Académicos del INAH acusan que el gobierno de Moreno Valle construye sin permiso cerca de la Pirámide de Cholula

10/03/2014 - 10:15 pm
Foto: Cuartoscuro.
Foto: Cuartoscuro.

Ciudad de México, 10 de marzo (SinEmbargo).– Académicos e Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) denunciaron al Gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, por afectar vestigios arqueológicos en San Pedro, Cholula, con la construcción de un distribuidor vial.

“La obra se ubica en el espacio de entrada a la Zona de Monumentos Arqueológicos de Cholula, a tan sólo 400 metros de la famosa Pirámide de Cholula, la más grande en volumen del mundo”, dice una carta abierta firmada por los docentes-investigadores del INAH.

Según dieron a conocer los especialistas, esta corta cercanía de los trabajos podría afectar evidencias de restos de asentamientos prehispánicos relevantes como los localizados en el año 2009 en la avenida 12 Oriente de San Pedro, Cholula, lugar en donde terminará el distribuidor.

“Su construcción [del distribuidor], sin duda, podría destruir gravemente vestigios de gran valor e importancia para la nación, así como la visual hacia la pirámide, alterando con ello la imagen de uno de los paisajes más significativo de Cholula”, afirmaron.

En la misiva además aseguraron que “es evidente que no se realizaron los estudios de prospección y factibilidad necesarios para definir la pertinencia de esa obra”. Además denunciaron que el proyecto afectará negativamente el paisaje patrimonial característico de Cholula y  partiría en dos a los 10 barrios tradicionales de esa población.

Los especialistas del INAH afirmaron que la obra ha sido criticada por urbanistas por no ser una alternativa viable para resolver el intenso tráfico de la zona.

“Por todo lo anterior, exigimos la inmediata suspensión de los trabajos del distribuidor vial de Cholula y que se lleven a cabo los estudios pertinentes que proporcionen la información suficiente para evitar cualquier afectación al patrimonio arqueológico, a la integridad del paisaje cultural, así como a la dinámica sociocultural del entorno cholulteca”, demandaron.

El distribuidor vial de Cholula. Foto: Gobierno de Puebla.
El distribuidor vial de Cholula. Foto: Gobierno de Puebla.

Sin embargo, el gobierno de Moreno Valle dio a conocer el pasado 9 de febrero –día que se inició la construcción del distribuidor vial Cholula– que “la obra fue autorizada por el Consejo de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y los planos del proyecto fueron entregados con las firmas y sellos correspondientes por la delegación del INAH en Puebla”.

Por medio de un comunicado de prensa de la Dirección de Comunicación Social, el gobierno de Moreno Valle aseguró que en la construcción – con un costo de de 195 millones 799 mil pesos–, habrá una presencia constante de arqueólogos del INAH que darán seguimiento a la construcción del distribuidor vial.

De acuerdo con reportes de la prensa local,  desde la semana pasada defensores del patrimonio de San Pedro Cholula acusaron a la Secretaría de Infraestructura de actuar con opacidad y negar datos sobre las obras del distribuidor vial que se pretende construir.

“¿Por qué esconder los detalles y la justificación técnica y financiera de una obra que, según lo que asegura el gobierno estatal, traería tantos beneficios a la población? Es una muestra más de la ilegitimidad de este proyecto que se pretende imponer a la sociedad cholulteca”, declaró Alexandra Ramírez, una de las coordinadoras de la campaña “Pueblo Mágico sin Tráfico”.

Esta campaña ha solicitado al delegado estatal del Instituto Nacional de Antropología e Historia, José Francisco Ortiz Pedraza, que muestre los permisos que otorgó al gobierno del estado para comenzar las obras del distribuidor vial.

Según dieron a conocer los especialistas, esta corta cercanía de los trabajos podría afectar evidencias de restos de asentamientos prehispánicos. Foto: Gobierno de Puebla.
Según dieron a conocer los especialistas, esta corta cercanía de los trabajos podría afectar evidencias de restos de asentamientos prehispánicos. Foto: Gobierno de Puebla.

MÁS DENUNCIAS

El distribuidor vial Cholula no es la primera construcción que ha sido denunciada por expertos y académicos. En junio del año pasado, el INAH clausuró la construcción del teleférico que incluía la demolición sin permiso de una casona colonial localizada en el Centro Histórico de la entidad.

José Francisco Ortiz Pedraza, delegado en Puebla del INAH, informó el pasado 27 de junio que la obra iniciada en la administración de Moreno Valle Rosas carecía de permisos para realizar los trabajos en la zona monumental y el Centro Cívico 5 de Mayo.

La construcción del teleférico comenzó en noviembre de 2012, pero fue suspendida a principios de 2013 luego de que un grupo de activistas y académicos presentaran un amparo en el que quedó demostrado que el gobierno poblano no contaba con los permisos del INAH para realizar la obra.

Otra polémica de la actual administración de Moreno Valle fueron los cambios hechos a los fuertes de Loreto y Guadalupe y a todo el escenario de la Batalla del 5 de Mayo de 1862.

El pasado 21 de septiembre de 2012, el Sindicato de Académicos e Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), presentó una denuncia de hechos ante la PGR por los daños causados a Los Fuertes de Loreto y Guadalupe durante los trabajos de remodelación.

En la demanda, los investigadores responsabilizaron de daños al patrimonio de la nación, entre otros delitos principalmente al Gobernador Rafael Moreno Valle Rosas y al director general del INAH, Alfonso de María y Campos.

Los especialistas señalaron en esa ocasión que en su afán por que el “rescate” de la zona histórica fuera inaugurado como parte de los festejos de la batalla del 5 mayo de ese año, el gobierno poblano recurrió a una intervención “caprichosa”, sin sustento legal ni académico y que incumplió los protocolos que debieron seguirse por ley.

Denunciaron que  en el Fuerte de Loreto las escalinatas de la capilla del siglo XIX fueron derruidas y sustituidas por otras más amplias; el piso se alzó unos 15 centímetros sin tomar en cuenta que con ello se expone al museo al riesgo de inundaciones; se repellaron las paredes “a cuchara y escuadra” como si se tratara de una redecoración, sin respetar la historicidad del edificio.

Al Fuerte de Guadalupe le colocaron una techumbre “como de supermercado”, con una especie de mezzanine en uno de los extremos –que supuestamente servirá para instalar una cafetería–; una torre metálica, de la que aún se desconoce si será un mirador o una torre de luz; y un piso de cemento y estructuras que necesitaron una cimentación profunda.

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