Por Inés García Ramos
Ciudad de México, 10 de diciembre (SinEmbargo/Zeta).– En el condado de San Diego, en California, no sólo se ha registrado un aumento de laboratorios de droga localizados este 2014, también han incrementado los casos de niños involucrados en el cultivo y fabricación de droga. Así lo dijo Gary Hill, agente especial a cargo de la Oficina de la DEA en San Diego, quien narró el caso de una niña de apenas siete años, a quien su padre le había conferido la tarea de regar y cortar las hojas de mariguana que crecían en el sótano de su hogar.
El caso se encuentra bajo investigación de la Fiscalía Federal. En conferencia de prensa realizada este 10 de diciembre en el edificio Enrique “Kiki” Camarena de la DEA, la agencia estadounidense participó junto a la Fuerza Táctica Antidrogas, activistas y miembros de la comunidad en la presentación de resultados de decomisos de marihuana en 2014. De esta forma, el agente especial informó que, durante este año, la DEA localizó 103 plantíos de marihuana, 53 en el exterior y 50 en inmuebles, con un total de 131 mil 576 plantas decomisadas.
En estos operativos, se detuvieron a 129 personas, 45 por ciento más que en 2013 y se confiscaron 51 armas. La DEA calculó en 323 mil 240 dólares, el valor de la mercancía decomisada.
Además descubrieron 54 laboratorios especializados en la extracción de aceite de cannabis, utilizado en la preparación de alimentos con marihuana y cuyo valor en el mercado, va en aumento. De acuerdo al agente Hill, en uno de cada cinco de estos laboratorios y lugares de cultivo de marihuana, fueron localizados niños. En total, hay registro de 16 casos.
En siete de ellos, los niños participaban en el cultivo y fabricación de droga. En los diez casos restantes, al momento de realizar los cateos, se encontraron niños quienes habitaban en los lugares, usualmente departamentos o casas.
“No miden los riesgos a los cuales exponen a sus hijos. Los papás son usualmente usuarios de drogas, por lo que es una negligencia y un daño lo que provocan a los niños”, comentó. Ya que algunos laboratorios funcionan tanto para el cultivo de marihuana como para la extracción de su aceite, aumentan las posibilidades de incendio o explosión.
Lo anterior por el uso del gas butano, sin olor ni color, pero altamente explosivo, para obtener el aceite de cannabis, así como la presencia de cilindros de dióxido de carbono, el cual acelera el crecimiento de la hierba. Hill explicó que en el condado de San Diego, se han registrado 20 explosiones de departamentos, casas e inmuebles utilizados como laboratorios de droga durante este 2014.
Desde 2011, 48 niños han sido hospitalizados para recibir atención médica por quemaduras y lesiones ocasionadas durante los siniestros.
Incluso, comentó que algunos niños fueron encontrados gateando o caminando sobre material utilizado para la preparación de droga, por lo que refirió, son patrones preocupantes “porque los niños están en peligro”.
