El “Food Porn” y sus patologías; cuando fotografiar comida esconde desordenes alimenticios

10/10/2013 - 12:30 am
Foto: Instagram
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Ciudad de México, 10 de octubre (SinEmbargo).– La afición que tienen algunos internautas de fotografiar cada cosa que comen no sólo puede resultar una molestia para sus contactos en las redes sociales, sino que también puede revelar algunos problemas en ellos, principalmente referentes a sus hábitos alimenticios.

Mientras que la moda del llamado “Foodstagram” o fotografías de comida han llegado a un punto de molestia tal que muchos restaurantes en el mundo les prohiben a sus comensales que capturen imágenes de sus alimentos, para la doctora Valerie Taylor, jefe de psiquiatras del Women’s College Hospital en la Universidad de Toronto, la excesiva documentación de lo que las personas comen puede ser una señal de un gran problema en la dieta de estas personas.

“Miro pacientes para quienes la comida de ha vuelto problemática y su lucha para salir y que el no tener comida sea el elemento clave de todas sus interacciones sociales: qué comen, cuándo comen, cuando comerán de nuevo”, dijo la doctora a The Huffington Post.

La psiquiatra habló de esto, a mediados de este año, en la Cumbre de Obesidad en Canadá, al exponer sobre trastornos alimenticios y el papel de la comida en la cultura actual. Aunque Taylor admitió que compartir fotos de comida en las redes sociales es algo relativamente común entre sus usuarios, dijo que en algunos casos puede provenir de una exclusión de todo lo demás.

“La preocupación viene cuando todo lo que hacen es enviar imágenes de comida,” dijo Taylor. “Tomamos las imágenes de las cosas que son importantes para nosotros y, para algunas personas, la comida en sí se convierte en el centro, y el resto (el sitio, la compañía, etcétera) está aparte”, agregó.

Foto: Instagram
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Mientras que la doctora argumenta que la producción de este tipo de imágenes puede ser señal de una preocupación enfermiza con la comida ya su vez un trastorno alimenticio, otros han llegado a vincular la avidez por las fotografías de alimentos con el aumento de peso.

A la par, muchos han culpado por la cada vez mayor proliferación de vientres abultados a la preocupación obsesiva de la cultura ociidental por la comida, la cual es representada principalmente por libros de cocina, programas de recetas, la excesiva preocupación por la apariencia de los alimentos también llamada “porn food”.

Por su parte, un estudio realizado en 2012 por la Universidad del Sur de California (USC) encontró que pasar mucho tiempo mirando imágenes de comida apetitosa en línea estimula el cerebro y hace que la gente coma en exceso.

Basado en esto, el presentador de televisión Mehmet Oz realizó un segmento en su programa, “Dr. Oz”, hace un año en donde afirmó que el “porn food” estaba haciendo la sociedad más gorda. Oz se refería a las personas que miran fotografías como los que aparecen en las revistas y en los blogs, sólo que estas de comida y vino.

No obstante, en el caso de Taylor, esta no sólo está enfocada en los usuarios de Instagram. En su conferencia también hizo notar que los tatuajes de comida envían un mensaje similar a los aficionados a subir a la red imágenes de alimentos.

“Creo que para algunas personas, esto realza lo importante en que la comida se ha convertido”, dijo la psiquiatra. “De la misma manera en la que los tatuajes de “I love McDonald’s” están reemplazando el tatuaje de “Te amo mamá”, la comida está asumiendo un papel muy importante. Se ha convertido en algo más de simplemente combustible”, concluyó.

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