Ciudad de México, 9 abr (SinEmbargo).- No era precisamente lo que los fieles espectadores del programa de talentos American Idol esperaban. Antes, más bien creían que la atención iba a centrarse en las peleas entre las dos divas Nicki Minaj y Mariah Carey.
Sabían que el viejo lobo de mar que es Randy Jackson cubriría con eficacia su puesto habitual en la mesa del jurado, pero no tenían grandes expectativas puestas en el desempeño del artista australiano de música country Keith Urban.
Sin embargo, cuando está a punto de terminar la temporada 12 de AI, los críticos televisivos en los Estados Unidos y sobre todo el público, que lo adora, corean su nombre con satisfacción.
Casado con una de las estrellas más famosas del cine contemporáneo, su compatriota Nicole Kidman, para los medios del mundo y para muchos espectadores que no cultivan la afición por la música country, Urban fue antes de American Idol, “el esposo de Nic”.
Ahora es el juez más entrañable y divertido de todos. Una imagen tremendamente sexy que la audiencia femenina festeja, sobre todo si se piensa que desde hace varias temporadas, con la salida del seductor Simon Cowell, no había entre la mesa del jurado un ejemplar para que las féminas se dieran su buen taco de ojos.
KEITH URBAN EN EL AQUÍ Y AHORA
Algunos dirán en este punto que no hay que hacer mucho esfuerzo para sobresalir entre la acartonada y corta de palabras Mariah Carey y la más que confusa Minaj, pero mientras Randy salva los papeles con su acostumbrada eficiencia, Keith es el más presente en el show.
Baila, canta, da opiniones certeras, se involucra con los participantes y demuestra que a pesar de que muchos lo identifiquen sólo por el nombre de su célebre esposa, en realidad hace 15 años que se dedica profesionalmente a la música.
Keith Urban no desconoce la situación, claro está. Sabe que ahora tiene un nuevo estatus mediático y lo aprovecha, dando conciertos masivos, que incluso al artista sorprende.
En el pasado, había declarado durante una entrevista otorgada a la prensa inglesa que sí, que le dolía que sólo le dieran reconocimiento por ser el marido de Kidman, con quien ha encontrado la paz, según ha dicho, luego de largos y recurrentes periodos de oscuridad a causa de su adicción al alcohol.
“Estoy muy agradecido a mi mujer porque ha estado junto a mí en todo el proceso. Su fuerza me ha ayudado a no flaquear”, dijo cuando entró por última vez a una clínica de rehabilitación.
Nicole Kidman y Keith Urban se casaron en junio de 2006 y juntos dicen llevar una vida tranquila y apacible en Nashville, alejados de la locura de Hollywood. Procrearon dos hijas, Sunny Rose y Faith Margaret, que se unieron a los dos hijos adoptivos que la actriz tuvo con su ex marido, Tom Cruise.
En lo estrictamente musical, Keith Urban, de 45 años, ha dado a conocer en 2010 su disco Get Closer, el número 11 en su dilatada carrera.
