La herencia cómica de Chaplin y Buster Keaton invernan en la cueva humorística del oso Paddington. La segunda entrega de las aventuras del pequeño viajero, dirigida nuevamente por el también guionista británico Paul King, es un recordatorio de las delicias de la comedia física, el humor blanco y el sano entretenimiento familiar. En Paddington 2 (2017), el personaje creado por el escritor británico Michael Bond hace seis décadas para ser protagonista de libros y series de televisión, se desliza en esta película entre engranajes como lo hiciera el legendario mimo en Tiempos modernos (Modern times, 1936) y no faltan las peripecias y acrobacias en un tren, a la manera del carismático cara de piedra en El maquinista de La General (The General, 1926).

Pero no sólo de referencias fílmicas está construida esta película, en ella se aglutina imaginación, inteligencia, encanto, un trabajo de animación espléndido, un diseño visual prodigioso y un elenco de altura: Sally Hawkins, Hugh Grant, Julie Walters, Hugh Bonneville, Jim Broadbent y las voces de Ben Whishaw como el adorable osezno e Imelda Staunton como la Tía Lucy. Añada a la fórmula el espíritu de la comedia de enredos, la emoción de la aventura, un libro antiguo en donde se ocultan las pistas de un tesoro, un villano de mil rostros por su habilidad para el disfraz y un espectacular paseo a escala por Londres. Acorde a los tiempos: el tema de la migración, la diversidad cultural y la tolerancia, finalmente, Paddington es un osito de origen peruano inmigrante en Europa.

Adaptado ya a la vida londinense y a su familia humana, Paddington se prepara  a celebrar el cumpleaños 100 de su tía Lucy y anda en busca de un regalo. En la tienda de antigüedades del Sr. Gruber (Broadbent), encuentra un libro tridimensional que contiene los lugares más simbólicos de Londres, un obsequio idóneo para la osa Lucy que siempre ha deseado visitar la ciudad. Para adquirir el maravilloso ejemplar, el osito amoroso se emplea lo mismo en una peluquería que como osado limpiavidrios en el barrio, lo que da lugar a buenos ratos de comedia. El ejemplar desplegable es robado lo que deriva en el injusto encarcelamiento del peludo personaje.

¿Cuál es la consecuencia de un calcetín rojo en un ciclo de lavado de ropa blanca? Así es el efecto Paddington en la prisión, un pequeño héroe que genera cambios positivos en su entorno debido a su bondad, gentileza y espíritu de cooperación. Mientras la familia Brown intenta dar con el responsable del hurto, en la penitenciaría los escenarios grises cobran color, los sinsabores se endulzan con mermelada de naranja y Paddington se rodea de amigos. La segunda parte de la aventura se desata con una fuga de reos, un escape en tren y el lucimiento de Phoenix Buchanan (Hugh Grant), un villano adorable con número musical sorpresa.

Entrenada en las hazañas submarinas en La forma del agua (Guillermo del Toro, 2017), Sally Hawkins se sumerge de nuevo en el entorno acuático para una de las secuencias más conmovedoras del filme. Por que sí, además de gracioso es emotivo y apela a los valores familiares y a los vínculos amistosos. Nominada a tres premios BAFTA en las categorías de Mejor Película, Guion adaptado para Paul King y Simon Farnaby y Mejor Actor Secundario para Hugh Grant, Paddington 2 se gana por derecho propio la entrada a la selecta lista de mejores secuelas del cine.

Rosalina Piñera

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Periodista egresada de la UNAM. En su pesquisa sobre el cine ha recorrido radio, televisión y publicaciones como El Universal. Fue titular del programa Música de fondo en Código DF Radio y, actualmente, conduce Cine Congreso en el Canal del Congreso.

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