“El Negro” pide compasión para sus compatriotas perseguidos y discriminados en los Estados Unidos, al recibir un premio otorgado por el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles
Ciudad de México, 12 de noviembre (SinEmbargo).- El cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu propuso llamar a los inmigrantes que son agredidos en los Estados Unidos, “soñadores indocumentados”, pues esa calificación permite iniciar una conversación entre las partes involucradas en un tema complejo que cimbra a la sociedad moderna.
Las palabras del director de Amores perros y la reciente Birdman se manifestaron en el marco de un discurso pronunciado al recibir un reconocimiento otorgado por el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles (LACMA) el pasado fin de semana, junto al arquitecto James Turrell, “un poeta de la luz, ese elemento que los cineastas usamos para revelar nuestras historias, aunque en el caso del maestro Turrell, la luz es revelación misma y eso es sublime”, dijo el director.
“Nací y crecí en un lugar al que considero la Roma de América, donde una civilización milenaria esta enterrada debajo de la ciudad más grande del mundo, en uno de los más complejos y apasionantes experimentos antropológicos jamás creados: La ciudad de México”, expresó el también director de Biutiful.
“Como mexicano, considero el honor que recibo como un reconocimiento a todo la comunidad mexicana por su eminente trabajo y su vibrante aportación cultural que ha hecho durante tantos años a la ciudad de Los Ángeles y a los Estados Unidos.
He sido muy afortunado en poder filmar películas alrededor del mundo y compartir experiencias humanas con todo tipo de personas, independientemente de nuestro lugar de origen”, agregó.
Para “El Negro”, la especie humana es la única que necesita verse a sí misma en un espejo y que en ese sentido el cine constituye un puente para establecer relaciones “entre nosotros y los otros”, manifestó.
PAREDES EN LUGAR DE PUENTES
“Desafortunadamente, hoy por hoy, hay personas proponiendo construir paredes en lugar de puentes. Tengo que confesar que debatí conmigo mismo si hablar o no de un tema tan incómodo esta noche, pero frente a los recientes y repetidos comentarios xenófobos expresados contra mis compatriotas mexicanos, no puedo evitarlo”, dijo el cineasta con vehemencia.
“Estos comentarios serían inaceptables en caso que estuvieran dirigidos contra otra minoría, no obstante, estos millones de personas resulta que no tienen voz ni derecho alguno a pesar de que muchos de ellos han vivido en los Estados Unidos toda su vida.
Estas ideas y comentarios han estado extensamente difundidos por los medios de comunicación masiva sin vergüenza alguna. Además han sido aplaudidos y promocionados por líderes y comunidades dentro de los Estados Unidos”, denunció González Iñárritu.
“La base y fundación de todo esto es tan ridícula, ignorante e inflamatoria que pudiera fácilmente ser minimizada a ser un episodio cómico, una farsa digna de la civilización del espectáculo en la que vivimos o simplemente una broma.
Pero las palabras que se han expresado no son una broma. Las palabras tienen un poder real; y palabras similares en el pasado han creado y provocado enormes sufrimientos para millones de seres humanos, especialmente a lo largo del siglo pasado”, destacó.
NO REGAR LAS SEMILLAS DE ODIO
En otro tramo de su discurso, el artista mexicano exhortó a los presentes a no permitir que “se rieguen las semillas de odio” y abogó porque no se difundan más “pensamientos y emociones inferiores a todos los seres humanos del mundo”.
Advirtió que los discursos racistas y xenófobos hacen peligrar la vida de millones mexicanos y latinoamericanos en los Estados Unidos y “otros muchos millones de inmigrantes alrededor del mundo que hoy sufren podría tener el mismo destino”.
“No hay ningún ser humano que, por el solo deseo de tener una vida mejor, deba ser nombrado o declarado ilegal, o ser desposeído o considerado desechable”, dijo el cineasta que fuera criticado recientemente por el millonario Donald Trump en una de sus tantas intervenciones racistas en los medios estadounidenses.
En entrevista para la cadena Fox, el precandidato republicano dijo: “La del Oscar fue una gran noche para México, como siempre. En este país (Estados Unidos), ya sabes, todo esto que pasa es ridículo”.
“González Iñárritu “no paraba de subir y subir y subir. ¿Se va a llevar todo el oro? ¿Tan buena es la película? Yo no he escuchado eso”, manifestó Trump.
LOS SOÑADORES INDOCUMENTADOS
En su discurso de aceptación del premio, Alejandro González Iñárritu sugirió llamar a los migrantes mexicanos en los Estados Unidos, “soñadores indocumentados”, puesto que “al llamarlos de esta manera, podríamos iniciar una conversación humana para poder lograr una solución con la más preciada, olvidada y distinguida emoción que un ser humano puede tener: la compasión”, afirmó
Agradeció también a la institución que le otorgó el premio, pues considera al cine un arte.
“Y cuando digo arte, me refiero a lo que verdaderamente el arte es: una expresión humana, un punto de vista singular, tan valioso como cualquier otro, de un ser humano ordinario”, concluyó.
UNA CARRERA PRODIGIOSA
Nacido en el Distrito Federal el 15 de agosto de 1963, Alejandro González Iñárritu es autor de las premiadas Amores Perros, 21 gramos y Babel.
“El Negro” es un mexicano que hoy reside en Los Ángeles pero que creció en la colonia Narvarte en el seno de una familia de clase media que lo ayudó a hacerse de un nombre importante primero en la radio, donde empezó su carrera y luego en la publicidad, un campo en el que llegó a tener su propia agencia.
En el Cannes Lions Film Festival of Creativity de 2010, obtuvo el premio Gran Prix por su comercial llamado “Write the future” de la marca Nike, y con Amores perros, en el 2000, transformó para siempre el cine nacional.
Con un cine personal y un modo de trabajo obsesivo que lo ha llevado a ganar el premio como Mejor Director en la edición 2006 del Festival Internacional de Cine de Cannes, Alejandro González Iñárritu sigue manejando el timón de sus películas por la ruta del éxito.
Obtuvo un Globo de Oro para Babel y más de 60 galardones internacionales para su gran ópera prima, elegida entre los 10 filmes latinos más importantes de la década en el libro The Best Latin American Films of the Decade, escrito por el investigador cinematográfico Julian Smith.