallas reales que hay que dar con la ciudadanía. El PRD parece que se vuelve a distraer.

–Hablaba Navarrete que iban a ‘deschuzizar’ al partido. ¿Realmente hay un interés de deschuzizarlo? ¿En manos de quien está ahorita el PRD?

–Cuando hablas de la corrientes, independientemente del nombre y el apellido que les quieran poner, son las corrientes, no es una sola, es el formato y el modelo de organización lo que hace que cada liderazgo en particular, dentro de esta corriente, perciba el formato de organizarse en lo interno, bajo una lógica de intercambios. Es un error estructural que si no se logra cambiar, difícilmente el PRD avanzará.

–¿Lo de Agustín Basave [Benítez] ya estaba decidido entre Héctor Bautista y Los Chuchos?

–Mira no me interesa eso, pero no comparto la idea de que frente al rescate de la militancia y la identidad, la decisión sea poner a alguien que viene de fuera y que sea parte de un acuerdo entre corrientes. Una no renovación generacional, es un contrasentido en su totalidad. Yo creo que no es sano eternizarte haciéndole el juego a decisiones que están tomadas y desde la perspectiva, en este caso, que no comparto.

–¿La Secretaría también se está negociando dentro de estas dos corrientes?

–Mira la información que se ha generado es que el acuerdo llegaría a ser que el presiente sea Basave y la secretaria Beatriz Mojica [Morga], en esta lógica en la que las corrientes se reacomodan.

–Beatriz simpatiza con Nueva Izquierda…

–Entiendo que sí. Que es miembro de Nueva Izquierda.

–¿Cómo quedaste tú en esta relación con los dirigentes del partido, luego de que renunciaste a ser candidato de Guerrero? ¿Quedó lastimada la relación?

–Yo dije que en su momento lo que pensaba y pienso al respecto a la forma en que el PRD y los partidos se tienen  que comportar. Me parece que los acuerdos en la medida de que sean los más transparentes posibles y que haya mayor claridad en cómo rendir cuentas frente a cómo se hace política, los partidos podrán volver a acercarse a la ciudadanía y no se les verá en el mismo esquema de corrupción y la impunidad que hoy le lastima a la gente, que con escándalos de los últimos 12 meses, la gente se siente en condición de rechazo a los partidos.

–Te has convertido en una de las pocas voces críticas dentro del PRD, que dice algo contrario a lo que afirma el CEN [Comité Ejecutivo Nacional].

–Eso es terrible. Somos un partido que llegó a ser la principal fuerza política para efectos de oposición 2005. Estuvimos a la puerta de llegar a Los Pinos. En 2012 tuvimos un crecimiento trascendente con la articularon con la sociedad. Es terrible que un partido que tuvo esa fuerza y que gran parte de su fuerza es por la multiplicidad de voces y distintos esquemas de participación democráticas, hoy esté en una situación como esta.

–Digamos, ¿en este año has tenido dos grandes decepciones?

–He hecho política dentro de un partido político que no comparte mi visión de lo que tendría que estarse haciendo en el país.

–En enero lo de Guerrero y ahora te bajas de la aspiración a dirigir el partido…

–Es parte de una misma lógica. Porque digamos la argumentación de Guerreo la arrastro en términos de visión hasta el hecho de lo que se tiene que cambiar en el PRD, por eso mi intención de participar. Pero al darme cuenta de que no hay un intención de cambiar, oyes también, no hay que hachare el juego a algo en lo que no creo.

–¿Qué va a pasar contigo? ¿Con Ríos Piter dentro del partido?

–Voy a seguir haciendo trabajo político. Yo estoy convencido de que en una situación como la que vive el país, se necesitan voces que contrasten, que propongan y que hagan. Estoy tratando de ser una voz de este tipo al interior del PRD y hacia afuera. Hay una condición crítica, en un amplio universo de situaciones: hay crisis en lo político, económico, hay que picar piedra, hacer mucho trabajo político con gente que conozco del PRD en Guerrero, del Distrito Federal, en muchos lugares del país. Hay que seguir picando piedra con esa gente, más allá que la dirigencia siga por otro rumbo.

–¿Entonces te quedas dentro del PRD con esta dirigencia?

–Por lo pronto yo seguiré haciendo trabajo político en el PRD, con la gente, con la base. Me gusta trabajar con los ciudadanos y los militares que creen en el partido y con la gente que cree en la izquierda y que tiene una propuesta de que las cosas pueden mejorar y funcionar de otra forma.

–¿No has evaluado irte?

–No está en mi evaluación en este momento. Me parecería un desperdicio estar planeando a futuro. Hoy mi chamba y mi esfuerzo está en ir consolidando la agenda que tengo, que tiene que ver con el tema de la corrupción, con trasparencia, rendición de cuentas, con un nuevo modelo de justicia para el país.

Foto: Luis Barrón, SinEmbargo
La dirigencia nacional del PRD ven el futuro con miopía, dice el Senador guerrerense. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo

–Dijiste algo que me llamó la atención: dices que si el PRD sigue con esta línea política, se hará más chiquito. ¿Cómo lo ves en un futuro cercano? Están pasando muchas codas en el país: está Morena, Cuauhtémoc Cárdenas acaba de formar el nuevo movimiento Por México Hoy, estuvieron con él varios líderes, aunque dice que no será un partido. Él es el fundador del PRD y está por otro lado. Vienen las candidaturas independientes, vienen muchas cosas, ¿está preparado el partido?

–Mira, me parece que el partido tenía una oportunidad de oro, que fue la convocatoria que hizo la renuncia de Carlos Navarrete, para llegar al Congreso a reconstruírse, relanzarse y hacer un trabajo que en términos de proyección, pudiera rescatar al partido rumbo a 2016 y  proyectarse con una renovación de sus cuadros, de su discursos, de su imagen frente a la sociedad hacia 2018. Yo creo que se perdió, porque se hizo un discurso a la ligera que terminó siendo eso, no una voluntad real. Puede ocurrir, no quiero hacer un planteamiento cataclístico de que eso no ocurra, pero me parece que el momento en el que estaba la oportunidad era el Congreso, no fue así, porque me parece que el PRD se sigue tropezando con su realidad, con la lógica en la que las dirigencias ven el momento y con la miopía con la que se está viendo el futuro. Cuando digo que corre el riesgo de seguirse haciendo chico, es porque el pasado 7 de junio tuvimos un descalabro electoral, perdimos una buena parte de los espacios que habíamos ganado después de ser la segunda fuerza política en 2012. Hay otros partidos de izquierda que están disputándonos al electorado, al discurso público, y que está contrastando con el PRD. Le vamos a regalar un importante espectro de votantes a Morena, gratis.

–¿El PRD no se toma en serio la competencia que tiene?

–Yo creo que no la entiende. Cuando formalizaron el tema de las alianzas hace seis años, las condiciones eran distintas. No tenías un partido también de izquierda que era una incisión de ti, como ahora es Morena. Era un contexto distinto. Hoy me parece que es un error ir en coaliciones con el PAN, porque eso va a desdibujar en el imaginario público una propuesta clara del PRD. La pregunta es dónde va a quedar el PRD frente a 2018: absorbido por Morena, por el PAN o por ambas.

–Aquí en el DF hicieron alianzas con el PANAL [Partido Nueva Alianza], el descalabro más fuerte fue en el DF en donde Morena le arrebató varias delegaciones y curules al PRD…

–Por una razón: en el caso del DF, el PRD se acostumbró a utilizar una maquinaria que de forma mecánica, tenía una gran capacidad de movilización. Esa maquinaria se dividió y el  salto era reconstruir los modelos de trabajo y ser el más proactivo a combatir la corrupción, si es que había compañeros que la habían cometido, señalarla, porque tenían en frente a Morena. Tuvieron una incapacidad de adaptarte a ese nuevo momento.

–¿Qué tato le afectará al PRD rumbo a 2018 la confrontación que ya tiene  en la Asamblea Legislativa donde están divididos los diputados del PRD y Morena? Se están disputando la primera mayoría y ya hasta un Diputado del Partido Verde [PVEM] brincó al PRD para competirle a Morena.

–Si no se hacen bien la cosas, la competencia política terminará desgastando al menos capaz de adaptarse y de evolucionar, democráticamente en cercanía con la gente, cuando tienes competencia en una democracia, ayuda a que la gente tenga de donde elegir, a comparar a contrastar. El PRD no enfrentó una verdadera competencia durante muchos años, hoy tiene una competencia real. Se tiene que poner las pilas, entender que los tiempos cambiaron, se tiene que renovar, ser mucho más proactivo, combatir la impunidad. Hay mayor experiencia del lado del PRD de la que puedan tener otros partidos, pero no depende de una idea, tiene que ser una voluntad política. La moneda está en el aire.

–La moneda está en el aire, pero sí hay un peligro real rumbo a 2018, ¿cual sería el siguiente gran golpe para el PRD? ¿Perder la Ciudad de México?

–Perder la Ciudad de México.

–¿Crees que con Agustín se retomará el rumbo del partido? ¿podrá entender a la competencia?

–Lo que quiero pensar es que un partido político en la condición crítica que tiene el PRD y con los retos, no puede pensar que trayendo gente de afuera, signifique resolver los problemas de adentro, porque pareciera ser que es un acuerdo mecánico, que los que toman las decisiones, pueden poner ahí a quien sea y donde en la marcha las cosas podrán seguir funcionando de manera igual. No se ha hecho un trabajo de base, de tierra que permitió al PRD en un principio a convertirse en un catalizador de casos sociales importantes. Gran parte de la actuación del PRD tiene que ver con las elecciones, quienes están viendo que esto sólo es un proceso electoral, lo están viendo muy pequeño. Ver sólo 2016 y 2018 me parece muy limitado. Es no entender de dónde viene el partido.

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