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Alejandro Calvillo

10/05/2017 - 12:00 am

Ninjas por la Salud

Carta pública a organizaciones de salud financiadas por Coca Cola Hacemos nuestra la siguiente carta hecha pública por Ninjas for Health, escrita por Kyle Pfister. Donde se lea Estados Unidos puede usted leer México. Las ligas le podrán llevar a las organizaciones de salud y promotores de la actividad física que han recibido dinero de […]

“Esta estrategia la sigue a través del financiamiento de investigaciones, la promoción de aliados a cargos públicos, la entrega de recursos a políticos y el financiamiento a organizaciones civiles que promueven la salud y la actividad física”. Foto: El poder del consumidor

Carta pública a organizaciones de salud financiadas por Coca Cola

Hacemos nuestra la siguiente carta hecha pública por Ninjas for Health, escrita por Kyle Pfister. Donde se lea Estados Unidos puede usted leer México. Las ligas le podrán llevar a las organizaciones de salud y promotores de la actividad física que han recibido dinero de Coca Cola en Estados Unidos porque allá la empresa publicó esa lista, en México no. Sabemos que organizaciones que luchan contra la diabetes, como la Federación Mexicana de Diabetes, o que promueven la actividad física, como Mexicanos Activos, han recibido recursos de Coca Cola, pero seguramente existen muchas más organizaciones en nuestro país que directa o indirectamente han recibido financiamiento de esta empresa. Kyle Pfister al frente de Ninjas for Health (www.ninjasforhealth.com) ha investigado y difundido las estrategias de esta industria para bloquear las políticas de salud pública que se recomiendan a escala internacional para enfrentar la epidemia de sobrepeso y obesidad y cómo esta industria también ha desarrollado una estrategia para negar el daño a la salud de sus productos. Esta estrategia la sigue a través del financiamiento de investigaciones, la promoción de aliados a cargos públicos, la entrega de recursos a políticos y el financiamiento a organizaciones civiles que promueven la salud y la actividad física.

Estimado/a responsable de la salud:

Recientemente se hizo público que su organización es una de las 486 organizaciones dedicadas a la salud que aceptaron financiamiento de Coca-Cola. Escribo estas líneas para darle las gracias. Estoy seguro que usted despliega esfuerzos titánicos para mejorar la salud en su comunidad y es muy probable que en pocas ocasiones alguien se lo agradezca. Es probable que utilice al máximo hasta el último centavo recibido y que incluso aporte tiempo voluntario una vez que la cuenta bancaria está en ceros. Probablemente es poco común que un compañero saque la chequera y le extienda un cheque.
Y ese fue el plan de Coca-Cola al otorgarle financiamiento.

Usted forma parte de la estrategia corporativa de esa empresa, que busca limpiar su imagen en el ámbito de la salud beneficiando con donativos a organizaciones dedicadas a la salud. Esto le permite impulsar su imagen corporativa y desviar la atención de los aspectos negativos de sus productos, esto es, no son nutritivos y son causa de enfermedades. Aprovecha el halo de salud que crea la alianza con el grupo al que usted pertenece y con ello retrasa la aplicación de medidas de políticas de salud que buscan desalentar el consumo de bebidas azucaradas que ha dado origen a una epidemia de obesidad.

El apoyo financiero que otorgamos a estos reconocidos expertos en el ámbito de la salud, lo mismo que a reconocidas instituciones y organizaciones de la salud, lo hacemos con la mejor de las intenciones. Para informar a nuestra empresa, para apoyar a nuestras comunidades locales y para apoyar soluciones que respondan a los problemas de salud pública que enfrentan las personas en Estados Unidos y todo el mundo.* — Coca Cola

Está bien. Probablemente en ese momento no se dio cuenta que, de hecho, en el plan de la empresa no había la mejor de las intenciones.

Probablemente no se dio cuenta que los refrescos son pura azúcar. Aunque usted no consumiría de una sola vez el contenido de diez sobrecitos de azúcar, se los zampa en una sola lata de Coca. Y, de alguna forma, consiguieron convencernos que esa es la clave de la chispa de la vida.

Probablemente no se dio cuenta que la azúcar es muy dañina. Que se encuentra en cada tienda de la esquina y que, aunque parece tan innocua, su consumo crea adicción y resulta tóxica para muchos. Las niñas y los niños que en su colonia se toman una bebida azucarada al día incrementan su riesgo de obesidad en un alarmante 60 por ciento.

Probablemente no se dio cuenta del problemón que significa. Las bebidas azucaradas ya no son un mero gusto que la gente se da de vez en cuando; en el caso de Estados Unidos ya es una bebida cotidiana para la mitad de su población (nota de traducción: en México aún más). Es seguro que el niño promedio en la colonia donde usted vive consume diariamente 224 calorías en bebidas azucaradas, casi 11 por ciento de su ingesta diaria.

Probablemente no se dio cuenta que Coca-Cola se dirige a la niñez pobre y en el caso de Estados Unidos a la niñez pobre entre las comunidades negra e hispana. La niñez en su colonia está expuesta al doble de anuncios de bebidas azucaradas, incrementando las enfermedades en comunidades de por sí vulnerables. Coca-Cola ve en los adolescentes de origen hispano en Estados Unidos un incremento potencial de 86 por ciento en el mercado joven de consumo de bebidas azucaradas. Esta práctica poco saludable crea profundas disparidades sanitarias y perpetúa la desigualdad.

Probablemente no se dio cuenta que esa empresa no era honesta, pues una empresa que de forma honesta asume su responsabilidad y apoya la salud no manipularía la ciencia. No obstante, la investigación que recibió financiamiento de la industria refresquera tiene 5 veces más posibilidades de llegar a conclusiones que afirmen que no hay una relación entre consumo de bebidas azucaradas e incremento de peso.

Probablemente no se dio cuenta que la campaña de la empresa para promover el ejercicio es un engaño. Las refresqueras no controlan la actividad física, aunque sí controlan su producto. Enfocar la atención en el ejercicio es una estrategia de relaciones públicas frente a una situación de crisis que externaliza la responsabilidad que dicha industria tiene por vender productos dañinos para la salud, culpando a la víctima por las decisiones que toma.

Probablemente no se dio cuenta que, de hecho, la industria refresquera se opone a políticas de salud. Si realmente le interesara tanto el tema de la salud, ¿gastaría más de 100 millones de dólares para impedir que se tomen y apliquen medidas de salud pública?

Probablemente no se dio cuenta que recurrir a medidas filantrópicas es una táctica corporativa muy común de relaciones públicas. Las grandes tabacaleras dan financiamiento a científicos y grupos comunitarios con el objetivo de reformar su imagen, convirtiéndolas en ciudadanas globales excepcionales. Sin embargo, por un lado, buscaron alinearse especialmente con grupos promotores de derechos civiles desesperados por conseguir visibilidad y financiamiento, mientras que por el otro siguieron vendiendo productos mortales. ¿Le suena familiar?

Está bien. Usted no sabía todo esto cuando aceptó el financiamiento de Coca-Cola; pero ahora ya lo sabe. Y entre más sabe, actúa mejor.
Entonces, es momento de actuar.

Regrese el dinero y firme una política organizacional mediante la cual se comprometa a no aceptar más financiamiento de la industria refresquera. Deshágase de la enfermedad.

Pero espere, espere un momento y escúcheme.

Sé que es una decisión difícil sobre todo ahora que depende de esos fondos y ese era el plan de Coca-Cola. Sé que son tiempos difíciles para las organizaciones sin fines de lucro y ese era el plan de la Coca-Cola. Sé que le preocupa que sin el financiamiento no podrá ofrecer servicios cruciales para la comunidad y ese era el plan de la Coca-Cola. Y, sobre todo, sé que usted cree verdaderamente en la salud pública y que toma en serio su responsabilidad de contribuir a prevenir las enfermedades, y sé que ese nunca fue el plan de Coca-Cola. No espere a que su pareja traicionera tome la iniciativa de mandarlo al cuerno, eso sí sería devastador.

Redacte un comunicado de prensa celebrando su sana decisión. Convoque a una conferencia de prensa donde bote al drenaje el contenido de una botella de refresco de dos litros. Convoque a personas u organizaciones locales solicitando financiamiento y apoyo para su organización, y que extiendan un cheque que reemplace el financiamiento de la Coca-Cola que acaba de rechazar. Convoque a otras organizaciones aliadas para que también se unan a usted en este esfuerzo.
Si mantiene una postura firme, usted puede convertirse en un modelo de comportamiento; puede cambiar la norma de las organizaciones de salud que se alían con corporaciones que ocasionan daño.

Iniciemos una ola de proyectos que cortan vínculos con el refresco.

Gracias por sus esfuerzos. De verdad gracias.

Atentamente,
La salud pública

Alejandro Calvillo
Sociólogo con estudios en filosofía (Universidad de Barcelona) y en medio ambiente y desarrollo sustentable (El Colegio de México). Director de El Poder del Consumidor. Formó parte del grupo fundador de Greenpeace México donde laboró en total 12 años, cinco como director ejecutivo, trabajando temas de contaminación atmosférica y cambio climático. Es miembro de la Comisión de Obesidad de la revista The Lancet. Forma parte del consejo editorial de World Obesity organo de la World Publich Health Nutrition Association. Reconocido por la organización internacional Ashoka como emprendedor social. Ha sido invitado a colaborar con la Organización Panamericana de la Salud dentro del grupo de expertos para la regulación de la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia. Ha participado como ponente en conferencias organizadas por los ministerios de salud de Puerto Rico, El Salvador, Ecuador, Chile, así como por el Congreso de Perú. el foro Internacional EAT, la Obesity Society, entre otros.

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