Para el CCE, los dos factores son la causa de la gran distancia que hay entre el balance objetivo de los datos duros de la economía y la marcha del país frente a la percepción más pesimista que prevalece en una parte importante de la población.
Ciudad de México, 12 de octubre (SinEmbargo).– El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) afirmó que en la agenda hay dos componentes fundamentales en los que es indispensable avanzar para un crecimiento sostenido e incluyente: la confianza y el fortalecimiento institucional del Estado de derecho.
El CCE explicó que “en esos dos factores estrechamente interrelacionados radica nuestro talón de Aquiles, la causa de la gran distancia que hay entre un balance objetivo de los datos duros de nuestra economía y la marcha del país frente a la percepción más pesimista que prevalece en una parte importante de la población”.
En su mensaje semanal “Perspectivas para México en el 2016”, el organismo empresarial destacó que pese a la inestabilidad en la economía mundial, las estimaciones para México son relativamente favorables en términos comparativos.
Sin embargo, el escenario que se esboza no es alentador para las economías globales. Para el CCE, los principales factores que han presionado a la baja los pronósticos de crecimiento están la desaceleración de China y la caída de los precios en las materias primas.
“Existe el temor respecto a una mayor volatilidad de los mercados financieros y aumentos en el costo del dinero, los cuales podrían afectar de manera importante las finanzas de países o empresas con deudas en dólares. México no está exento de los efectos”, agregó.
En ese panorama, las reformas estructurales –planteó el CCE– han confirmado la determinación de México de seguir por el camino de la sensatez, la transformación y la modernización económica.
Respecto, a la las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) los empresarios consideraron que es una buena noticia “siguen incrementándose las ventajas y las oportunidades para nuestro país por esa vía”
“A todo ello hay que sumar el crecimiento esperado en Estados Unidos, nuestra carta más fuerte para un mayor dinamismo en el 2016, así como hecho de que nuestro mercado interno presenta signos de cierta mejoría. El crecimiento del empleo formal ronda el 4.5 por ciento anual y el del salario real, casi al 2 por ciento en términos reales”, detalló.
Finalmente, comentó que un factor clave es tener un paquete económico congruente con las circunstancias internacionales y nacionales. Por una parte, prudencia fiscal, austeridad, que se cuiden los recursos públicos; que realmente se les asigne bajo los criterios de eficiencia, transparencia y rendición de cuentas. Por el otro lado, no podemos desaprovechar las opciones viables que tenemos para impulsar la inversión, el empleo formal y el crecimiento.