Las ballenas azules enfrentan un enemigo más grande que ellas

13/05/2015 - 12:05 am
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Algunas ballenas azules que terminan varadas en las costas es a causa de algún choque o golpe ocasionado por grandes buques. Foto: Shutterstock.

Ciudad de México, 13 de mayo (SinEmbargo/HuffPost).- Las ballenas azules y los barcos de carga no se llevan bien, de acuerdo con varios científicos. Un estudio comprobó que las colisiones frecuentes entre las ballenas y los buques gigantes oceánicos podrían explicar por qué las poblaciones de las ballenas continúan a la baja, a pesar de los esfuerzos para proteger a estas especies en peligro.

Y aunque no se sabía con exactitud qué de los buques representaba el verdadero riesgo para las ballenas, se dio a conocer a través del estudio que se trata de que las ballenas no saben cómo defenderse o esquivar los barcos de cargamento. Son criaturas inteligentes, pero bastante vulnerables, se trata del animal más largo en la Tierra y nunca antes habían tenido que defenderse de otros “depredadores”.

“No es parte de su historia evolucionaria el tener barcos de cargamento como amenazas de muerte, por lo que no desarrollaron respuestas en comportamiento ante este peligro, simplemente no tienen una forma para evitar  estos barcos”, explicó el Doctor Jeremy Goldbogen, profesor asistente de biología en la Universidad de Stanford y coautor del estudio.

Para realizar el estudio, los investigadores usaron dispositivos para poner sistemas de posicionamiento global (GPS).en las ballenas del puerto de Long Beach, California en Estados Unidos.

Los científicos observaron 20 buques que pasaban a nueve ballenas con distancias de entre 60 metros a 3 kilómetros y analizaron cómo las ballenas respondían. Los resultados mostraron que las ballenas no tendían a nadar hacia el otro lado para evadir al barco, si no para nadar de manera más lenta hacia la profundidad.

Gracias al estudio realizado en la Universidad de Stanford, los investigadores saben que las ballenas no reaccionan de manera tan rápida para evadir a los buques, por lo que la solución está en cambiar el manejo de las naves. Foto: Shutterstock.
Gracias al estudio realizado en la Universidad de Stanford, los investigadores saben que las ballenas no reaccionan de manera tan rápida para evadir a los buques, por lo que la solución está en cambiar el manejo de las naves. Foto: Shutterstock.

“Además observamos que las ballenas se sumergían como respuesta, o se hundían, en algunos casos luego de colocar los dispositivos del GPS, el animal descendía fuera de nuestra visión, posiblemente para salir del camino. Por lo tanto, podría ser evidencia de una respuesta de sobresalto a sentir una perturbación en la superficie”, dijo la bióloga e investigadora del Servicio del Parque Nacional, Megan McKenna.

Además que la ballena no lo hacía con suficiente velocidad pues se sumergía por lo menos 30 metros por debajo de la superficie para escapar del navío. Las ballenas observadas se hundían a una velocidad de tan sólo medio metro por segundo, casi lo suficientemente rápido para moverse lejos del camino de la embarcación.

Los investigadores concluyeron que la respuesta de lento hundimiento es un posible factor que afecta no sólo a las ballenas azules, sino probablemente a otras ballenas que son más vulnerables a golpes de las naves marinas.

“La limitada evasión de los barcos por parte de las ballenas azules fue algo sorprendente, en la manera que esperábamos que especies tan inteligentes como son, entendieran mejor la amenaza que hay y cómo evitarla. Estos son animales sumamente adaptados para sobrevivir en ambientes marinos retadores por lo que un buque rápido y largo es algo de lo que no tenían idea que tenían que lidiar, ni menos evolucionar ante ello”, dijo un coautor del estudio, John Calambokidis, biólogo y fundador de la organización de investigación Cascadia con base en Olympia, Washington.

La idea de los investigadores es dar con información que ayude a la industria de navíos a buscar maneras en que se puedan disminuir los riesgos de colisiones, al cambiar las rutas o bajar las velocidades en aguas donde las ballenas se encuentra.

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