Ciudad de México, 13 de marzo (SinEmbargo).– Los métodos de protección utilizados durante las relaciones sexuales frecuentemente presentan ciertos inconvenientes a la hora de elegir aquello que se desea evitar. De esta manera, a excepción del condón en sus variantes masculina y femenina, las personas se ven ante la disyuntiva de prevenir enfermedades de transmisión sexual o evitar un embarazo no deseado. Sin embargo, un nuevo método promete enfocarse en ambos riesgos sin reducir el placer como los artículos de látex.
Fabricado con tres tipos de poliuretano diferentes, un anillo vaginal desarrollado por un investigador estadounidense promete reunir en un sólo método las propiedades anticonceptivas y de protección contra algunas enfermedades que también pueden ser transmitidas por contacto sexual como el sida o el herpes, dio a conocer la revista PLOS One.
De acuerdo con Patrick Kiser, ingeniero biomédico de la Universidad de Northwestern, en Chicago, el dispositivo es fácil de usar y suministra durante un periodo de 90 días dosis controladas de tenofovir, un antirretroviral común, y el anticonceptivo levonorgestrel. Por otra parte, su diseño es simple y complejo a la vez, con 5.5 centímetros de diámetro.
Según Kiser, se trata del primer dispositivo capaz de proporcionar esta triple protección, y opina que éste podrá ser muy beneficioso para las mujeres en países en vías de desarrollo, donde los embarazos no deseados, tienen graves consecuencias sanitarias, económicas y culturales. Los anillos, por su parte, se están produciendo ahora y se ensayarán pronto en mujeres. “Queremos motivar a las mujeres a usarlo”, dijo.
“Este sistema representa un avance significativo en la tecnología de administración de fármacos vía vaginal y es el primero de una nueva clase de sistemas de administración de medicamentos de prevención de usos múltiples de acción prolongada”, según el estudio.
Kiser y sus colegas trabajaron durante cinco años en la ingeniería de los tres materiales que componen el anillo y en la mejora del dispositivo para suministrar de forma fiable dosis fijas y eficaces de los dos medicamentos durante un largo período de tiempo.
De acuerdo con el estudio, el anillo proporciona sólo 10 microgramos de levonorgestrel y unos 10 miligramos de tenofovir, el cual comúnmente es administrado por vía oral a unas 3.5 millones de personas infectadas de VIH en todo el mundo. También se ha estudiado el uso en forma de gel del antirretroviral que también inhibe la replicación del VIH y HSV-2 (virus del herpes simple-2) en células susceptibles.
Por otra parte, la distribución de los fármacos antirretrovirales y la del anticonceptivo en el anillo están hechas con dos tipos de poliuretano diferentes. Cada material ha tenido que ser diseñado con las velocidades de difusión correctas, por lo que el fármaco encapsulado se libera en el cuerpo a la velocidad deseada, siempre con la dosis adecuada.
Un tercer tipo de poliuretano, situado entre las dos secciones, mantiene los medicamentos por separado. Finalmente, todas las partes se sueldan entre sí para completar el anillo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 35 millones de personas en todo el mundo viven con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), y 222 millones de mujeres desean retrasar o dejar de tener hijos pero no utiliza ningún método anticonceptivo.
En México, por su parte, el embarazo no deseado representa un grave problema, ya que más de la mitad de los embarazos (55%) no son planeados y de estos, el 54% terminan en abortos inducidos, dio a conocer el estudio “Embarazo no planeado y aborto inducido en México: causas y consecuencias”, presentado a finales de 2013.
Mientras tanto, el trabajo presentado por Kiser señala que en el momento en el que se mantiene la relación sexual muchas mujeres pueden preferir un método de larga duración, frente a otros como el gel, por lo que el anillo puede ser una alternativa viable para este sector.
