A pesar de que desde 2014 varias víctimas de Eduardo Córdova presentaron su denuncia ante la PGJ de San Luis Potosí, el ex sacerdote sigue libre y los tres arzobispos que lo encubrieron durante 30 años- Szymanski, Morales Reyes y Cabrero-, aún son parte de la Arquidiócesis del estado. Ni quienes aceptaron en su momento tener conocimiento de este caso han declarado. Hasta hace una semana, Córdova no era buscado por la Interpol, como aseguró en febrero de 2015 el Procurador de Justicia del estado, Federico Garza Herrera.

Por Leonardo Vázquez

Ciudad de México/San Luis Potosí, 11 de abril (SinEmbargo/Pulso).– Pasaron ya dos años desde que Jesús Carlos Cabrero Romero, Arzobispo de San Luis Potosí, reconoció la existencia de acusaciones contra Eduardo Córdova Bautista, entonces sacerdote católico. Pero a la fecha no hay ningún avance en las investigaciones. Las autoridades ni siquiera ha llamado a declarar al prelado que confirmó haber recabado testimonios de las víctimas de pederastia.

Contra Eduardo Córdova Bautista, ahora expulsado del ministerio, existen denuncias por abuso sexual y violación tanto en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) como en la Fiscalía Especial para los delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra), dependiente de la Procuraduría General de la República (PGR).

Apenas la semana pasada se difundió la ficha roja en el portal de Interpol para solicitar la localización y detención del ex sacerdote potosino, sin que haya ningún indicio de que el prófugo será llevado ante la justicia de manera pronta.

Pese a la averiguación que se sigue en la Procuraduría del Estado, Jesús Carlos Cabrero Romero, Arzobispo de la Arquidiócesis, informó que no ha sido citado para declarar al respecto.

En días recientes, Martín Faz Mora, representante de las víctimas de la colonia El Paseo, dijo que la Procuraduría debe llamar a declarar a los obispos y curas que pudieran haber conocido de los hechos.

Ayer, después de oficiar la misa dominical de mediodía en la Catedral Metropolitana, el Arzobispo potosino se dijo dispuesto a presentarse ante las autoridades para emitir su declaración cuando sea requerido.

“Yo hablo como Obispo… [Estoy] en la disposición de cuando se nos llame, pues ir […]. De mi parte yo le contesto con honestidad: no me han llamado [a declarar] a mí”, afirmó.

Desde junio de 2014, Miguel Ángel Covarrubias García, entonces Procurador de Justicia estatal informó que se contaba con una orden de aprehensión en contra de Eduardo Córdova, quien durante años fue apoderado legal de la iglesia católica potosina, pero hasta el día de hoy sigue prófugo.

En febrero pasado, tras concluir su visita a México, el Papa Francisco dijo que “un Obispo que cambia a un sacerdote de parroquia cuando se detecta una pederastia es un inconsciente y lo mejor que puede hacer es presentar la renuncia”.

“[La pederastia] es una monstruosidad porque un sacerdote consagrado para llevar a un niño a Dios y ahí se lo come en un sacrificio diabólico. Lo destruye”, agregó.

Según testimonios que en 2014 hizo públicos el ex sacerdote Alberto Athié, habría cerca de 100 casos de pederastia en los que estaría involucrado Eduardo Córdova Bautista; algunas víctimas habrían informado de la situación a tres arzobispos a lo largo de casi tres décadas… aún ahora esperan justicia.

LOS ABUSOS DE CÓRDOVA

En 1983 se habrían registrado los primeros presuntos abusos sexuales atribuidos al entonces aspirante a seminarista Eduardo Córdova Bautista contra estudiantes del Instituto Potosino Marista, donde él era profesor de Ciencias Sociales.

En esa época ningún caso fue denunciado penalmente o ventilado a los medios de comunicación, pero según testimonios que han salido a la luz, integrantes del clero potosino sí tenían conocimiento de lo que ocurría con Córdova, quien pese a ello ingresó en 1984 al Seminario Mayor, y en 1988 fue ordenado sacerdote. De 1990 a 1992 estudió Derecho Canónico en Roma y a su regreso, Szymanski lo nombró apoderado legal de la Arquidiócesis de San Luis Potosí.

En una declaración a la agencia AP, Armando Martínez Gómez, presidente del Colegio de Abogados Católicos de México, informó que en 1998 –aún en el periodo de Szymanski- hubo una denuncia contra Córdova, “pero en aquella ocasión no se consiguió probar el delito”.

El sucesor de Szymanski, Luis Morales Reyes, estuvo a cargo de la Arquidiócesis potosina de 1999 a 2012 y, entre los asuntos que llegaron a sus manos se incluyó una carta de la madre de una víctima de Córdova, cuando éste era cura de la Parroquia de Nuestra Señora de la Anunciación en la colonia El Paseo; la denuncia la recibió Morales Reyes en abril de 2004.

Ante la nula respuesta de Morales Reyes a la denuncia, el 26 de agosto de 2005, los afectados volvieron a dirigir una carta donde acusaban al sacerdote por abuso sexual. El 1 de septiembre de 2005, Morales Reyes contestó a la madre de la víctima: “El P. Eduardo Córdova fue removido de su cargo como Párroco de Nuestra Señora de la Anunciación”.

Asimismo, “se le nombró capellán en una comunidad de religiosas, mas no del colegio”. Además un médico inició el tratamiento psiquiátrico a los infantes afectados, según se leía en la carta firmada por el entonces Arzobispo.

Se tiene conocimiento de que Córdova estaba en El Paseo, por lo menos desde el año 2000.

En 2012, Carlos Cabrero Romero fue nombrado Arzobispo de San Luis Potosí y el 9 de abril de 2014, debió enfrentarse a una grave situación: el ex sacerdote Alberto Athié denunció en el noticiero de MVS con Carmen Aristegui, que Eduardo Córdova, “es un pederasta al que se le adjudican cerca de 100 casos”.

Dos días después, el Arzobispo de San Luis Potosí reconoció no sólo la existencia de un proceso por pederastia en contra del sacerdote Eduardo Córdova Bautista, sino también el registro de otros casos de abuso sexual por parte de religiosos contra menores de edad, con los que, reconoció, la iglesia potosina mantiene una deuda.

Asimismo, admitió que desde el inicio de su gestión, grupos de padres de niños abusados acudieron a él para informarle de la situación.

Destapado el escándalo, el 21 de mayo de 2014, Humberto Abaroa y Gunnar Mebius denunciaron de forma pública haber sido abusados sexualmente por el entonces catedrático de la institución. “Yo estaba en el salón 14 y nuestro titular era el padre Córdova. Nos daba clases de ciencias sociales; no era padre todavía”, dijo en esa ocasión Abaroa.

El día 27 de ese mismo mes y año, El Vaticano decidió suspender de sus licencias ministeriales y dar de baja en la Iglesia Católica al sacerdote Eduardo Córdova por estar probado que abusó sexualmente de un menor.

Más testimonios fueron recabados por diferentes medios de comunicación a lo largo de ese año. Varias víctimas acudieron ya a presentar las denuncias correspondientes ante la Procuraduría General de Justicia del Estado.

Córdova sigue libre y los tres arzobispos –Szymanski, Morales Reyes y Cabrero-, aún son parte de la Arquidiócesis de San Luis Potosí.