Por Francisco Navarro Fausto
Ciudad de México, 11 de septiembre (SinEmbargo/ZETA).– El salario mínimo debe servir a una familia para cubrir sustento, necesidades de educación, vivienda y ocio. El gobierno de Enrique Peña Nieto se encamina a un sueldo generalizado e insuficiente para tener una vida digna en México. “El primer paso que se necesita dar es crear un instrumento que sustituya al salario mínimo como referencia para las multas y los créditos hipotecarios”, explica a ZETA el economista Jorge Fonseca.
Para Fonseca, sin duda el salario mínimo viola la Constitución de la misma manera que lo hace el incremento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) al 16 por ciento, donde se encuentra una correlación inversa entre la tasa impositiva y el salario mínimo, es decir, a medida que los impuestos se incrementan, con el tiempo el poder adquisitivo de los salarios se rezaga.
“El primer paso que se necesita dar es crear un instrumento que sustituya al salario mínimo como referencia para las multas y los créditos hipotecarios, de esta manera, cuando se discutan los ajustes al salario, se protegen los derechos de los trabajadores”, dijo.
En segundo, añadió, ninguna persona aspira a ganar un salario mínimo aun si este cumpliera a cabalidad con lo dispuesto en la Constitución. En otras palabras, los ciudadanos tienen derecho a prosperar, y para ello se requiere simplificar la tributación de los pequeños contribuyentes, al ser la única forma de crear empleos formales y de elevar los ingresos de todos, no solo de los que reciben un salario mínimo.
“Lo único probado que hace crecer y desarrollar a una economía es la inversión, pero esta debe ser local”, remachó Fonseca.
En marzo de 2015, el Secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, advirtió que México va rumbo a un salario mínimo nacional.
En la actualidad existen dos áreas geográficas salariales en el país: A, con 70.10 pesos; y B, con 66.45 pesos.
En abril pasado se dio la primera parte de la homologación, donde se pasó de tres áreas geográficas a dos. Además de que el área B, que era de 66.45 pesos, tuvo un incremento de un peso con 82 centavos, para quedar en 68 pesos con 27 centavos.
La apuesta del Gobierno de la República es que en octubre se dé la segunda etapa de la homologación, en la cual la zona pasaría de 68.27 pesos a 70.10 pesos.
El funcionario federal precisó que los sectores obrero y patronal llegaron a tal acuerdo ante las condiciones actuales del país.
Por su parte, la Secretaria de Trabajo y Previsión Social, Juana Laura Pérez Floriano, comentó que en el Senado se analiza la propuesta para la creación de un elemento que habrá de suplir al salario mínimo vigente en tabuladores como multas y otros desembolsos.
Comentó que la la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI) establece que la Unidad de Medida y Actualización (UMA) se basa en el salario mínimo, multiplicado por uno, más Índice Nacional de Precios al Consumidor.
“En lugar de que por ejemplo se tenga en el pago de una multa de 10 salarios mínimos por pasarte un alto, ahora van a ser 10 UMAs. Se tienen que modificar reglamentos, leyes federales, locales… Va a ser un proceso que inicia en el Gobierno Federal de casi 300 ordenamientos federales”, advirtió.
En torno al salario mínimo Pérez Floriano aclaró que a partir de la desvinculación, “se generan las condiciones para que no existan las limitantes por parte de los patrones para poder establecer incrementos salariales sin que impacte en su pago a INFONAVIT, al Instituto Mexicano del Seguro Social”.
El Senador Mario Delgado explicó que la iniciativa que contempla la creación de UMA, que habrá de sustituir el salario mínimo como referencia económica para pagar multas y derechos, está por aprobarse, aunque no dio fecha.
Comentó que en un principio la UMA valdrá un salario mínimo, según la región económica (A o B) y se moverá a partir de la inflación que se presente.
“Que ya no sea un impedimento que al subir el salario mínimo se genere inflación, porque genera otros incrementos anclados a esta medida, como son las multas o los créditos que otorga el INFONAVIT, por mencionar algunos apartados”.
Por otro lado, abundó, la Comisión de Salarios Mínimo será la entidad que establezca el salario mínimo como lo determina la Constitución.
En torno a lo expuesto por el Senador, el economista Jorge Fonseca comentó que se debe tener mucho cuidado de atar la Unidad de Medida y Actualización a la inflación, ya que se verán multiplicadas de manera exponencial, pues llegará el momento en que ese indicador se eleve, aunque por el momento el Gobierno de la República lo tenga controlado.
“En una etapa de recesión, la inflación cae. En una expansión económica, se ve presionada. Estarían haciendo lo mismo que las Unidades de Inversión (UDIS). Considero que en el Congreso se tendrá que crear una comisión que determine el valor de la UMA o que se negocie en el presupuesto de ingresos”, concretó.
“El discurso va a ser que el salario mínimo no representa un riesgo para la inflación y van a empezar a querer incrementar el salario mínimo, pero, si no lo desligan de las aportaciones obrero-patronales, lo único que van a hacer es propiciar un dolor de cabeza, porque se les incrementará el costo de nómina a las empresas”.
SUELDOS BAJOS EN BAJA CALIFORNIA
El presidente del Centro de Estudios Económicos de Tijuana, Roberto Valero Berrospe, explicó a ZETA que de acuerdo al Artículo 123 de la Constitución, el salario mínimo debe servir a una familia para cubrir sustento, necesidades de educación, vivienda y ocio.
“Lo que pasa es que en el terreno de la realidad eso no es cierto en el caso de Baja California. Desde 2008 los salarios han estado muy castigados, desde que se presentó la crisis. Pasó el tiempo y los salarios no se recuperaron. La cifra de la gente que gana más de cinco salarios mínimos ha caído abruptamente”, expuso, para luego abundar que el salario promedio de cotización del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) era de 288.31 pesos diarios nominales en mayo pasado, mientras que en promedio a nivel nacional, estaba en 307.47 pesos, con lo que el Estado se coloca por debajo de la media nacional.
“Viene la crisis y el sueldo se desfasa, y nos quedamos abajo. Con datos al primer trimestre de 2015, el salario tenía un retroceso de 0.63 por ciento, estamos en la cola de los salarios al primer trimestre del año. Además, tenemos la variación real que se genera con la inflación y que nos pegó duro por lo del IVA, con lo que hubo un decremento en el salario.
“Luego, si vemos las cifras del INEGI donde la población ocupada de cinco salarios mínimos para el segundo trimestre de 2007 fue de 314 mil personas, y para 2014 pasaron a 129 mil 372, fue una caída de más del 50 por ciento. Otro dato: los ocupados que ganan hasta un salario mínimo creció de 14 mil 940 a 83 mil 095 al cierre del año pasado”.
Valero Berrospe explicó que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) contempla el Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza, donde la muestra proporciona el número de personas que no pueden adquirir los productos de la canasta básica con el ingreso de su trabajo.
En ese índice, para el segundo semestre de 2014, Baja California tenía el segundo mayor crecimiento con el 6.4 por ciento, lo que quiere decir que cada vez más personas no pueden comprar esos productos.
El especialista apuntó que al no contar con empleos y salarios atractivos en la región, las personas se van a la informalidad, lo que se convierte en un factor de decrecimiento económico general, ya que la gente no genera el recurso suficiente para el gasto.
“Recordemos que el estado estuvo en recesión y la variable que afectó es que no hubo consumo y no hay una estrategia para impulsarlo, eso hace que crezca la economía. El sector industrial a nivel nacional está preocupado por la competencia con Vietnam, donde los salarios son más bajos. No podemos apostarle a la mano de obra barata porque nos está liquidando. Si bien, la tasa de desempleo no es a la baja, hay gente que está demandando menos trabajo, no porque lo tengan, sino porque no se les ofrece algo atractivo”, finalizó.
SUELDO PARA NECESIDADES BÁSICAS
“El sector industrial a nivel nacional está preocupando por la competencia con Vietnam, donde los salarios son más bajos. No podemos apostarle a la mano de obra barata porque nos está liquidando. Si bien, la tasa de desempleo no es a la baja, hay gente que está demandando menos trabajo, no porque lo tengan, sino porque no se les ofrece algo atractivo”, afirmó a ZETA el presidente del Centro de Estudios Económicos de Tijuana, Roberto Valero Berrospe.
Actualmente la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI) establece que con un sueldo diario de 70.10 pesos y 68.28 pesos (zona A y B respectivamente), una familia en México puede acceder a vivienda, educación, diversión y alimentación, tal y como dictamina el Artículo 123 de la Constitución.
Mientras tanto, el Gobierno de la República estima un ingreso mínimo mensual en 2 mil 628 pesos en las zonas urbanas para cubrir transporte y servicios de salud, cuando la realidad -al menos en Tijuana, Baja California- indica que una familia de cuatro integrantes necesita 10 mil pesos para subsistir sin lujos, y sin considerar actividades en tiempos de ocio.
Al ver la lista de jornales de la Comisión, que entró en vigor el 1 de abril de 2015, el sueldo más bajo en Baja California lo ocupa el empleado de góndola, anaquel o sección de tiendas de autoservicio, el cual percibe 88.60 pesos diarios.
Después está el oficial de albañilería con 102.20 pesos, y el trabajador que más gana es el reportero gráfico en prensa diaria impresa, con los 210.05 pesos. Es decir, si un fotógrafo labora 40 horas a la semana, obtendría mil 260 pesos (sin descontar pago de impuestos), sueldo menor al que percibe un empleado del sector maquilador, que ronda los mil 350 pesos descontando pagos al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), impuestos y fondo de ahorro.
De acuerdo con Noé Morales, director del portal empleonuevo.com, los recién egresados de universidad que se especializaron en áreas administrativas o humanidades, promedian un sueldo de mil 200 a mil 500 pesos semanales.
Mientras tanto, un comparativo de salarios en México con otros países, expone que en territorio nacional se pagan en promedio 0.60 centavos de dólar por hora laborada.
En diciembre de 2014, la Cámara de Diputados aprobó la reforma constitucional en materia de desindexación del salario mínimo y dio paso a la creación de la Unidad de Medida y Actualización (UMA), donde se establece que el valor inicial diario “será equivalente al que tenga el salario mínimo general vigente diario para el área geográfica A o B, según su ámbito de aplicación”.
“Habrá que ver cómo terminan haciendo las cosas, porque hasta el momento lo único que se ha hecho es cambiarle el nombre al salario mínimo, pues la nueva unidad se basará en los 70 pesos que se tienen ahora”, externó un economista consultado por ZETA.
Un estudio de los 34 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) confirma que la brecha entre los salarios y las horas trabajadas es mayor en México que en cualquier otro país de los que pertenecen al organismo.
Mientras tanto, según cifras oficiales, el número de mexicanos en pobreza subió de los 53.3 millones que había en 2012, a 55.3 millones contabilizados en 2014; es decir, en lo que va de la administración de Enrique Pena Nieto, aumentó en 2 millones aproximadamente.
NIVEL DE ENSAMBLE EN BC
Para el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Humberto Jaramillo, se debe tomar en cuenta que Baja California está impactada por la maquiladora, que sigue siendo el principal empleador formal en el estado.
Ante tal situación, afirmó que el interés del organismo es impulsar los programas de capacitación y educación para migrar a una actividad más especializada que la que se realiza ahora.
“Estoy de acuerdo en que el salario mínimo cada día alcanza para menos, pero el sector empresarial tiene también muchos compromisos y carga fiscal. El componente de lo que uno paga es solo una parte de lo que le entrega al trabajador y paga impuestos que van añadidos al salario”, dijo.
“La mano de obra no beneficia a nadie. Tener una masa tan grande con salarios bajos no genera riquezas, ni ventas; creo que es una aspiración de obreros como de patrones el poder elevar el poder adquisitivo de los trabajadores”, argumentó.
Por lo anterior, Jaramillo concluye que tanto el gobierno como los empresarios deben generar un mecanismo donde realmente se puedan reconocer las capacidades de los trabajadores técnicos, además de buscar una certificación y profesionalización para generar un valor agregado.
UNIVERSITARIOS DE MIL 500 PESOS
En Tijuana, un egresado del área de Ciencias Sociales o del área Técnico Administrativa percibe mil 500 pesos a la semana, lo mismo que un empleado de maquila que labora horas extra. Mientras que el salario de los egresados de ingeniería va de un rango de mil 500 a 2 mil pesos.
Según Noé Morales, en las carreras de ingeniería regularmente se presenta un desarrollo a corto plazo, siendo las áreas de mecatrónica, electrónica e ingeniera avanzada, las que tienen sueldos de hasta 3 mil pesos por semana, siempre y cuando los aspirantes al puesto hablen el idioma inglés.
En tal sentido, reconoció que la paga estipulada por la CONASAMI es insuficiente para vivir: “es la Comisión Nacional de Salarios Mínimos la que está violentando la Constitución, si sacas una canasta básica el costo es de 4 mil 500 pesos, ¿dónde queda la diversión?”.
Por la anterior, Morales afirmó que los sueldos quedaron para fines estadísticos o penalidades del orden federal, y no para regular la relación obrero patronal, empero, los ingresos se rigen por la oferta y la demanda:
“Como empleado lo que vendes es tu tiempo por mente de obra o mano de obra, según tu área. Dependiendo la oferta y la demanda es como se pactan los precios. Por ejemplo en los 90, cuando la maquila estuvo fuerte, hubo una crisis de empleados de moldeo por inyección en plástico, ganaban el doble que un ingeniero recién egresado. No podía conseguir menos de 450 pesos diarios y en la Comisión eso no lo decía”.
La mayor cantidad de empleo que se oferta en la región es generado por la industria maquiladora, la cual ha repuntado con ampliaciones de inversión y la apertura de líneas de producción, lo que ha representado escasez de obreros.
En agosto el sector necesita colocar 3 mil 500 plazas, donde los salarios oscilan entre mil y mil 200 pesos semanales.
Respecto a la generación de empleos, hasta junio pasado, el IMSS tenía registrados 43 mil plazas formales, con lo que se rebasaría la meta de 55 mil que estableció el Gobierno del Estado a principio del año. Al cierre de 2015 podrían haberse creado 80 mil, pero en su mayoría, en el área de producción.
Para que en Tijuana una familia pueda ganar más de 4 mil 500 pesos a la semana, tienen que trabajar todas las personas que la integran.
“Tengo 22 empleados y muchos egresaron el año pasado. Trabaja papá, mamá y hermanos. Por ejemplo, uno es velador, otro trabaja en una fábrica, el otro labora al otro lado; el ingreso familiar ronda los 3 mil 500 a 4 mil 500 pesos”, puntualizó el director de empleonuevo.com
