México

Politólogos creen que el PRD se alió al PAN para amortiguar la derrota histórica que se avecina

09/04/2018 - 10:00 pm

El PRD que fue la fuerza política más importante en la Ciudad de México hasta 2015, cuando perdió su liderazgo frente al partido Morena, y que consolidó el llamado “corredor amarillo” en el Estado de México entre 1996-2006, está a punto de quedarse sin su principal bastión, y sin ningún otro estado en el país, coinciden politólogos consultados por SinEmbargo.

Si el 1 de julio no gana el panista Ricardo Anaya Cortés, candidato de “Por México al Frente” y abanderado del Sol Azteca, y si los perredistas pierden la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, esa fuerza política estará en serios problemas. Por eso, afirman, se aferra ahora al frente para “sobrevivir” y mantener el financiamiento público y, por ende, las prerrogativas.

Ciudad de México, 9 de abril (SinEmbargo).- El Partido de la Revolución Democrática (PRD), que gobernó en más de una ocasión 14 de las 16 delegaciones de la Ciudad de México y los municipios aledaños del Estado de México, una zona que se llamó incluso el  “corredor amarillo”, llega a la elección de este año desgastado y en peligro de quedarse sin su principal bastión, coinciden analistas consultados por SinEmbargo.

“Su futuro dependerá mucho de la candidatura presidencial del Frente. Tienen fuerza relativa en la Ciudad de México, Tabasco, Morelos. Si el PRD perdiera, como todo parece indicarlo, en la [elección de la] Ciudad de México y también en la presidencial, va a convertirse en un partido de segundo nivel. Los grandes partidos están ante ese desafío: el PRI [Partido Revolucionario Institucional] es probable que pierda la mayoría de las gubernaturas, el PAN [Partido Acción Nacional] quizás gane algunas y Morena [Movimiento Regeneración Nacional] ganará otras y es probable que el PRD ninguna. Si tampoco ganan la Presidencia, esto lo pondrá en una posición inédita, con escaso presupuesto y muy parecida a la que tuvo antes de 1997”, explicó Nicolás Loza Otero, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

El partido del Sol Azteca ganó 14 de las 16 demarcaciones del entonces Distrito Federal en los comicios de 2006 y 2012, pero perdió ocho en las intermedias de 2015; cinco de ellas frente al partido de reciente creación Morena.

Los perredistas lograron también triunfos considerables a partir de 1996 en el Estado de México consolidando el llamado “corredor amarillo”.

“El Edomex es muy complejo. No son electores tipo los de la Ciudad de México. En la Ciudad de México antes de 1988 había un fuerte voto antipriista y no necesariamente un voto por la izquierda. Esa característica era compartida por los municipios conurbados de la Ciudad de México. Ahí como nunca hubo un polo de izquierda atractivo electoral”, puntualizó Loza Otero.

Ese 1996, el PRD ganó 26 ayuntamientos de 121. Los municipios de Calimaya, Acolman, Isidro Fabela, Nezahualcóyotl, La Paz, San Mateo Atenco, Teotihuacán, Zumpango, Texcoco, Tultepec, entre otros, se pintaron de amarillo de acuerdo con los resultados electorales de ese año publicados por el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM).

En las siguientes elecciones, en el 2000 y 2003 el PRD el Sol Azteca sumó victorias importantes como el municipio de Ecatepec, Ixtapaluca y Chalco.

En 2006 el PRD dominaba 16 de los 40 distritos electorales. De acuerdo con el Sistema de Consulta de Memorias Electorales 1993-2016 del Instituto Electoral del IEEM, los aspirantes a una diputación por el Sol Azteca ganaron Nezahualcóyotl con 28 mil 649 votos.

Pero en la elección de 2015 el Sol Azteca sólo ganó 16 de los 125 ayuntamientos y de la zona conurbada con la Ciudad de México sólo conservó Nezahualcóyotl y Valle de Chalco, mientras que el PAN ganó seis municipios conurbados y el PRI en alianza con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) 10.

De acuerdo con los datos oficiales del IEEM, el PRD sólo ganó seis de los 40 distritos en la elección de diputados por el principio de mayoría relativa en la elección de ese año.

Guadalupe Acosta, Héctor Serrano, Héctor Bautista, Jesús Ortega y Jesús Zambrano y Manuel Granados: Los liderazgos del PRD que impulsan a Ricardo Anaya en su pela por la Presidencia de la República. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro

EL PACTO, “LOS CHUCHOS Y EL DESFONDE 

María Eugenia Valdés Vega, politóloga especializada en procesos electorales, padrón electoral y sistema político mexicano de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), precisó que la pérdida de fuerza electoral que el PRD tenía en el centro del país se debió a la firma del Pacto por México impulsado por la corriente hegemónica en el 2012, Nueva Izquierda (NI) o “Los Chuchos”.

“El PRD perdió autonomía y fue defendiendo el proyecto neoliberal del PRI y del PAN al grado que ahora le hace la campaña a un panista y está en la cola, haciéndole propaganda a [Ricardo] Anaya. Es una cosa muy vergonzosa. Todos tienen cola que les pisen, el sistema de partidos PAN, PRI y PRD está deshecho”, sostiene.

El Pacto por México fue firmado por el entonces dirigente nacional del partido Jesús Zambrano Grijalva en 2012 y, luego de múltiples desacuerdos, provocó una desbanda de liderazgos perredistas.

Héctor Quintanar Pérez, especialista de la Facultad Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), opinó que el Pacto por México fue el rasgo distintivo que selló el proyecto político de “Los Chuchos” para el PRD.

“Hacer pactos con sus enemigos históricos, olvidándose que una buena parte del PRD nació como una escisión del PRI, olvidando sus propios orígenes se fueron a los brazos de los priistas y se desdibujaron, hay bastantes signos que lo confirman”, dijo.

“Los Chuchos” defendieron el pacto con el argumento de que el partido era “progresista” y que no servía de nada oponerse al proyecto presidencial. Jesús Ortega Martínez, líder de NI, y Zambrano Grijalva afirmaron en más de una ocasión que había que ser generadores de un cambio y no ser un partido que dijera “que no a todo”.

Ivonne Acuña Murillo, investigadora del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana (UIA), afirmó que en las elecciones del 1 de julio el PRD está en peligro de perder el registro en algunos estados.

“En algunas localidades no figura, no existe, y dado que comparte el mismo nicho Morena es aún peor. El PRD se está desfondando de una manera importante, se convirtió en un partido satélite en muy poco tiempo. La crisis del partido es en serio, por eso están defendiendo con todo la Ciudad de México, así que podemos esperar de todo: violencia y trampa”, advirtió.

Los tes gobernadores perredistas en funciones: Arturo Núñez, Tabasco; Graco Ramírez, Morelos, y Silvano Aureoles Conejo, Michoacán. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro

¿SIN BASTIÓN?

Los analistas políticos coinciden en que la crisis del PRD es tan profunda que se podría queda sin un bastión para presumir.

Claudia Sheinbaum Pardo, candidata de la coalición “Juntos Haremos Historia”, es puntera en la encuestas para ganar en la Ciudad de México. Una de las últimas encuestas realizadas por El Financiero, dada a conocer a finales de febrero, da a la candidata de Morena una intención del voto de 52 por ciento en contraste con 27 por ciento de Alejandra Barrales Magdaleno, candidata del PRD. En ese ejercicio Mikel Arriola Peñalosa, candidato del PRI, se coloca en un lejano tercer lugar con el 14 por ciento.

Los datos de la encuesta exhiben también el desgaste del PRD, en la intención de voto para diputados locales el 41 por ciento de los consultados respondió en favor de Morena, 15 por ciento por el PRD, 13 por ciento al PAN y 12 por ciento al PRI.

Una previa hecha por Consulta Mitofsky para el diario El Economista apunta a que Barrales alcanza el 27.1 por ciento de intención del voto, por abajo del 38.4 por ciento de Sheinbaum, y el 10.2 por ciento de Arriola. Este ejercicio también muestra que solo el 5.3 por ciento de los consultados se identificaron como perredistas, cifra menor al 12 por ciento de los que se dijeron panistas, el 7.7 por ciento de los priistas, y el 27.7 que se autoreferenciaron como simpatizantes de Morena.

Los resultados en el rubro de “imagen buena” tampoco son buenos para el partido del Sol Azteca: solo el 13.3 por ciento tiene esa impresión del instituto frente al 30.4 por ciento de rechazo; el PAN, su otro aliado, tiene 15.6 por ciento de imagen positiva y 39.7 por ciento de negativa, y MC, 7.4 por ciento frente al 19 por ciento de rechazo.

El Sol Azteca, explicaron los académicos, puede perder Morelos, gobernado actualmente por Graco Ramírez Garrido Abreu, y Tabasco, cuyo gobierno está a cargo de Arturo Núñez Jiménez. De ser así los perredistas conservarían solo Michoacán.

Sin embargo, señalan, es difícil que Michoacán, con Silvano Aureoles Conejo como Gobernador, se convierta en el nuevo bastión perredista.

“La fuerza que anteriormente ha tenido en ambos estados [Morelos y Michoacán] va a permitirle estar un poco arriba de la sobrevivencia, pero difícilmente ganará las senadurías o el Gobierno de Morelos”, indicó Loza Otero.

María Eugenia Valdés agregó que es posible que el PRD sólo conserve Tabasco y Michoacán.

“Michoacán, quizás, se podría convertir en su bastión, pero terriblemente. Es un estado destrozado por el narcotráfico, tan fallido por el papel de los criminales y además con la falta de liderazgo que tiene Silvano Aureoles, que no es un liderazgo que pueda encabezar el proyecto que representó el PRD”, explicó.

La académica recordó que “cuando un partido pierde su orientación ideológica, se corre el riesgo de desaparecer”, pero que no será este año cuando el PRD desaparezca, pues es un partido que recibe recursos públicos de los cuales viven un grupo de políticos que pugnarán por no perder sus privilegios.

“Hay mucha gente que aún vive de ese partido. Esa estructura no se acabará de un día para otro. Se ha ido debilitando y se quedará luchando sólo por sobrevivir y seguir captando recursos”, finalizó.

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