“No podemos acoger e integrar de forma permanente a más de un millón de refugiados al año”, señalan los dos políticos en un artículo firmado en el último número de la revista “Der Spiegel”.

A su juicio, “a pesar de la ejemplar solidaridad de los alemanes” y de “hacer todo lo posible por volver a reducir el número de inmigrantes”, el debate no puede centrarse sólo en si las capacidades del país o en si “el barco está lleno”.

Si se limita a ello, la cuestión de los refugiados amenaza con romper la sociedad alemana, advierten Gabriel y Steinmeier, quienes abogan por tomar en serio los problemas y necesidades de las personas.

“Nuestra política sólo podrá ser sostenible a largo plazo si no sobreexplotamos la solidaridad de la gente en nuestro país”, escriben.

Para reducir la presión sobre Alemania son necesarias “soluciones europeas” y una cooperación más estrecha entre los 28 miembros de la Unión Europea (UE).

Gabriel y Steinmeier aluden en este contexto a la necesidad de establecer cuotas fijas para el reparto de refugiados y de destinar más personal para proteger las fronteras exteriores europeas.

Asimismo, se pronuncian a favor de una coordinación más estrecha en las decisiones sobre el derecho de asilo, con la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO) como “embrión de una autoridad europea” en la materia.

“También en este aspecto deberíamos avanzar con paso firme hacia la integración”, escriben el Vicecanciller y el jefe de la diplomacia alemana, que no obstante recuerdan que la tarea más importante continúa siendo combatir los motivos que llevan a los solicitantes de asilo a emprender la huida.