Ciudad de México, 10 de julio (SinEmbargo).– Cuando se trata de abuso de drogas y alcohol, las mejores intervenciones son las que se desarrollan lo antes posible. Es por eso que los investigadores se centran cada vez más en la determinación de cuáles son los factores de riesgo que estimulan comportamientos como consumo excesivo de alcohol y la adicción al mismo, así como la forma en que interactúan. Sin embargo, la integración de toda la información precisa no siempre ha sido fácil.
Ahora, un estudio reciente describe cómo los investigadores “enseñaron” a una computadora a ponderar los factores de riesgo asociados con el consumo excesivo de alcohol adolescente utilizando datos de jóvenes de 14 años de edad. De acuerdo con el autor principal del estudio, el neurólogo cognitivo Robert Whelan, los resultados son prometedores, ya que el equipo de investigación fue capaz de detectar a futuros bebedores adolescentes con 70 por ciento de exactitud.
Según publicó la revista Nature, en el estudio, Whelan y sus colegas tomaron en cuenta datos tales como la función del cerebro, personalidad, la historia de vida y genética de cientos de adolescentes de 14 años de edad que habían participado en el proyecto IMAGEN, y los vincularon a sus futuros comportamientos de consumo de alcohol a la edad de 16 años. Esto permitió un modelo computarizado para “aprender” la forma en la que más de 40 diferentes variables pueden influir en el futuro uso indebido de alcohol.
Por ejemplo, el modelo aprendió que fumar a la edad de 14 merece una ponderación relativamente alta, mientras que el estado de desarrollo de la pubertad a los 14 años no lo hace. “Es una forma de aprendizaje supervisado”, dijo Whelan. “Tú le dices a la computadora lo que son los dos grupos –ya sea bebedor empedernido o no– y tiene que aprender qué característica los distingue mejor”, dio a conocer el sitio The Verge.
Una vez que el modelo de la computadora determinó qué factores eran los más importantes, los investigadores lo aplicaron a un nuevo grupo de 14 años de edad y se compararon sus resultados con lo que realmente sucedió una vez que los adolescentes cumplieron 16 años.
“Algunas personas que no son bebedoras compulsivas fueron clasificados como bebedores compulsivos, pero en general, el 70 por ciento fueron recogidos correctamente”, dijo Whelan, quien trabaja en el University College de Dublín. “Aprendimos que la predicción de consumo excesivo de alcohol adolescente es posible”, y agrega: “podemos tener confianza en ese número.”
Alrededor del 10 por ciento de los estadounidense de 13 a 14 años de edad informan beber alcohol con regularidad, y ese número casi se triplica a los 16 años. Esto es preocupante, dice Whelan, ya que el uso temprano del alcohol es un importante factor de riesgo para el alcoholismo en la edad adulta.
Whelan también piensa que la promoción de la investigación genética dará lugar a predicciones más fuertes. “Sabemos por estudios familiares que el mal uso del alcohol y el abuso de sustancias tiene un fuerte componente genético, pero no sabemos mucho acerca de los genes que conducen a eso”, dice. “Sin embargo, en muchos años, podríamos ser capaces de hacer mella en eso”, finalizó.