“Vamos a continuar”, responde GDF a vecinos inconformes por la tala de árboles en Mixcoac

10/03/2015 - 12:01 am
Foto: Ariana Pérez, SinEmbargo
Ls obras del Deprimido Vehícular Insurgentes-Mixcoac despertó la inconformidad de cientos de vecinos por la tala de más de 800 árboles. Foto: Ariana Pérez, SinEmbargo

Ciudad de México, 10 de marzo (SinEmbargo).- “Nosotros vamos a continuar”, dijo este lunes el Secretario de Gobierno capitalino, Héctor Serrano Cortés, sobre la obra del Deprimido Vehicular Insurgentes-Mixcoac, cuya ejecución implica, entre otras cosas, el derribo de 855 árboles del camellón que corre a lo largo de avenida Río Mixcoac, en el sur de la Ciudad de México.

El mensaje del funcionario fue dado un día después de que vecinos de las colonias aledañas a la obra protestaron bloqueando la avenida Río Mixcoac, así como en redes sociales, en contra de la tala de árboles que comenzó durante la noche del sábado al domingo y que los tomó por sorpresa.

Por la noche, los vecinos inconformes tuvieron una reunión con los Diputados locales Dinorah Pizano, del Partido de la Revolución democrática, y Christian Von Roehrich, del Partido Acción Nacional, sobre el camellón de Río Mixcoac. Los legisladores dijeron que hubo un acuerdo verbal entre ellos y las autoridades capitalinas para suspender la obra indefinidamente hasta que exista consenso. No obstante, los vecinos exigieron que el gobierno capitalino dé una postura pública y por escrito.

Tras la movilización vecinal y en redes sociales que generó la noticia del derribo de árboles, este lunes tres funcionarios del gobierno capitalino defendieron, en conferencia de prensa, el proyecto del Deprimido Insurgentes-Mixcoac y afirmaron que han sostenido reuniones con vecinos, a fin de concertar con ellos alternativas de mitigación por la obra. La Secretaria del Medio Ambiente local (Sedema), Tanya Müller García, aseguró además que los árboles derribados se restituirán en su totalidad, mientras que el Secretario de Obras y Servicios (Sobse), Alfredo Hernández García, informó que los trabajos de la obra durarán 22 meses.

Ninguno de los funcionarios se refirió a las inquietudes que han manifestado los vecinos respecto al proyecto y, específicamente, a la tala de árboles.

Por el contrario, Müller García defendió lo que llamó una “reforestación integral y renovación del arbolado” y afirmó que en la reforestación van a usarse ejemplares de 5 a 6 metros de altura, que ya tengan un desarrollo de cuatro años y que sean nativas del Valle de México. No detalló cuáles serán esas especies, ni cómo se determinó si son aptas para el sitio.

De acuerdo con la resolución administrativa del proyecto Fase Dos Deprimidio Mixcoac-Insurgentes, emitida por la Sedema el 18 de diciembre pasado, se tiene previsto talar 855 árboles y trasplantar 89 más. Ayer, la titular de esa dependencia confirmó que se derribarán 855 árboles, aunque no hizo referencia a los otros 89.

La funcionaria justificó la tala de los árboles al referir que el 74 por ciento de ellos están enfermos y 20 por ciento son eucaliptos. “Es un árbol de riesgo sobre todo ahorita que nos vamos aproximando a las lluvias, que se desgajan, que son un riesgo para la población”, dijo Müller sobre los eucaliptos.

Además, subrayó que la restitución al cien por ciento de los árboles talados será “una de las más altas medidas de mitigación” puestas en marcha.

Héctor Rojas, vecino de la zona y ex coordinador interno del comité vecinal de Parque Hundido, cuestionó los argumentos dados por Müller García sobre el estado de los árboles, además de que subrayó que la forma en que el gobierno capitalino llevó a cabo el derribo de árboles fue lo que molestó más a los vecinos.

También criticó que se hable de una restitución de los árboles como si fuera un proceso sencillo y que se haya hecho sin tomar en cuenta la opinión de los vecinos sobre alternativas menos “depredadoras” con el ambiente.

OPOSICIÓN VECINAL Y ACERCAMIENTOS DEL GDF

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Los vecinos aseguran que desde enero se manifestaron en contra de la tala de árboles. Foto: Ariana Pérez, SinEmbargo

Desde enero pasado los vecinos de la zona han manifestado su oposición al derribo de árboles para una obra vial, además de acusar opacidad en la información sobre la obra. Incluso, el 18 de enero realizaron un mitin en la intersección de las avenidas Río Mixcoac e Insurgentes Sur, durante la cual expresaron su preocupación por las afectaciones que ésta podría ocasionar. Desde esa ocasión advirtieron del posible impacto ambiental en la zona por el derribo de árboles.

A decir de Susana Kanahuati, representante de VecinosUnidos -organización que agrupa a distintos comités vecinales en la ciudad- las autoridades no han atendido las solicitudes de los vecinos para que se les informe sobre el proyecto, ni tampoco su petición de que la ejecución de la obra se someta a una consulta ciudadana.

Serrano Cortés aseguró que las autoridades capitalinas han buscado acercamientos con representantes vecinales y actores políticos de la zona para tratar de buscar con ellos alternativas de mitigación. Agregó que  las mesas de trabajo son el mecanismo de comunicación que han mantenido y continuarán teniendo con los vecinos.

También presente en la conferencia de prensa, el director general de Seguimiento y Evaluación Territorial de la Jefatura de Gobierno, Martín Juárez Durán, detalló que el acercamiento con los vecinos se ha hecho desde hace “algunos meses”, y que hasta ahora se han realizado 23 reuniones con ellos y mantenido comunicación con ocho comités ciudadanos, de los que incluso ha recibido propuestas sobre el proyecto. El funcionario no detalló cuáles eran esos ocho comités ni en qué consisten las propuestas que éstos han hecho.

En entrevista con SinEmbargo, Kanahuati dijo que los comités vecinales no representan a la totalidad de los vecinos y que incluso los inconformes con la obra se distanciaron de ellos por la desconfianza que comenzaron a generarles.

Kanahuati criticó que la única vía establecida por las autoridades para un acercamiento con los vecinos sean las mesas de trabajo. Sus argumentos fueron que al instalarse una mesa de trabajo las autoridades ya no cumplen con su obligación de darles a los vecinos una contestación por escrito, además de que se confunde la participación en una mesa de trabajo con la resolución de los problemas o la llegada a acuerdos entre las partes.

Serrano Cortés afirmó que ayer se les ofreció a los vecinos inconformes establecer una mesa de trabajo, pero ellos no accedieron. A pesar de que la obra ya está en marcha, el funcionario dijo que seguirán abiertos al diálogo con los vecinos y a recibir sus propuestas.

PROYECTO POLÉMICO

El Deprimido Insurgentes-Mixcoac consiste en un paso vehicular subterráneo sobre Río Mixcoac en su cruce con la avenida Insurgentes Sur y que pasará por debajo de esta vialidad en ambos sentidos. La obra forma parte del Proyecto Integral de Mejoramiento de Circuito Interior, que contempla el mejoramiento de seis puntos de dicha vía.

Según la información difundida por la Sobse, el túnel vehicular tendrá dos niveles, uno para cada sentido de la circulación, y “optimizará la vialidad en la zona, al ordenar los movimientos vehiculares en este punto”. La obra tendrá una longitud de  mil 130 metros.

Los datos disponibles de la Sobse refieren que el costo total de la obra (es decir, que contempla los seis proyectos) será de 6 mil 500 millones de pesos diferidos al año 2025.

El pasado 18 de enero, cerca de un centenar de vecinos de distintas colonias de la ciudad protestaron en el cruce de las avenidas Río Mixcoac e Insurgentes Sur, donde está previsto construir el Deprimido. Entre los manifestantes había vecinos de las colonias aledañas a la obra, quienes entonces expresaron sus preocupaciones, como que implicará excavaciones profundas junto al cauce de ríos entubados, lo que podría afectar la cimentación de los inmuebles cercanos y la estabilidad de los ríos entubados; las afectaciones viales que traerá el proyecto durante su desarrollo y la afectación ambiental por el derribo de árboles.

Según un folleto entregado por la dependencia a cargo de Hernández García, durante la obra no se suspenderá el suministro de agua ni de algún otro servicio, no hay riesgo de afectar casas o inmuebles cercanos a la obra, no se interrumpirá el tránsito local ni la construcción representará un ecocidio a la zona.

en Sinembargo al Aire

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