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Martín Moreno-Durán

12/10/2016 - 12:00 am

¡Justicia para Karen y Erick!

+Edomex: la tierra del feminicidio +Carta de una madre para Eruviel Estudiante brillante en el CCH Vallejo, Karen Alvarado Mosso cumplió 17 años con una promesa de vida: ser abogada para defender a mujeres maltratadas. “Lo voy a lograr…”, le decía a su madre, Sacrisanta, dentro de su hogar en el peligroso Ecatepec, Estado de […]

Hoy, el asesino o los asesinos de Karen y de Erick Alvarado Mosso, siguen libres entre esa selva de impunidad y violencia llamada Estado de México. Foto: Especial
Hoy, el asesino o los asesinos de Karen y de Erick Alvarado Mosso, siguen libres entre esa selva de impunidad y violencia llamada Estado de México. Foto: Especial

+Edomex: la tierra del feminicidio

+Carta de una madre para Eruviel

Estudiante brillante en el CCH Vallejo, Karen Alvarado Mosso cumplió 17 años con una promesa de vida: ser abogada para defender a mujeres maltratadas. “Lo voy a lograr…”, le decía a su madre, Sacrisanta, dentro de su hogar en el peligroso Ecatepec, Estado de México.

Jovencito esforzado, Erick Alvarado Mosso hacía deporte y seguía los pasos de su hermana. “También seré tan inteligente como Karen, mamá…ya lo verás”, decía, a unos cuantos días de entrar a la Secundaria.

Ni Karen ni Erick podrán cumplir sus sueños.

El pasado 4 de agosto fueron estrangulados dentro de su casa, entre 9 y 10 de la mañana, según las investigaciones. Asesinados. Los tomaron por sorpresa: dormidos. El columnista observa fotografías que comprueban esta teoría: Erick en paños menores, sobre su cama, amarrado con las manos en la espalda, sin vida. Masacrados de manera brutal. A Karen la violaron.

Hoy, el asesino o los asesinos de Karen y de Erick Alvarado Mosso, siguen libres entre esa selva de impunidad y violencia llamada Estado de México; sueltos, tras cometer el doble crimen en Ecatepec, ubicado ya entre los peores lugares para vivir en México. (Fuente: Índice del Gabinete de Comunicación Estratégica)

¿Quién mató a Karen y a Erick Alvarado Mosso? ¿Por qué tanta saña? ¿De dónde salió el odio?

Hasta donde sabemos, ni Karen ni Erick pertenecían al crimen organizado ni vendían drogas ni mucho menos eran sicarios. Eran dos jóvenes sanos, impetuosos, intentando saltar los obstáculos que la vida nos da. Vivían con su madre, que hoy, confiesa, “soy una mujer sin vida ya, muerta junto con mis hijos”.

¿Quién los mató? ¿Por qué?

*****

El Estado de México –la tierra de origen de Enrique Peña Nieto, el mismo trampolín desde donde Eruviel Ávila intenta ser candidato presidencial, inmerso hoy en un desgobierno reflejado en la alta violencia, crimen organizado, ejecuciones e inseguridad-, presenta también otra carta credencial vergonzante: es la entidad con mayor número de feminicidios a nivel nacional, con 250 tan sólo en 2016.

Es decir: en el Edomex, solamente durante este año, cada mes han sido asesinadas 28 mujeres, a un ritmo frenético de sangre: baleadas, apuñaladas, violadas, estranguladas. Mensualmente, casi una muerta por día. Es una cifra agraviante. De derrota.

Al parecer, él o los asesinos iban solamente en contra de Karen, y nada les importó arrebatarle también la vida a Erick. No podían dejarlo vivo. Había que matarlo.

Los verdugos no forzaron la entrada. Sabían, de antemano, que la puerta de la familia Alvarado Mosso tenía una abertura que permitía abrirla con solo empujarla. Así lo hicieron. Ingresaron a la vivienda sin ningún problema.

Ello confirma una línea de investigación: los asesinos eran conocidos de los muchachos. Amigos, tal vez; parientes, quizás.

“A mis hijos los agarraron dormidos…ya no les permitieron ver el sol”, me dice, entre lágrimas, Sacrisanta Mosso, madre de Karen y Erick, sentada de frente durante mi Noticiero de radio dominical en Reporte 98.5 FM (2 a 4 PM). (Las fotografías analizadas revelan, al menos en el caso de Erick, que fue muerto en su propia cama, donde dormía. Allí quedó maniatado su cadáver). Sacrisanta ya había salido a trabajar.

“Esa mañana yo salí y vi a Erick…lo saludé”, asegura Inés Mosso, hermana de Sacrisanta, también en la cabina de radio. Sus casas son contiguas. Obligada la duda: ¿a qué hora y en dónde saludó su tía a Erick si, como se confirma, en ningún momento abandonó su hogar, asesinado dentro, en su propia recámara?

Una de dos: o miente Sacrisanta al decir que “los agarraron dormidos”, o miente Inés al asegurar que saludó a Erick. ¿En qué momento?

El hijo de Inés, adolescente también, primo de Karen y de Erick, ha sido interrogado. Qué sabe. Qué vio.

Un dato: de los primeros en llegar al lugar del crimen, fueron familiares del ex novio de Karen. Son policías.

A dos meses de ejecutado el crimen contra los hermanos Alvarado Mosso, Sacrisanta me hace llegar una carta, exigiendo justicia al Gobernador Eruviel Ávila. Extractos:

Antes que nada, le hago un llamado a quien, en su carácter de máxima autoridad en el estado, tiene la obligación de darnos seguridad a cada uno de sus gobernados, le hago un llamado a quien en algún momento estrechó mi mano para solicitar mi voto y mi confianza y lo hice; se la di…

       “Hoy, señor Gobernador, le pido nuevamente que estreche mi mano, que conozca de mi voz, lo atroz de mi caso…

       “Me los arrancaron y, con ellos, mi corazón”.

Hasta aquí parte de la misiva de Sacrisanta Mosso al Gobernador Eruviel Ávila.

Ya veremos qué tanto caso le hace Eruviel a una madre mexiquense vejada por la violencia, o si solo gobierna para la grilla sucesoria.

       *****

Por supuesto que los asesinatos de Karen y de Erick no son los únicos que se registran en el violento Estado de México. Son parte de un catálogo inagotable de violencia que, hoy por hoy, enfrenta la entidad. Basta un dato: durante la misma semana en que Karen fue muerta, se registraron otros diez feminicidios en el Edomex.

He visto cara a cara a Sacrisanta. He sentido su dolor. Le he prometido que, en lo que corresponde a mi labor como periodista – no somos policías y tenemos límites legales-, agotaré todo recurso para que los asesinos de sus hijos sean detenidos y castigados. No cejaremos.

Al Gobernador Eruviel Ávila, Sacrisanta Mosso ya le envió una carta.

Al procurador de Justicia del Estado de México, Alejandro Gómez, le decimos: no vamos a descansar en esta cruzada, hasta que los asesinos de Karen y de Erick sean aprehendidos. En su cuenta de TW (@ProcuradorMXQ), Gómez presenta el hashtag #MexiquensesMejorProtegidos. En el caso de los hermanos Alvarado Mosso, no fue así. Que no sea tan solo un slogan, sino palabra cumplida.

El crimen de Karen y de Erick fue un acto de salvajismo mayúsculo.

Y ese acto de bestias debe ser castigado.

(Colaboraron para esta columna: Frida Guerrera (seudónimo de la comunicadora Verónica Villalbazo) y Yohali Reséndiz.

TW: @_martinmoreno

FB / Martin Moreno

 

Martín Moreno-Durán
Periodista. Escritor. Conductor radiofónico. Autor de los libros: Por la mano del padre. Paulette, lo que no se dijo. Abuso del poder en México. Los demonios del sindicalismo mexicano. El Derrumbe Retrato de un México fallido. El Caso Wallace. 1/Julio/2018: Cambio Radical o Dictadura Perfecta, y de la novela Días de ira.

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