Hillary Clinton ganó las primarias demócratas en Louisiana mientras que Donald Trump se hizo de las primarias republicanas en esa misma entidad además de Kentucky. Foto: Especial.

Menos convencidos por Hillary que por Trump

08/11/2016 - 12:00 am
Hillary Clinton ganó las primarias demócratas en Louisiana mientras que Donald Trump se hizo de las primarias republicanas en esa misma entidad además de Kentucky. Foto: Especial.
El hecho es que todos los estadounidenses, a excepción de los de muy altos ingresos que han visto aumentar su fortuna mientras las clases medias y bajas ven deteriorarse su forma de vida, están enojados. Foto: Especial.

Si algo ha generado desconfianza sobre Hillary Clinton es su profunda relación con los poderes económicos. Si gana Hillary será porque existió un número mayor de votantes que no querían que Donald Trump llegara al poder que los que querían que así fuera. De hecho, Trump, sea cual sea el resultado, tendrá más votantes que voten convencidos por él, que los que tendrá Hillary que voten convencidos por ella.

El apoyo a Trump viene del enojo frente a la caída del modelo americano. Trump ha sido muy efectivo en encausar ese enojo y convertirlo en odio contra el gobierno, contra los migrantes, contra los tratados de libre comercio. El surgimiento de los fascismos se han logrado al ser muy efectivos en convertir el enojo en odio y ahí ha radicado la estrategia de Trump.

El hecho es que todos los estadounidenses, a excepción de los de muy altos ingresos que han visto aumentar su fortuna mientras las clases medias y bajas ven deteriorarse su forma de vida, están enojados. Están molestos porque el modelo de vida estadounidense se ha deteriorado.

No creo que los votantes por Hillary piensen que esta condición va a cambiar, lo que saben es que con Trump la situación puede ser peor y llevar a un caos económico y político. Los votantes de Trump, muchos de ellos han sido seducidos por el discurso del en ciernes dictador, poco razonan, ellos creen, ellos odian. De un lado el odio con Trump, del otro la razón por lo menos peor. Uno de los muchos elementos que distinguen a los votantes de uno y otro candidato es que el voto a Hillary es de la población con mayor educación, que sabe el desastre que puede provocar para su país y el mundo un personaje como Trump. Se ha encontrado una relación muy clara que entre mayor es la educación mayor es el voto por Clinton y más bajo para Trump (Morning Consult) .

Si uno revisa los grandes donantes de Hillary y los de Trump, uno encuentra que los mayores aportes recaudados en la industria financiera van para Hillary y que Trump no tiene aportes de grandes corporaciones. Lo anterior confirma como las personas y las propias corporaciones, más o menos bien informadas, están preocupadas por lo que pudiera significar que una persona con las características de Trump llegue al poder.

Sin embargo, Hillary no representa la líder que se requiere para enfrentar desde las crecientes desigualdades en la sociedad estadounidense hasta los crecientes conflictos internacionales. Se sabe de su dureza en materia internacional, una dureza que se encontró controlada por Obama, pero: ¿cómo se comportará Hillary con el poder en sus manos?. Y la respuesta que viene a la mente de la mayor parte de los votantes no es la respuesta a esa pregunta, es la elaboración de otra pregunta: ¿Qué nos pasaría si Trump tiene todo el poder en sus manos?. Pero la pregunta debe responderse y no ser ocultada por la amenaza de Trump.

Berny Sanders lo explicó muchas veces, muy claramente, Hillary representa los grandes intereses económicos. El discurso de Hillary se ha matizado gracias a la fuerza de Sanders entre los demócratas y gracias a lo que Obama ha hecho y más a lo que quiso hacer y no pudo por un congreso dominado por los republicanos. Pero, después de las elecciones, si Hillary gana: ¿a dónde llegarán sus políticas sociales?, ¿pondrá más impuestos a los más ricos?, ¿facilitará el acceso a la educación superior a las familias más pobres?, ¿reforzará el acceso de los menos favorecidos a la salud?, ¿respetará el TLCAN?.

La sociedad estadounidense ha quedado fragmentada, más allá de los resultados de estas elecciones. El racismo se ha disparado en los Estados Unidos, la misoginia se ha aceptado por un alto porcentaje de los ciudadanos de ese país, la evasión de impuestos no se ve mal, la ideología en contra de un estado benefactor se ha fortalecido, la ley del oeste parece ser apreciada nuevamente por un porcentaje importante de estadounidenses. Y ni modo, apoyamos el voto por Hillary.

Alejandro Calvillo
Sociólogo con estudios en filosofía (Universidad de Barcelona) y en medio ambiente y desarrollo sustentable (El Colegio de México). Director de El Poder del Consumidor. Formó parte del grupo fundador de Greenpeace México donde laboró en total 12 años, cinco como director ejecutivo, trabajando temas de contaminación atmosférica y cambio climático. Es miembro de la Comisión de Obesidad de la revista The Lancet. Forma parte del consejo editorial de World Obesity organo de la World Publich Health Nutrition Association. Reconocido por la organización internacional Ashoka como emprendedor social. Ha sido invitado a colaborar con la Organización Panamericana de la Salud dentro del grupo de expertos para la regulación de la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia. Ha participado como ponente en conferencias organizadas por los ministerios de salud de Puerto Rico, El Salvador, Ecuador, Chile, así como por el Congreso de Perú. el foro Internacional EAT, la Obesity Society, entre otros.
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