Por Shaila Rosagel, Marco Antonio Martínez, David Martínez y Linaloe Flores

Ciudad de México, 13 de marzo (SinEmbargo).– Para el gobierno federal mexicano, y en particular para el Comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo, la figura de José Manuel Mireles Valverde, ex vocero del Consejo de Autodefensas de Michoacán, se ha convertido en una piedra en el zapato y ahora busca deshacerse de él por la mala, con acusaciones y descalificaciones que incluso ponen en riesgo su vida, coincidieron analistas, especialistas y políticos.

“Mientras Alfredo Castillo, comisionado para la Seguridad en Michoacán, no inicie una averiguación previa en contra de José Manuel Mireles, depuesto vocero del grupo de autodefensas, no habrá una imputación directa ni creíble”, dijo Martín Gabriel Barrón Cruz, profesor-investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe).

“Ya no le es funcional y siguen adelante con el esquema de registrar al mayor número de autodefensas posibles, y a él lo están desactivando. El propio Mireles ha establecido un planteamiento protagónico, ha variado su discurso en varias ocasiones, inclusive el gobierno parece subordinado a la agenda de autodefensas”, expuso Erubiel Tirado Cervantes, miembro del Seminario de Investigación y Educación en Estudios de Defensa y Seguridad y especialista en Relaciones Civiles Militares de la Universidad Iberoamericana.

“El comisionado Alfredo Castillo es abogado, él sabe que en una acusación para que se le sentencie se necesita algo más que una imagen como la de que se está hablando. Se necesitan pruebas, más que acusaciones y dichos para que Mireles sea sentenciado por homicidio”, planteó Lilián Chapa Koloffon, investigadora del Programa de Seguridad de México Evalúa.

Mientras que el Senador perredista por Michoacán, Raúl Morón Orozco, afirmó: “Yo lo que creo es que hay una diferencia con el doctor Mireles y está aprovechada creándole un expediente por allí, para resolver esta diferencia y de alguna manera exhibirlo a él de alguna manera como un delincuente, a nivel nacional, porque eso es lo que están haciendo”.

Ayer se dieron a conocer las fotos con que Castillo inculpó a Mireles por el presunto asesinato de cinco personas. Pero no lo muestran como el Comisionado lo había señalado. En una foto, Mireles sostiene la cabeza de un muerto junto con un hombre de guantes quirúrgicos que él identifica como agente del Ministerio Público. Otra foto confirma la misma posición.

Mireles dijo que el mismo agente del Ministerio Público le pidió auxilio primero para trasladar un cuerpo, y luego para identificarlo. Calificó las acusaciones en su contra como una trampa. Dijo que Castillo le miente al Presidente Enrique Peña Nieto.

Castillo dijo a Radio Fórmula el 9 de mayo: “Hay testimoniales en donde el primero en llegar antes que todos los demás a ese punto donde estaban esas personas es el doctor Mireles. Hay fotografías de él sosteniendo alguna cabeza como trofeo de uno de estos muertos, pero bueno, al final de cuentas eso no es suficiente para poder hacer una imputación”.

Luego de que se dieran a conocer las fotos, Castillo reconoció que Mireles “puede andar por cualquier lugar caminando” y agregó que “el hecho de que lo hayan destituido no tiene nada que ver con nosotros, tiene que ver con la decisión de las autodefensas, que se sintieron traicionados”.

Mireles es uno de los artífices del levantamiento ciudadano armado en contra del cártel de Los Caballeros Templarios. Sus denuncias de principios de 2o13 provocaron una fuerte reacción de la opinión pública, sobre todo cuando, en un video, contó cómo los narcotraficantes, en contubernio con autoridades, gobernaban Michoacán al punto de disponer de las hijas y las esposas de los ciudadanos indefensos.

“Hice lo que me pidió el MP [Ministerio Público]”, dijo Mireles ayer en Noticias MVS. Y ayer mismo, Mariana Benítez Tiburcio, Subprocuradora jurídica y de asuntos internacionales de la Procuraduría General de la República (PGR), informó que el gobierno federal no investiga a  Mireles por su supuesta relación con el homicidio de cinco personas, como afirma Castillo.

“El MP de Lázaro Cárdenas me pidió acompañar a bajar un cadáver de La Lomita, lo bajamos de ahí y el MP me dice: ‘doctor por favor ayúdeme’. El médico le sostiene la espalda a la persona finada y yo le sostengo la cabeza. Esa es la forma que yo participé en el levantamiento de ese cadáver; hice lo que me pidió el MP”, agregó.

Mireles indicó que él participó en el enfrentamiento registrado el pasado 27 de abril en las inmediaciones de la carretera Lázaro Cárdenas-Manzanillo, entre las comunidades Caleta de Campos y Chuquiapan. Recibió un llamado de auxilio “porque estaban balaceando a las autodefensas de Caleta”.

Además, en una carta al periódico Reforma, Mireles dice que se trata de mentiras que buscan engañar a Peña Nieto. “Señor Presidente, usted se está equivocando creyéndoles a los que lo engañan. Por favor, rectifique. No es correcto responder a una petición de diálogo con una infamia”, agregó.

“Como se ve en las fotos que presenta el Comisionado, estoy ayudando a esta penosa labor, a una persona que trae un guante blanco de látex, que era el MP del área forense”.

EL INCÓMODO MIRELES

“Mientras Alfredo Castillo, comisionado para la Seguridad en Michoacán, no inicie una averiguación previa en contra de José Manuel Mireles, depuesto vocero del grupo de autodefensas, no habrá una imputación directa ni creíble”, expuso Martín Gabriel Barrón Cruz, profesor-investigador del Instituto de Ciencias Penales (Inacipe).

Si bien el experto en Seguridad Nacional reconoció un desgaste en la figura de José Manuel Mireles como líder moral y práctico de un movimiento social, destacó que la imagen de criminal no está sustentada y se ha quedado en el grado de la suspicacia.

Para Barrón Cruz, el desgaste del líder-símbolo resulta natural si se observa el proceso de los grupos armados en Michoacán en contra de los cárteles del narcotráfico.

“En la teoría, las autodefensas son un movimiento de prevención comunitaria. Este tipo de organizaciones tiene un problema: al principio cuenta con el respaldo social debido al cansancio de un fenómeno delictivo, pero cuando el movimiento empieza a hacer justicia por propia mano, los objetivos iniciales son rebasados. En Michoacán, en muchos asuntos que debieron ser del orden penal y ministerial, las autodefensas impusieron su criterio. Fue en este punto en el que la figura de Mireles se desplomó”, dijo.

Tras la conversión del grupo de autodefensas en policía rural, el investigador del Inacipe reconoció un nuevo entramado, pero aún muy endeble dada la notable falta de políticas sociales y laborales en el combate al delito. “La pacificación social no se conseguirá en las condiciones actuales si el gobierno federal no impulsa programas específicos para la población que ha sido lastimada desde todos los frentes”, expresó.

El también historiador detectó un problema en la renovada nomenclatura de “policía rural” de las autodefensas: “El nombre fue utilizado en el siglo XIX  para una corporación que sirvió como represora del gobierno de Porfirio Díaz. No digo que signifique un retroceso a aquella época, pero sí es una evocación. En Seguridad Nacional, hay que ser cuidadosos incluso en los nombres”.

Por su parte, Erubiel Tirado Cervantes, miembro del Seminario de Investigación y Educación en Estudios de Defensa y Seguridad y especialista en Relaciones Civiles Militares de la Universidad Iberoamericana, planteó que el gobierno federal busca desactivar a José Manuel Mireles, ex vocero de las autodefensas de Michoacán, porque ya no es funcional.

“Ya no le es funcional y siguen adelante con el esquema de registrar al mayor número de autodefensas posibles, y a él lo están desactivando. El propio Mireles ha establecido un planteamiento protagónico, ha variado su discurso en varias ocasiones, inclusive el gobierno parece subordinado a la agenda de autodefensas”, dijo Tirado.

El especialista en seguridad detalló que los grupos civiles levantados en armas en Michoacán están divididos, y que al gobierno de Enrique Peña Nieto ya no le funciona una personalidad como la de José Manuel Mireles Valverde.

“Se descarta a partir de un planteamiento formal: Mireles tienes visos de ilegalidad en algunos aspectos, el gobierno no puede hacerse de la vista gorda, como su novia de 17 años, es un delito sexual, por ejemplo y luego le sacan la portación ilegal de armas de fuego”, explicó.

Para Erubiel Tirado, el comisionado Alfredo Castillo no actúa por su cuenta, ni el gobierno tiene una agenda determinada en el caso de Mireles.

“Simplemente el médico ya no les funciona porque no acordó con el gobierno, como lo hicieron los otros líderes y ahora, buscan aplicarle la ley”, insistió.

De acuerdo con Lilián Chapa Koloffon, investigadora del Programa de Seguridad México Evalúa, el comisionado Alfredo Castillo es abogado y sabe que en una acusación para que se le sentencie se necesita algo más que una imagen como la de que se está hablando. “Se necesitan pruebas, más que acusaciones y dichos para que Mireles sea sentenciado por homicidio”, añadió.

–¿Ve intención de hundir a Mireles?

–No veo intención de hundirlo. Su liderazgo no creo que sea deseable para el gobierno porque no está legalmente constituido, pero sí tiene legitimidad. Es entendible que le incomode al gobierno federal, pero se necesitarían más elementos para hundirlo porque tiene mucha legitimidad local.

Van a estar junto a Mireles siempre y cuando la autoridad que el ex vocero de las Autodefensas tiene entre la población no haga sombra a las autoridades legalmente constituidas; mientras le sea cómodo van a permanecer a su lado, inventarle una acusación sería arriesgado y sospechoso si carecen de elementos sólidos, de pruebas más allá de dichos para procesarlo, como ocurrió con otros de sus líderes.

Sí veo que mientras el liderazgo de Mireles le sirvió el gobierno, hasta recibió una atención médica privilegiada [cuando ocurrió su accidente aéreo], pero en el momento que cuestiona a las autoridades locales ya no. Sembrar una sombra de sospecha es conveniente, se puede dejar caer el peso del Estado, se le pueden crear cargos por conveniencia política, aún no llegamos a eso pero lo pueden utilizar.

–¿Cuál es la agenda del Comisionado? ¿Es sólo de él y le miente a Peña Nieto, o es la agenda del gobierno federal?

–No tendría elementos para decir que Castillo tiene una agenda distinta a la del Presidente, lo que observo es que la agenda del comisionado no se está saliendo de la encomienda de Peña Nieto. Un poco la prueba de ello es que rectifica al decir que una foto no es una prueba de homicidio.

El propio gobierno no ha sido claro en la manera que aborda la interlocución de las autodefensas. Lo que está pasando era previsible, porque no son grupos homogéneos. Lo que hicieron con esta nueva Fuerza Rural, es contradictorio, el gobierno sólo es evidentemente reactivo. La fuerza rural es un despropósito, tiene visos de inconstitucionalidad, es reactiva, no puede ser muy seria en términos de la justicia, ese cuerpo oficial es contrario a planteamientos constitucionales.

Por su parte, el Senador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Raúl Morón Orozco, afirmó que  existe un escenario muy complejo en la entidad, donde la poca información que se da a conocer es la que proviene, por una parte del Gobierno federal y por otra de los líderes de las autodefensas, por lo que es muy difícil corroborar quién tiene la razón o qué es realidad y qué es mentira.

No obstante, el legislador refirió que observa una acción desde el Gobierno federal por deshacerse de personajes líderes de autodefensas que resultan incómodos por criticar las acciones del comisionado para la paz, Alfredo castillo, uno de los hombres de confianza del Presidente Enrique Peña Nieto.

–¿Cuál es su visión de la situación con el doctor Mireles?

–Yo lo que creo es que hay una diferencia con el doctor Mireles y está aprovechada creándole un expediente por allí, para resolver esta diferencia y de alguna manera exhibirlo a él de alguna manera como un delincuente, a nivel nacional, porque eso es lo que están haciendo.

El doctor Mireles ha sido desde el inicio un hombre muy crítico del sistema, un hombre muy crítico al gobierno del estado [de Michoacán], pero también al Gobierno federal. Y ha señalado en varios momentos la dificultad que tiene el estado para garantizar la seguridad de los michoacanos, pero también de los mexicanos, a nivel nacional.

Con certidumbre plena no te pudiera decir con toda franqueza quién tiene la razón, lo que yo te puedo decir es que están viendo en el doctor Mireles a una persona incómoda para el sistema, para el régimen, para el propio Comisionado Castillo, no sé si lo que dicen que es autor de algunos crímenes sea una realidad o sea algo que sea construido por ellos mismos [el Gobierno federal].

–La presentación de la foto de Mireles con un muerto y los comentarios del Comisionado respecto a que es un trofeo, ¿abonan a la paz o por el contrario provocan que se crispen más los ánimos?

–Con toda franqueza, tengo que reconocerlo, hay mejores condiciones de seguridad que las que existían cuando llegó el comisionado Castillo, pero de ninguna manera el Estado está totalmente libre de cuestiones de inseguridad, todavía hay enfrentamientos: la semana pasada en Jiquilpan hubo enfrentamientos, ayer en Uruapan hubo cinco asesinatos, sigue habiendo situaciones complicadas en Michoacán”.

–¿Usted vería una acción permanente del Gobierno federal en contra de líderes de autodefensas, como ocurrió con Hipólito Mora y hoy con el doctor Mireles?

–Yo espero que no, porque esto como método tiene efectos y los efectos son reactivos, entonces el doctor Mireles resultó incómodo y yo digo que en este enfrentamiento que han tenido de manera permanente los autodefensas con el crimen organizado, pudieron presentarse hechos como este que se han comentado de esta fotografía que usted me refiere, pues seguramente se presentaron incidentes de estas naturaleza con los demás, porque [los autodefensas] entraban a combatir contra los grupos delincuenciales con las armas, se defendían cuando eran atacados y cuando era necesario actuaban en contra de ellos.

Incidentes de esta naturaleza pudieron presentarse varios, pero como este hombre, como tu refieres es muy crítico a las formas cómo se están realizando las cosas [en Michoacán] y en especial al Comisionado [Alfredo Castillo], ahora lo están acusando de delitos. Pero yo no sé si otros pudieran tener la misma calidad por las circunstancias en que se desarrollaron estas autodefensas de sus comunidades, de sus tierras, de sus familias, en este casi año y medio desde su aparición.

–¿Cómo calificaría la actuación particular del comisionado, sigue una estrategia desde el Gobierno federal o sigue sus propios métodos?

–Yo lo que veo es que hay un avance en el tema de seguridad, pero no registro que haya avance en el tema de la reactivación económica no lo registro, en el tema de la política social, o para sanar el tejido social, no veo acciones que nos muestren que las cosas van para allá. Y yo entiendo que el comisionado recibe órdenes del Gobierno federal.

Lo que tiene que ver con la democracia y el respeto a la Constitución, aquí hemos sufrido un atraso muy importante, porque esta figura [del comisionado] con tareas, funciones o atribuciones meta constitucionales violenta la Constitución del estado, porque actúa como una autoridad plenipotenciaria, haciendo a un lado tanto al gobierno del estado, a los gobiernos municipales y al propio Congreso del estado.

“Ahora que [el Comisionado Castillo] requirió de una ley para gravar bienes, él la mandó según se dice, y el Congreso local la aprobó con la participación de la mayoría de los diputados locales sin mayor dificultad. [Castillo] está por encima de los poderes y esto sin ninguna duda es un golpe a la democracia y la decisión de los michoacanos”.

Las facultades que se dan a esta figuras [comisionados] deben dárselas a los gobernadores, el respaldo de todas las secretarías de la federación deben dársela a los gobernadores, los recursos y el respaldo de todas las fuerzas del Ejército y de la Marina, deben dárselas a los gobernadores.