El Vaticano “ya juzgó” al cura de SLP por presunto abuso de más de 100 niños, y resolvió no removerlo, dice Arzobispo

11/04/2014 - 9:59 am
Carlos Cabrero Romero, en Zacatecas, en diciembre de 2008. Foto: Cuartoscuro
Carlos Cabrero Romero, en Zacatecas, en diciembre de 2008. Foto: Cuartoscuro

Por Leonardo Vazquez

Ciudad de México, 11 de abril (SinEmbargo/Pulso).– El arzobispo de San Luis Potosí, Carlos Cabrero Romero, dijo ayer en entrevista que sí hubo un proceso en El Vaticano por pederastia en contra del sacerdote Eduardo Córdova Bautista, pero que la institución religiosa no instruyó removerlo.

Reveló que hace alrededor de diez años, la arquidiócesis de San Luis Potosí presentó ante El Vaticano un proceso sobre la conducta de Córdova Bautista, acusado padres de familia, activistas y el ex religioso Alberto Athié Gallo de ser responsable de al menos un centenar de casos de pederastia.

El Vaticano dictó una sentencia, dijo. No reveló en qué consistió el fallo, pero no incluyó la orden de que se retirara del servicio religioso a Eduardo Córdova, quien fue destituido de su cargo de representante jurídico de la arquidiócesis hace apenas un año pero sigue “tratando algunos pendientes que quedaron”.

El arzobispo admitió que desde el inicio de su gestión, grupos de padres de niños abusados acudieron a él para informarle de la situación. Indicó que la arquidiócesis tiene un equipo de apoyo para estos infantes afectados, con los que, dijo, “la iglesia potosina tiene una compromiso pendiente de amor y caridad”. No detalló de que se trata esa el “apoyo”.

De acuerdo con Athié Gallo, Córdova Bautista tiene cerca de 30 años abusando sexualmente de niños en San Luis Potosí.

—¿El Padre Córdova sigue siendo representante legal de la Arquidiócesis?

—No.

—¿Desde cuándo fue removido?

—El padre Osvaldo Esquivel Castillo es nuestro representante legal. Más o menos ha de tener, creo que desde el año pasado, [que] él ya empezó a tomar cartas en el asunto.

—¿Dentro de la Arquidiócesis, el padre Córdova sigue teniendo algún cargo?

—No. Ninguno. Desde el año pasado. Pero eso no quita trate algunos pendientes que se quedaron. Tiene que instruir al otro [a Esquivel Castillo].

Eduardo Córdova Bautista. Foto: Archivo
Eduardo Córdova Bautista. Foto: Archivo

—Hay la versión de que la Santa Sede ya conoció este caso, ya lo trató y lo habría encontrado culpable. ¿Usted tiene información si es así?

—No, mire, déjeme decirle. La Santa Sede, en primer lugar, los procesos se siguen como en todos lados. Pero dentro de la iglesia, los procesos se inician en las diócesis y luego esos procesos son presentados. A pregunta explícita, Roma no ha comunicado nada. En lo personal no he recibido ninguna formulación de sentencia hacia él, podríamos decir, que ya defina su vida o estado.

—Todavía no hay nada.

—No se ha pronunciado.

—¿Y la diócesis sí presentó ya el caso?

—En concreto, ¿si la diócesis ya presentó el caso de él?

—Sí.

—Aquí en la diócesis presenta diferentes situaciones que primero se estudian y si amerita el pase, pasa. Ahora, a pregunta explícita, si la diócesis ha presentado, en este momento, la diócesis, déjeme decirle: presentó hace, qué fue, diez años o más, presentó un caso y, no es que se haya devuelto, se regresó y se dio una sentencia, pero no fue una sentencia para quitar el derecho al ejercicio ministerial.

—Es decir, que sí ha sido investigado, sí se ha considerado que pudiera él tener responsabilidad en caso de abusos a menores.

—Que se ha presentado su situación, se ha presentado. Se presentó hace mucho tiempo.

—Hace diez años, como me dice.

—Sí.

—¿Y no ameritó retirarle del ministerio?

—En ese momento, no fue así.

—¿La iglesia ha atendido a víctimas de abuso sexual debido a sacerdotes?

—Sí, las ha atendido. Tiene un equipo de médicos. Ha atendido, se ha preocupado por la situación. Sí me consta. Sí ha llevado a cabo la atención de ellos. Ese es un compromiso, no sólo moral, es un compromiso de caridad. Es más que moral, es de vida.

—En el tiempo que ha estado aquí como arzobispo…

—Año y medio.

—Año y medio. ¿Cuántos casos de niños víctimas de abusos de sacerdotes han sido atendidos?

—Yo tengo un año y medio de haber llegado. Llegué aquí en mayo 15. Este mayo 15 cumpliría dos años. Que hayan sido atendidos, llegó, déjeme decirle, grupos de papás, llegó conmigo y los atendí. Fue lo primerito que yo recibí aquí al entrar a la diócesis.

—¿Padres que denunciaban que sus hijos habían sido abusados por sacerdotes?

—Papás que se encontraban sentidos, verdad, y también nobles, en ese sentido, de que sí perdonaban, pero pedían que por favor todo esto se hiciera algo por los niños. Se atendieron, no en mi tiempo, en tiempo anterior.

—¿Se les auxilió cuando usted llegó?

—Sí.

—¿Cuál sería el mensaje de la iglesia, tanto a las víctimas de abuso sexual atribuido a sacerdotes, y cuál sería el mensaje también a los sacerdotes que incurren en esas prácticas?

—En primer lugar, quisiera hablar primero hacia los sacerdotes: la iglesia no va a rendirse ni tampoco va a ceder ante el abuso a niños o adolescentes. No lo va a permitir. Y es sumamente dura y en esa línea estamos. En esa línea estamos y vamos a seguir, porque no podemos predicar una cosa y ocultar otra. O somos o no somos. Quisiera que entendiéramos bien que la iglesia no va a ceder y no va a permitir. Creo que otra de las cosas que tenemos que hacer es mirar hacia los procesos de formación en el seminario. Sobre todo ahí, y ser más exigentes en la formación humana, afectiva y emotiva y también estar muy atentos que no lleguen con determinados problemas de una vida media conflictiva y ser sumamente exigentes. Todo esto nos debe llevar a mirar desde atrás para poder solucionar que esto cada vez sea menos hasta que desaparezca. Este es nuestro deseo. En este campo, el seminario cuenta con un equipo de sicólogos competentes para los procesos de formación, seminario menor, curso de inducción, filosofía y teología. Esto no lo vamos a permitir, yo, de mi parte, no lo permito. Cero tolerancia.

—¿Y a los niños y a los padres de niños que han sido víctimas… ?

—En primer lugar, tenemos una deuda con ellos en ese sentido. Lo mínimo que podemos hacer es que se le dé un seguimiento y un tratamiento de todo lo que necesite para poder reintegrar a ese niño a la vida. Es una experiencia muy fuerte. Ese es uno de nuestros compromisos. A los papás, que sepan, que no tengan miedo, que denuncien cuando sus hijos hayan tenido experiencias de ese género y que denuncien. A veces se dice y no denuncian. Y entonces no puede llegar una concretización para poder armar un proceso.

—Un proceso y también de resanar a la persona.

—Eso es lo primero. Lo segundo es el proceso jurídico canónigo, que se haga sin temor.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video