Los habitantes han bloqueado el acceso a la zona de construcción del confinamiento de residuos industriales que se tiene previsto edificar en el municipio de General Cepeda.
Por Elisa Hernández
Ciudad de México, 8 de octubre (SinEmbargo/Vanguardia).– Opositores al basurero tóxico de General Cepeda mostraron que a menos de 50 metros de distancia de donde se construye el confinamiento habría corrientes subterráneas de agua que abastecen a la región que estarían a una profundidad de 20 metros.
Los campesinos que están en contra de la construcción del Centro Integral para el Manejo y Aprovechamiento de Residuos Industriales (CIMARI) introdujeron una cuerda con un pedazo de madera atado al extremo en el fondo de una noria que se encuentra a escasos metros del confinamiento.
“El Alcalde (Rodolfo Zamora) vino aquí y dijo muy contundentemente cuando habíamos 300 campesinos allá en General Cepeda él dijo si yo veo agua yo revoco los permisos, entonces lo trajimos aquí, vinimos nuevamente pero éramos como 40 los que vinimos hasta acá y dijo saben qué lo que vamos a hacer es demandar a Conagua, (…) pero si sabe perfectamente que tenemos norias con agua por qué no revoca los permisos, no entendemos nosotros qué hay de por medio”, expresó Óscar Reyna, originario del ejido Pilar de Richardson.
De acuerdo a la Manifestación de Impacto Ambiental que la empresa Sociedad Ecológica Mexicana del Norte presentó ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para su aprobación hace más de un año, los mantos acuíferos de la zona se localizan a varios cientos de metros de profundidad.
No obstante, los campesinos insisten en que el agua que ellos utilizan para beber y para el riego corre muy cerca de la superficie y temen que el confinamiento pueda contaminarla afectando la vida del entorno natural y la salud de la
población.
“No estamos en contra de que se ponga, estamos en contra del lugar en el que se quiere instalar porque aquí tenemos el agua”, insistió Óscar Reyna.
