Algo sobre la vida y obra de Elena Garro, en recuerdo de los 95 años de su nacimiento

11/12/2012 - 12:00 am

Hoy se conmemora en natalicio número 95 de una narradora, dramaturga y periodista, Elena Garro, cuya obra la ubica como precursora del realismo mágico, sobre todo en teatro Considerada como un ser lleno de contradicciones y enigmas, Garro no ha tenido la fortuna de ser conocida en su justa dimensión, pues como señala Elena Poniatowska “… ha quedado tan confundida con Octavio Paz, que muchas veces resulta difícil separar su obra y su vida del nombre del poeta. ´¡Ah, la que fue mujer de Paz!´ es una frase que parece formar parte de su identidad”.

De padre español y madre mexicana, Elena Garro nació el 11 de diciembre de 1916, en Puebla (aunque algunos biógrafos sitúan su nacimiento en 1920), y desde pequeña se distinguió por ser una niña hiperactiva que vivió su infancia de manera alegre.

Datos biográficos difundidos por la “redescolar.ilce.edu.mx”, señalan que se mudó a la Ciudad de México para estudiar Literatura en la Universidad Autónoma de México, etapa que marcó el rumbo de su vida, ya que fue el periodo en que conoció al también escritor Octavio Paz, quien fuera su único esposo y padre de su hija Helena.

Su relación fue muy sonada en el ámbito cultural e intelectual de México. Con el impulso de Paz, Elena comenzó a escribir y fue por aquellos años que redactó lo que se considera su obra cumbre: “Los “Recuerdos del porvenir”.

En 1937 se casa con Octavio Paz y lo acompaña a España, de donde regresan un año después. Tuvieron una hija, Helena, y finalmente se divorciaron en 1959, ella vive entonces en Estados Unidos y España, cita una famosa enciclopedia en línea.

Entrados los años 70, luego de las acusaciones de parte de los gobiernos de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría, de amplia participación en el movimiento estudiantil de 1968, Elena Garro fue señalada y su obra relegada.

Ella acusó a los intelectuales de esta campaña, lo que le valió momentos de desprecio, humillación y señalamientos, que la hicieron exiliarse en Francia para finalmente establecerse en Cuernavaca, Morelos, donde vivió de manera modesta al lado de su hija y 14 gatos.

Cuentan que en sus últimos años ya no escribió y en sus últimas apariciones manifestó su deseo por ser aclamada en vida, mientras aún respiraba. Su último aliento ocurrió el 23 de agosto de 1998, a la edad de 77 años, luego de perder la batalla contra el cáncer de pulmón que padeció.

Empero, el trabajo de Patricia Rosas Lopátegui, su biógrafa, y autoras como Elena Poniatowska, ha permitido ir redimensionando la obra de esta notable mujer que tuvo el poder de expresarse, de mostrarse mediante su literatura y que a pesar de sus circunstancias no tuvo miedo de decir lo que pensaba.

Una mujer que destacó en el ámbito literario y periodístico, realizando entrevistas a notables personajes como Frida Kahlo y Pablo Neruda, así como investigaciones en torno al reparto agrario y la condición de las mujeres presas en México.

Entre los reconocimientos que alcanzó en vida, destaca el Premio Xavier Villaurrutia, en 1963, por “Recuerdos del porvenir”; el Premio Grijalbo en 1989, Premio Bellas Artes de Narrativa Colima en 1996 y el Premio Sor Juana Inés de la Cruz, ese mismo año.

“Felipe Ángeles”, “Un hogar sólido”, “La mudanza”, “Testimonios sobre Mariana”, “Mi hermanita Magdalena”, “Andamos huyendo Lola”, “La culpa es de los tlaxcaltecas”, “Un corazón en un bote de basura” y “Revolucionarios mexicanos”, se cuentan como parte de la obra de Garro, convertida en un símbolo de la literatura nacional.

Expertos señalan que Elena Garro renovó el teatro, llevando a cabo una serie de innovaciones, pues antes el teatro mexicano era costumbrista, naturalista, que seguía las normas del teatro aristotélico. Garro Falleció el 22 de agosto de 1998

Acutualmente, en Coyoacán autoridades edificaron el Centro Cultural Elena Garro.

–Con información de Notimex

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