Wirikuta no se ha rendido. Miembros de las organizaciones Frente en Defensa de Wirikuta y Pueblo Indígena, que la han defendido como zona sagrada y sustentable, no descartaron un levantamiento como último recurso ante la ejecución del proyecto Universo en la sierra de Real de Catorce en San Luis Potosí, que puede significar el inicio de la explotación minera de 70% de la región.
Por lo pronto, enviarán un documento en el que le pedirán explicaciones al gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, quien el 28 de abril de 2008 –con cinco gobernadores estatales– firmó el pacto de “Huauxa Manaka”, un compromiso para preservar los lugares sagrados, las rutas de peregrinaje, así como los recursos naturales de los huicholes.
No obstante, en 2010, el Presidente otorgó concesiones para explotar minas en la mayor parte de Wirikuta.
En diciembre pasado, la empresa minera Revolution Resourses empezó una perforación de 7 mil metros con tres equipos para analizar las condiciones de la tierra. Los primeros resultados los dará a conocer este mes, según informó el mismo corporativo canadiense en un comunicado traducido por el Frente Opositor a Minera San Xavier, integrante del Frente en Defensa de Wirikuta.
En ese comunicado, Revolution Resources anunció que firmó un acuerdo con Lake Shore Gold (LSG) para adquirir hasta 100% de las cuatro grandes concesiones mineras en México, de manos de West Timmins Mining Inc.
Entrevistado por SinEmbargo.mx, Óscar Ukeme, director de Pueblo Indígena, se manifestó sorprendido del inicio de las operaciones de la minera la sierra de Real de Catorce. “Nos encontrábamos a la espera de información por parte de la Secretaría de la Reforma Agraria, de estudios que hizo en agosto pasado, en aras de ratificar a Wirikuta como zona sagrada. Pero el gobierno federal parece avanzar por su lado. No descansaremos. Haremos lo que esté en nuestras manos en México y ante los organismos internacionales”, expuso.
México es signatario del Acuerdo 169 de la Organización Internacional del Trabajo que implica que los pueblos originarios sean consultados para cualquier proyecto en las tierras ancestrales. Ukeme dijo que es posible apegarse a tal convenio internacional.
Los grupos opositores también solicitarán al gobierno federal una respuesta clara de por qué Wixarica –donde se inició el proyecto Universo– fue borrado del Sistema Geológico Nacional. Como publicó ayer SinEmbargo.mx, el portal del Servicio Geológico Mexicano ofrece un sistema de consulta llamado Geoinfomex, a través del cual puede conocerse la información geocientífica, así como la propiedad de la Dirección General de Minas. “Curiosamente al buscar el área natural protegida de Wirikuta en el estado de San Luis Potosí, ésta brilla por su ausencia; es decir, dicha aplicación no considera el área protegida del pueblo Wixarika, quizá sea una curiosidad o un error de la aplicación, pero según lo vivido en Cerro de San Pedro, en el mismo estado de San Luis Potosí, los decretos de protección sirven de poco, más bien son letra muerta”, expone en su página el Frente en Defensa de Wirikuta.
El activista Oscar Ukeme, de Pueblo Indígena, expuso que ahora la batalla se ha acentuado y llamó a todos los defensores de la zona sagrada a estar unidos bajo una sola causa: la preservación de la región. “La división ahora no conviene. Ninguno de nosotros quiere oro, ni plata. Sólo queremos defender nuestro santuario”.
Los huicholes en México
En México viven casi 20 mil huicholes repartidos en la Sierra Madre Occidental, entre Jalisco, Nayarit y Durango. Ejercen una religión naturalista con varios dioses. Se proponen un equilibrio de las fuerzas de la naturaleza. Para esta cultura, el territorio es un espacio sagrado, un templo habitado por una constelación de dioses que adquieren forma de plantas, animales, cuevas, manantiales, montañas, y todas las fuerzas de la naturaleza. El sol a veces es el padre. La lluvia o el cielo a veces son madres, y el viento y el venado son siempre hermanos de los seres humanos. Explotar una mina en esas regiones impide la conexión con la cosmogonía.
Una de sus características como cultura es el vínculo entre el maíz, el venado y el peyote. Con el peyote, según la cultura huichol, se trasciende de lo material a lo sagrado. El peyote es un ser viejo que explica el sentido del ser en el mundo. Esta concepción del peyote ha sido un elemento utilizado por los detractores del movimiento que defiende a Wirikuta como zona sagrada.
