“La ganadería convencional acaba con los bosques”, afirmó Alejandro Hernández, coordinador de bosques mesoamericanos de México y Norte-Centroamérica de The Nature Conservancy (TNC).
México, 12 agosto (EFE).- El silvocultivo pastoril ayuda a evitar la deforestación e incrementar la producción ganadera, contó hoy a Efe Alejandro Hernández, coordinador de bosques mesoamericanos de México y Norte-Centroamérica de The Nature Conservancy (TNC).
Este cultivo incorpora a los sistemas de producción tradicionales los llamados “árboles forrajeros” que tienen mayores porcentajes de proteínas que el pasto, que puede aportar hasta el 14 por ciento de proteína, mientras que estos arbustos rebasan el 32 por ciento.
“Esto se traduce en sistemas de producción más eficientes”, precisó Hernández, quien trabaja con su proyecto en el sureño estado de Chiapas, en el que presumió haber “logrado un incremento de la producción de leche del 10 por ciento”.
Este modelo, aseguró, acaba con el mito de que el ganado vacuno únicamente se alimenta de pasto y ofrece la posibilidad de poblar el hábitat de las vacas con estos árboles, permitiendo filtrar el nitrógeno al suelo y aportar materia orgánica.
Aseguró que en Chiapas, el silvocultivo pastoril puede paliar la deforestación del estado, que ha perdido ya un 75 por ciento de sus bosques, es decir, unos 2.9 millones de hectáreas.
Actualmente, la organización de Hernández está encargada de 17 mi hectáreas que están en proceso de transformación a un sistema de producción sostenible.
La producción “se hace en una superficie menor” que equivale a unas 9 mil hectáreas lo cual permite liberar las 8.000 restantes. “Esto es muy significativo porque estamos recuperando árboles que capturan carbono”, relató Hernández.
Con ello, el bosque incrementa su capacidad de retención y recuperación de filtración de agua, sostuvo.
El sistema silvopastoril no es nuevo pero su implementación todavía es anecdótica porque conlleva “sistemas de riego, cercos eléctricos, arreglos silvopastoriles, entre una serie de elementos”, relató.
Hernández se mostró convencido de que existen las condiciones para mejorar los procesos de producción y al mismo tiempo conservar e incluso reforestar los bosques. “Los bosques y la biodiversidad es nuestro seguro de vida ante el cambio climático”, afirmó.
La burocracia gubernamental reacciona de manera errática porque “los recursos no se invierten de manera adecuada” ya que la inversión gubernamental más que para incrementar capacidades está para solventar daños, aseguró.
Al mismo tiempo, Hernández apostó por potenciar el incentivo a los pequeños productores, sumidos en el desconocimiento, para que implementen dicho modo de cultivo.
El acceso a créditos permitiría incrementar la producción y a su vez garantizaría una mayor ganancia. manifestó.
