Al inicio de la última jornada de la semana, el pesimismo de ayer disminuyó ante datos de crecimiento de la Unión Europea y un repunte en el petróleo. Las últimas previsiones macroeconómicas muestran que Europa vive entre dos extremos y envuelta de riesgos, sobre todo por la desaceleración de economías emergentes, una inquietud a la que se ha sumado una preocupación por la salud de los bancos europeos, algo que se refleja en la actual volatilidad en los mercados.
Ciudad de México, 12 de febrero (SinEmbargo/EFE).– El dólar ha cedido 25 centavos esta mañana al venderse en Bancomer en 19.46 pesos. Sin embargo, ante la incertidumbre actual por la salud económica mundial, Banco Base no descarta riesgos al alza para el tipo de cambio.
Durante los primeros compases de la sesión de este viernes, el mercado accionario borró los números rojos de la víspera y la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) ganaba 0.19 por ciento y el Wall Street también abrió con alzas. El Dow Jones de Industriales, su principal indicador, subía un 0.56 por ciento impulsado por un fuerte rebote del precio del petróleo en los mercados internacionales.
El barril de Texas, de referencia en el país, subía un 6.56 por ciento y cotizaba en 28.03 dólares, mientras el crudo Brent, de referencia en Europa y otros mercados, progresaba un 5.04 por ciento y cotizaba a 32.35 dólares por barril.
Los inversores también se sumaban al optimismo de sus colegas al otro lado del Atlántico, donde las bolsas europeas seguían en positivo a media sesión, con avances del 3.10 por ciento en Milán, en torno al 1.5 por ciento en Fráncfort, Londres y Madrid, y del 1 por ciento en París.
Este viernes, se reportó que el crecimiento económico de la eurozona avanzó en 2015 hasta un 1.5 por ciento, con lo que se acercó a niveles de 2011 y registró la mejor evolución en cuatro años, que no obstante puede truncarse este año por el frenazo de las economías emergentes y otros riesgos políticos, económicos y financieros.
El conjunto de la Unión Europea finalizó el ejercicio pasado con un aumento del 1.8 por ciento del PIB, porcentaje idéntico al de 2011, según los datos de la serie histórica facilitados a Efe por la agencia comunitaria de estadística Eurostat.
Esa oficina, con sede en Luxemburgo, publicó hoy sus primeras estimaciones sobre el cierre y el cuarto trimestre de 2015, en el que la economía de la eurozona creció un 0.3 %, al igual que la del conjunto de los Veintiocho.
Una portavoz de la Comisión Europea (CE) admitió que el dato trimestral refleja una evolución “ligeramente por debajo de las expectativas” de Bruselas, tanto en la eurozona como en la UE.
Si se compara el dato de Europa con el de otras grandes economías, la UE se sitúa ahora a la altura de Estados Unidos, que registró un dato interanual del 1.8 por ciento del PIB tras avanzar un 0.2 por ciento en el último trimestre de 2015.
Pese a mantener un optimismo cauteloso y proyectar que la economía comunitaria crecerá este año y el siguiente, la Comisión Europea también sabe que lo hará menos de lo esperado inicialmente y siempre a un ritmo moderado.
Lo que vaticina son riesgos económicos y políticos más pronunciados, que van desde la desaceleración de China hasta el impacto de la crisis de refugiados o las amenazas a la seguridad.
Las últimas previsiones macroeconómicas han dejado claro que Europa vive actualmente entre dos extremos y “envuelta de riesgos”.
Por un lado, los factores que benefician su crecimiento son más fuertes y perduran más de lo vaticinado hace algunos meses, como son los bajos precios del crudo, un tipo de cambio del euro bajo que favorece las exportaciones o las políticas acomodaticias del Banco Central Europeo.
Por otro lado, la economía comunitaria sigue navegando contra “vientos de costado, que ganan en fuerza”, en palabras del comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici.
Esos riesgos cada vez más pronunciados provienen sobre todo de la desaceleración de economías emergentes, una inquietud a la que se ha sumado una preocupación por la salud de los bancos europeos, algo que se refleja en la actual volatilidad en los mercados.