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Republicanos se alejan del muro de Trump, y cambian el discurso por “más vigilancia”: Bloomberg

08/12/2016 - 3:00 pm

Conforme se acerca el día en que Donald Trump asumirá el cargo de Presidente de Estados Unidos, legisladores de su partido han comenzado a suavizar la que quizá fuera su más importante promesa de campaña: la construcción de un muro de concreto a lo largo de los más de 3 mil 100 kilómetros de frontera con México. Ahora insisten en que lo que propuso Trump como candidato no fue exactamente un muro. ¿De qué se trataba entonces? Quizás de una valla, acompañada de más agentes para la Patrulla Fronteriza y de drones surcando vigilantes los cielos de la línea divisora. Bien para México pero, ¿cómo reaccionarán los millones de estadounidenses que votaron por Trump por la promesa del gran muro de hormigón?

Ciudad de México, 8 de diciembre (SinEmbargo).- Un artículo de Bloomberg Politics, firmado por Laura Litvan, da cuenta de la creciente distancia que legisladores del Partido Republicano están poniendo entre ellos y la propuesta de construir un muro de concreto en la frontera de Estados Unidos con México, uno de los blasones insignia de la campaña de Donald Trump, el hoy Presidente electo.

El texto empieza citando declaraciones recientes del Representante Dennis Ross, miembro del equipo de transición de Trump.

“El ‘muro’ es un término para ayudar a entender, para describir algo”, dijo Ross, republicano de Florida, quien agregó que “muro” realmente “significa ‘seguridad’”.

De acuerdo con Ross el término “podría significar una cerca, podría referirse a una vigilancia abierta para evitar que la gente cruce. En realidad no significa un muro real”.

De acuerdo con el artículo de Litvan, incluso los aliados más cercanos de Trump en el Congreso están trabajando para redefinir su principal promesa de campaña, que muchos ven como demasiado costosa y poco práctica para asegurar la frontera con México de 3 mil 100 kilómetros de longitud.

Muchos de ellos parecen estar claros en que la inmigración indocumentada puede detenerse con una valla, más agentes de la Patrulla Fronteriza y drones.

El propio presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, sugirió el domingo pasado aproximarse al tema del muro desde los enfoques que hagan más sentido.

“Las condiciones en el terreno determinan lo que necesitas en un zona en particular”, dijo Ryan en una entrevista con el programa 60 Minutos de la cadena CBS.

Por su pare, de acuerdo con el artículo de Bloomberg, el presidente de la comisión de Seguridad Interior en la Cámara de Representantes, Michael McCaul, dijo el miércoles: “Vamos a construir el muro. Punto”. Pero también describió su plan, el plan que propondrá el próximo año, como un “sistema de defensa histórico; multifacético, para que los cárteles de la droga y los terroristas no se metan por las grietas”.

“Eso significa más agentes de la Patrulla Fronteriza, nuevas autoridades, vigilancia aérea, sensores y otras tecnologías para proteger nuestro territorio”, dijo McCaul, representante por Texas, en un encuentro con la Heritage Foundation, en Washington.

El propio Trump se había alejado de la idea de un muro fortificado días después de las elecciones, diciéndole a la CBS que aceptaría una reja en algunas zonas. Pero apenas la semana pasada revivió su promesa de un gran muro de concreto ante una multitud enardecida en Cincinnati.

“Construiremos una gran muralla en la frontera, desmantelaremos a los cárteles criminales y liberaremos a nuestras comunidades de la epidemia de la violencia de las pandillas y de las drogas que están entrando a nuestra Nación”, dijo Trump.

El Presidente electo enfrenta quizás más presión política para generar resultados en este tema que en cualquier otro. Una reciente encuesta del Pew Research Center encontró que 79 por ciento de los votantes registrados que apoyó a Trump, consideró a la inmigración ilegal como un “gran problema”.

Porcentajes más pequeños mencionaron otros temas como el terrorismo o la falta de trabajo como problemas para los estadounidenses.

En agosto pasado, otra encuesta del Pew encontró que el 79 por ciento de los votantes de Trump quieren un muro a lo largo de toda la frontera con México, en comparación con sólo el 38 por ciento de todos los votantes registrados.

El hecho es que los republicanos en el Congreso insisten ahora en que el plan de Trump para la seguridad fronteriza es más flexible.

“Creo que un muro es cualquier cosa que impida que la gente entre ilegalmente en el país”, dijo el representante Lou Barletta, un republicano de Pensilvania que ha hecho de la restricción de la inmigración ilegal uno de sus temas insignia. “Podría ser una variedad de todas las cosas que se puedan utilizar para tener éxito”.

Los demócratas aseguran que un enfoque flexible será clave para aprobar un plan en el Senado el próximo año, donde se necesitan 60 votos para aprobar la legislación; los republicanos controlan como máximo 52 votos/escaños.

PERDER EL TIEMPO

“Si sólo están hablando de un muro, están perdiendo su tiempo”, dijo el Senador Jon Tester, un demócrata de Montana en el Comité de Seguridad Nacional. “Tiene que ser una combinación de varias cosas que ya estamos haciendo: tecnología, personal y construcción física. Creo que eso es justo lo que estamos haciendo ahora, pero podríamos estar haciendo más”.

Los demócratas también insisten en proteger a 750 mil jóvenes indocumentados que están temporalmente protegidos contra la deportación gracias a una orden ejecutiva de 2012 indicada por el Presidente Barack Obama. Los senadores republicanos Lindsey Graham de Carolina del Sur y Jeff Flake de Arizona también respaldan esa idea.

“Esperamos que haya una dramática reducción de la retórica de la campaña”, dijo el Senador Tim Kaine de Virginia, quien fue candidato a Vicepresidente en la fórmula de Hillary Clinton.

La Ley actual requiere que el Departamento de Seguridad Nacional construya cercas reforzadas a lo largo de al menos 700 millas de la frontera, aunque no hay fecha límite para hacerlo ni ubicación específica; la altura o la forma de la valla no está especificada tampoco.

Esa dependencia informó en octubre de 2014 que había construido cerca de 353 millas de valla para evitar el cruce de peatones y 299 millas para evitar el cruce de vehículos. Este mes, el Servicio de Investigación del Congreso dijo que esa dependencia todavía necesitaba construir casi 50 millas de valla para satisfacer el requisito de las 700 millaS.

La última acción significativa del Congreso sobre inmigración ocurrió en 2013, cuando el Senado, entonces controlado por los demócratas, votó para crear una ruta hacia la legalización de 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos y para gastar 46 mil millones de dólares para asegurar la frontera mexicana.

La Casa de Representantes, dominada por los republicanos, no aceptó el proyecto de Ley, ya que la mayoría en el Partido Republicano se opuso a la legalización.

Quizás lo más parecido a un muro fortificado fue construido durante la presidencia de Bill Clinton, cuando Estados Unidos instaló una cerca de acero soldado de 10 pies de altura a lo largo de 14 millas de la frontera cerca de San Diego.

El Senador John Hoeven, republicano de Dakota del Norte que preside el panel de Apropiaciones que financia la seguridad nacional, dijo que un muro estilo San Diego podría ser un “modelo” para barreras fortificadas en áreas con mucha población, pero que otros enfoques deberían ser usados en otros lugares.

“Tiene que ser una combinación de una pared física, entonces también necesita sensores y otra tecnología”, dijo Hoeven. Y entonces necesitas a la gente. Es una combinación de los tres.

El Representante Steve King de Iowa puede ser uno de los únicos republicanos en Capitol Hill que apoye la creación de una pared física a lo largo de toda la frontera.

King, el defensor más férreo en la Casa de Representantes de la seguridad fronteriza, insiste en que es factible construir un muro de cemento de 3 y medio metros de altura, que mida 15 centímetros de grosor y penetre un metro y medio en el suelo para impedir los túneles.

Como la mayoría de los demás legisladores, sin embargo, piensa que la promesa de Trump de hacer que México pague por una muralla es poco probable que suceda, al menos no inicialmente.

“Los contribuyentes estadounidenses pagan por esto”, dijo King. “Si Trump puede averiguar cómo sacarlo de México, yo estoy en todo con él. Pero debemos obtener los recursos y obtener un buen diseño, y avanzar rápidamente”.

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