Carlota, la mujer a la que no se le cumplió el cuento de hadas: Laura Martínez-Belli

11/03/2017 - 12:05 am

Carlota de Sajonia-Coburgo y Orleans, nieta de la reina María Amelia de Borbón-Dos Sicilias se casa a los 17 años con Maximiliano de Habsburgo, 8 años más grande que ella. Carlota pensaba que sería la protagonista de un verdadero cuento de hadas pero la historia sería otra: “Deseaba estar con su Max y sólo pensarlo le aceleraba el pulso”.

Ciudad de México, 11 de marzo (SinEmbargo).- La emperatriz que enloqueció de amor es el centro de la nueva novela histórica de Laura Martínez-Belli, una autora que ha vuelto por sus fueros luego de que saliera publicada su novela de realismo mágico, Las dos vidas de Floria.

Enfrentarse a la locura de Carlota era lo más natural, pero Laura eligió escribir una novela de amor centrada sobre todo en su deseo de ser hombre, de ser distinta para poder gobernar, que es la mayor motivación.

Más allá de describir el contexto social y político que se vivía en México y Europa del siglo XIX y la llegada al Castillo de Chapultepec del emperador y su esposa, la autora narra desde las entrañas de Carlota cuál era su sentir ante los continuos rechazos de su marido que no tenía muestras de cariño ni lujuria para ella.

A Maximiliano parecía importarle más pasear con sus amigos y organizar eventos sociales que cumplir con la encomienda que se le había dado en Francia al llegar a México. Ante lo cual la emperatriz sacó la casta y tomó las riendas del Segundo imperio.

A lo largo de esta novela histórica, Martínez-Belli presenta a una Carlota con porte de reina decidida, entregada, fuerte, enamorada pero a la vez una mujer sentimental y perceptiva que buscaba sentirse amada pero que de tanto llorar en seco llegó a perder la cordura. Ese es el mayor desafío de Laura y el resultado, más que satisfactorio.

Laura Martínez-Belli. (1975) Española de nacimiento estudia Ciencias de la Información e Historia del Arte en la Universidad Complutense. Su primera novela fue en 2007 Por si no te vuelvo a ver (Planeta), El ladrón de Cálices (Planeta, 2010), Las dos vidas de Floria (Planeta 2012) y La última página (Planeta, 2013).

­–­Volviste a tu línea, ¿cómo fue encontrar este personaje para la novela?

­–Bueno, estaba buscando un personaje de la historia mexicana, preferentemente mujer, que tuviera fuerza, potencia, que tuviera cosas que decir y así encontré a Carlota. Quería tener la imagen de ella que quería contar. La historia que siempre nos han contado de ella es una historia masculina. Un hombre hablando de una mujer, criticándola porque tenía un afán ambicioso negativo, como si una dama no pudiera tener una ambición desmedida. Y esas cosas me molestaban mucho. A medida que fui conociéndola, sentí por un lado una enorme admiración y por otro una profunda pena. Sufrió mucho y todo esto en el contexto del Segundo Imperio Mexicano, este sueño de una Europa en México, que me llama la atención y que permite hacer una historia llena de matices.

­–¿Cómo es tu manera de escribir?

–De profundo aprendizaje. La primera novela fue Por si no te vuelvo a ver, histórica, a la que llegué un poco sin pretenderlo. Luego vienen Las dos vidas de Floria, de realismo mágico y creo que ha llegado el momento de saber la novela que explota todo mi potencial. Y creo que la novela histórica es la elegida.

–Con Carlota te enfrentas a muchos historiadores…

–Sí, pero también me encontré con muchos historiadores que tienen una visión parecida a la mía. Incluso hay libros publicados en donde tienen documentos que defienden esta mirada. Lo mío no es una novela histórica, sino un libro de amor fundado en una época histórica. Hay personajes reales y en donde intenté ajustarme lo más posible a los documentos que respaldan mi teoría. Está la parte ficcional de la novela en sí misma, pero también sustentada en cosas que leía.

La suya es una historia de amor, basado en un hecho histórico. Foto: Crisanto Rodríguez, SinEmbargo

–¿Qué cosas tiene para decirnos una mujer como Carlota a las mujeres de ahora?

–Muchísimo. Ella era una mujer que hubiera estado perfecta. Era una mujer preparada, a la que se prepara desde la cuna para gobernar, una mujer que se casa enamorada, con todas las ilusiones y que el príncipe se le convierte en rana y conoce el desamor y la frustración de estar en un matrimonio que no llena para nada sus expectativas amorosas. Es una mujer que siempre se le está cuestionando por qué no tiene hijos. Nunca nadie pone en duda que no sea Maximiliano el que no pueda. Es una mujer que cuando intenta tomar las riendas del Imperio le dicen dedícate a la jardinería y a la beneficencia. Y luego cuando se va a pedir ayuda a Napoléon III la tachan de loca. Yo conozco mucho a Carlota.

–Nació antes de tiempo

–Sí y siempre que naces antes de tiempo eres un incomprendido. Leí unas cartas al final, cuando ya estaba mayor, decía: “Si yo hubiera sido hombre”. Siempre fue consciente de que su condición de mujer la limitó.

–¿Cuánto tiempo te llevó esta novela?

–Bueno, fueron cuatro años y no quería decir nada, porque sabía que era un personaje delicado. El personaje de Carlota me imponía respeto. Preferí no contar. Fue un reto, es la novela que más me ha exigido en el tema de documentación. Me tuve que meter a la historia con todo, el personaje tenía que tener otra voz distinta a esa loca que todos conocemos y tenía que ser una novela.

­–Nombras mucho a Por si no te vuelvo a ver

–Sí, porque Carlota implica un regreso, volví a releer esa novela para que el espíritu renaciera. Nunca podría haber escrito Carlota antes, con la prosa que he aprendido a usar, con el lenguaje adecuado para este momento, pero sí es cierto que estaba ese referente en mi cabeza. De ver una época entrañable, quería que Carlota fuera entrañable y de alguna manera lo consigo.

–¿Cómo ahora estás pensando en otro personaje?

–Es exactamente la pregunta, estoy en esa búsqueda y mis editores me dicen: -Disfruta Carlota, no te presiones en este momento. No tendría que ser una mujer, pero sin duda son interesantes las mujeres para mí. Tal vez las mujeres escritoras nos estemos dando chance para darle voz a esas mujeres atosigadas por el machismo. En el caso de Nellie Campobello, que nombras de Sandra Frid, las secuestraron como a Carlota en vida. Son casos muy particulares. Hay otras mujeres como Elena Garro, muy interesante.

Laura Martínez-Belli, novelista mexicana. Foto: Crisanto Rodríguez, SinEmbargo

–¿Tuviste un problema de salud y cómo miras la vida ahora?

–Quise tener otro hijo, que no tuve y voy a terminar lo inconcluso, que es lo que no hice. Curiosamente, aferrarte a la vida es no pensar en la muerte. Y no pienso en la muerte.

–¿Qué te ha dado la literatura?

–Yo reniego mucho de la literatura, sufro mucho, hay días en que es un trabajo de picar piedra, en una novela histórica es mucho más y es complicado. Sin embargo, cuando sale el libro, hay la interacción con la gente, has logrado construir un universo con tus palabras, te sientes orgullosa.

–¿Has buscado el apoyo de Gioconda Belli?

–Está orgullosa. Le cuento cada cosa de la novela y se pone muy orgullosa. La misma plática que puedes tener con un ser querido.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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