La enorme biblioteca de un dictador obsesionado con los libros. La secreta vida literaria de Pinochet

12/09/2013 - 1:00 am
Foto: EFE
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Por Mauricio Weibel, dpa

Ciudad de México, 12 septiembre (Sin Embargo).- El general y dictador chileno Augusto Pinochet (1973-1990) construyó durante su mandato una biblioteca de más de 55.000 títulos, plagada de textos sobre marxismo, su principal enemigo.

“No hubo librero que no se preciara de tal que no hiciera tratos con él, algunos con más vergüenza que otros”, dijo a dpa el periodista Cristóbal Peña, autor de La secreta vida literaria de Augusto Pinochet.

Peña, cuya casa fue asaltada en diciembre por desconocidos junto a la de otros dos periodistas que investigaban la dictadura, agregó que el valor de la biblioteca superó con creces los cuatro millones de dólares, según peritajes judiciales.

“Probablemente muchos libros los compró con fondos públicos”, dijo, para luego ahondar en el desconocido rasgo obsesivo del general.

“Pinochet fue un bibliófilo, un coleccionista al que le hacían exposiciones privadas de libros en el palacio presidencial de La Moneda”, detalló.

Para Peña, el general tenía predilección por los mapas y los textos de historia, al tiempo que valoraba menos la novela, el cuento o la poesía.

Foto: Especial
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“En todo caso, su libro preferido fue El arte de la guerra, de Sun Tzu”, un texto sobre estrategia que recomienda sobre todo la simulación. “Parecer quieto cuando se avanza”, explicó Peña.

EL FILÓSOFO DE LOS REINOS COMBATIENTES

Para el periodista, Pinochet siguió al pie de la letra los consejos del estratega y filósofo chino de los Reinos Combatientes, época que se extendió entre los años 476 y 221 antes de Cristo.

“Creo que a Pinochet se lo ha subvalorado, pues fue capaz de incorporar muchas cosas que le enseñaron”, sostuvo Peña.

En este punto, Peña observó una ambigüedad. Por un lado, Pinochet mostró alardes intelectuales escribiendo libros, finalmente llenos de plagios, pero por otro ocultó su gigantesca biblioteca.

“Ese era un lugar secreto, al que muy pocos podían acceder”, explicó Peña.

Pero no era un lugar cualquiera, pues el general tenía bibliotecas de ex presidentes y textos de la Colonia, entre otras joyas bibliográficas.

La biblioteca, la mitad de la cual Pinochet donó al Ejército en 1989, fue mínimamente inventariada por la Justicia, durante las investigaciones por la fortuna de la familia Pinochet, las que aún perduran.

“La biblioteca quedó embargada, pero permaneció en las propiedades de la familia Pinochet. Hoy existen versiones de que los libros de Pinochet, sin vigilancia sobre ellos, comenzaron a circular en ferias y librerías como objetos de colección”, dijo Peña.

“Hoy los libros de Pinochet son objetos de colección”, concluyó.

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