Falta de tiempo y dinero, la utopía del combate al ébola; ¿por qué no existen vacunas para algunas enfermedades?

09/04/2014 - 12:00 am
El 90 por ciento de los casos de ébola resultan mortales, sin embargo, no hay vacuna para este mal. Foto: EFE
El 90 por ciento de los casos de ébola resultan mortales, sin embargo, no hay vacuna para este mal. Foto: EFE

Ciudad de México, 9 de abril (SinEmbargo).– En las últimas semanas brotes de ébola han causado la muerte de más de un centenar de personas en varios países cercanos a la costa del atlántico de África subsahariana, lo que ha puesto focos rojos en esta zona comúnmente golpeada por problemas sociales. Sin embargo, más allá de lo que se conoce de esta enfermedad, cuya infección provoca la muerte en la mayoría de los casos, llama la atención que aún no existan medicamentos ni vacunas contra esta ni otras enfermedades de igual naturaleza.

“La realidad es que hay unas 20 vacunas que consideramos que deberían existir, ya que harían una gran diferencia en cuanto a salud pública. Se podrían salvar millones de vidas, como en el caso de la tuberculosis o el sida, o cientos de miles de enfermedades graves, como en el caso de la vacuna contra la influenza”, dijo Adrian Hill, director del Instituto Jenner, de la Universidad de Oxford.

Sin embargo, la actual situación africana da pie a muchas preguntas. Empezando por el hecho de que la industria farmacéutica no invierta más en estas vacunas, publicó el el servicio de radiodifusión internacional Deutsche Welle.

De acuerdo con Hill, “las compañías farmacéuticas se ocupan de las enfermedades donde hay grandes mercados. Y lo que dificulta todo esto es que desarrollar vacunas toma más tiempo que desarrollar medicamentos. Puede llevar de 10 a 20 años crear una vacuna nueva y colocarla en el mercado. Y todo el proceso puede costar 500 mil millones de euros [casi nueve billones de pesos]”.

Dinero y mucho tiempo es la respuesta detrás de este estancamiento. Más allá de que la cura exista o no, un factor clave que obstaculiza el desarrollo de las vacunas es la seguridad, ya que se para desarrollarlas se utilizan nuevas tecnologías que aún no han sido probadas en seres humanos, y la única forma de probar que no son perjudiciales es llevar a cabo estudios clínicos con miles de personas.

El mismo caso se repite con otras enfermedades como la malaria. Hay compañías farmacéuticas que invierten tiempo y dinero en la búsqueda de vacunas para los países más pobres y, al mismo tiempo, mejoran su imagen pública. Sin embargo, son casos excepcionales que no se aplican a la industria en general.

La falta de dinero y tiempo son dos de los principales problemas para la creación de un tratamiento eficaz contra el ébola y otras enfermedades similares. Foto: EFE
La falta de dinero y tiempo son dos de los principales problemas para la creación de un tratamiento eficaz contra el ébola y otras enfermedades similares. Foto: EFE

“Lo que nos gustaría es que hubiera más compañías que hicieran lo mismo, y tal vez se podrían repartir las grandes enfermedades entre ellas para que pudieran asumir todas juntas esa gran labor. Eso sería lo ideal”, dice Hill, quien además agrega que otra alternativa sería lograr que grupos de investigación sin fines de lucro, interesados en desarrollar estas nuevas vacunas, se ocupen de diseñarlas, realicen pruebas clínicas y –una vez que obtengan una vacuna efectiva– traten de convencer a las compañías de que se ocupen de su manufactura distribución.

La semana pasada la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que el número de infectados por el virus del ébola asciende a 134 en Guinea, mientras que los fallecidos ya suman a 83. También se detectaron los primeros casos en Liberia, con al menos dos personas muertas y 11 casos sospechosos, según indicó el Ministerio de Salud. Por su parte, Senegal cerró hace días sus fronteras con Guinea como medida preventiva para impedir una propagación de la epidemia hacia su territorio, aunque también ahí se han detectado casos sospechosos. Así mismo, Gambia informó que tiene dos posibles casos que llegaron desde el sur de Guinea manifestando los síntomas de esta enfermedad.

El virus del ébola se transmite a través de contacto directo, no a través del aire. Se propaga mayormente en África central y occidental, cerca de selvas tropicales, sobre todo en la República Democrática del Congo, en Sudán, Gabón, Costa de Marfil, Uganda y ahora también en Guinea.

Los síntomas de esta enfermedad son hemorragias internas y una fiebre muy alta, además de dolores musculares, vómitos y diarrea. Actualmente no existe un tratamiento estándar para los casos, y las cepas más peligrosas provocan la muerte en el 90 por ciento de los casos. Sin embargo, quizás el mayor problema que existe es uno muy simple, y a la vez complica todo: no hay vacuna ni medicamentos contra esa enfermedad.

En cuanto a su tratamiento, algunos medicamentos nuevos han dado resultados prometedores en estudios de laboratorio y actualmente se están evaluando. Actualmente, varias vacunas experimentales están en fase de prueba, pero podrían pasar años antes de que alguna de ellas pueda utilizarse, dio a conocer la OMS.

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