La probabilidad de que un adicto consiga empleo es menor a la de los no consumidores, afirma estudio

11/10/2013 - 1:00 am
Foto: EFE
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Ciudad de México, 11de octubre (SinEmbargo).– ¿Tiene un desempleado mayores incentivos para ser consumidor de drogas o es el consumo de estas el que determina la capacidad de empleo? La pregunta fue hecha por un grupo de investigadores españoles que determinó que es probable que exista una relación entre drogadicción y desempleo.

Hasta ahora, los estudios que relacionan el consumo de estupefacientes y la productividad de un trabajador tuvieron resultados diversos e incluso confrontados. Sin embargo, ahora, un grupo de científicos de la Universidad de La Coruña y de la Escuela Universitaria de Relaciones Laborales de la misma ciudad demostró que estas adicciones disminuyen la probabilidad de contratación en un 58.4 por ciento.

Así, el impacto del uso de drogas que crean dependencia en la posibilidad de ser seleccionado por una empresa fue analizado por el trabajo de estos investigadores, según publicó la revista Applied Economics Letters.

La dificultad para realizar este tipo de análisis radica en determinar la dirección que toma la dependencia entre dos o más factores, por lo tanto, “para estudiar la relación entre variables se utilizan modelos de tipo probabilístico”, dijo María Berta Rivera, una de las autoras del estudio.

En el caso de los nexos entre el consumo de drogas y el trabajo, “puede existir una relación bidireccional entre ambas variables”. Asimismo, “la influencia sería recíproca”. No obstante, sobre si la ausencia de trabajo incide en una adicción o si el consumo de drogas repercute en la obtención de empleo, la investigadora fue clara.

“La metodología que hemos utilizado permite establecer la relación en el sentido de la segunda afirmación, y por lo tanto poder obtener las conclusiones expuestas en el artículo”, agregó Rivera.

Debido a que el consumo de drogas es lo que se conoce como una variable endógena o determinada por otras magnitudes que deben introducirse a su vez en el modelo inicial, estas se estudiaron con especial atención, como la edad a la que comenzó la adicción.

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“Un inicio temprano en el consumo de drogas tiene efectos importantes en la empleabilidad futura”. Mientras que el nivel de educación “influye de manera positiva en la reducción de la probabilidad de ser un consumidor frecuente de drogas de dependencia”, así como el estado civil, el cual “también determina la probabilidad de consumo de drogas y su intensidad” añadió la investigadora.

Los investigadores tuvieron en cuenta únicamente las “drogas clasificadas como de dependencia”, por lo que los casos estudiados se refieren al consumo de heroína, de cocaína, de aquellas sustancias cuya base es la cocaína, y los consumos mixtos de ambos tóxicos.

De esta manera, los expertos seleccionaron aquellos usuarios clasificados como “consumidores problemáticos”, aclaró la científica. “Hemos utilizado únicamente los casos de empleo patológico de drogas, es decir, con una frecuencia diaria”, agregó.

Por su parte, los casos utilizados en el ensayo fueron extraídos de los registros clínicos de las Unidades Asistenciales de Drogodependencia (UADs) del Servicio Gallego de Salud.

Finalmente, los autores consideran que desde un punto de vista socioeconómico los resultados revelan el gran costo en lo individual y en lo colectivo que originan los problemas de salud y sociales asociados al consumo habitual de drogas ilegales.

“Es una productividad perdida, puesto que, en su mayoría, estamos hablando de población joven en edad de trabajar”, concluye la investigadora.

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