Explotación sexual de niños en EU: La trágica historia de Carla (Primera parte)

13/05/2015 - 12:01 am
Foto: Aurelia Ventura, La Opinión
En Estados Unidos se desconoce el número exacto de menores que son explotadas sexualmente al año. Foto: Aurelia Ventura, La Opinión

PRIMERA PARTE

Por Yurina Melara y Carlos Avilés, especial para SinEmbargo

Los Ángeles, Estados Unidos, 13 de mayo (SinEmbargo/La Opinión).– Nadie se atreve a dar cifras o a estimar cuántos menores están siendo explotados sexualmente en Estados Unidos. Ni si quiera el Departamento de Estado en su reporte anual sobre tráfico humano se atreve a especular cuántas son las niñas traficadas como esclavas sexuales.

Sin embargo, un informe del Departamento de Justicia estima que anualmente más de 300 mil niños están en riesgo de ser explotados sexualmente. La edad promedio en la que muchos niños entran en este mundo de abuso y violencia es de entre 13 y 14 años de edad.

El diario La Opinión de Los Ángeles preparó una serie de reportajes que ponen luz en este problema que sigue presente en la sociedad estadounidense.

¿Quiénes son esas niñas que venden sus cuerpos?, ¿de dónde vienen?, ¿cuáles son las causas de que otras personas se aprovechen de su inocencia?

La publicación estadounidense analizó casos como el de Carla, de 12 años, que vendía su cuerpo al salir de clases, así como expedientes que llegaron a las cortes de justicia de la nación y cuáles fueron los resultados de la acción judicial.

¿QUIÉNES SON LAS NIÑAS QUE VENDEN SUS CUERPOS?

Todas las jóvenes que han sido traficadas y vendidas como prostitutas tienen una característica en común: provienen de un hogar disfuncional.

Los expertos que trabajan con las menores explotadas sexualmente aseguran que los traficantes escogen a quienes son débiles emocionalmente, manipulables y que por lo general tienen a padres ausentes física o emocionalmente.

“Se enfocan en niñas a quienes los padres han abandonado o a quienes no les prestan atención. Muchos traficantes marcan a las niñas con tatuajes como si fueran de su propiedad y lo más triste es que las niñas se sienten bien de finalmente pertenecer a alguien”, dijo Louis Lee, directora y fundadora de la organización que rescata a niñas de la prostitución Children of the Night (Niños de la Noche).

Lee dijo que la negligencia por parte de la madre o el padre llega al punto que las niñas son vendidas sexualmente por el padrote (pimp) y el adulto a su cargo no se da por enterado.

LAS FUGITIVAS

Xiomara Flores, trabajadora social del Departamento de Servicios Infantiles y Familiares (DCFS) del Condado de Los Ángeles, se tomó una pausa al enfrentar la pregunta de quiénes son esas niñas explotadas sexualmente y con la voz quebrada dijo: “las [niñas] que se nos escapan del sistema de Foster Care (cuidado de crianza)”.

Este es un tema muy emocional para ella porque a través de los años ha visto a muchas niñas que huyen del sistema de cuidado de crianza y que son catalogadas como runaways (fugitivas).

Desde que las leyes cambiaron, en enero del 2014, las trabajadoras sociales y las diferentes agencias policiales han recibido entrenamiento para identificar a las niñas fugitivas como posibles víctimas de explotación sexual.

“A veces me pregunto por qué nunca le pregunté a estas niñas runaways a donde habían estado. Me pregunto, ¿qué pude haber hecho para ayudarlas? Es muy doloroso pensar que hay tantos menores que huyen y que posiblemente terminen en algún lugar vendiendo su cuerpo”, dijo Flores.

Datos de DCFS indican que en 2014 tuvieron a más de 17 mil menores en el sistema de cuidado de crianza.

CARLA: PROSTUTICIÓN A LOS 12 AÑOS

Foto: Aurelia Ventura, La Opinión
La edad en la que las menores empiezan a postituirse es entre los 13 y los 14 años. Foto: Aurelia Ventura, La Opinión

Desde los 12 años Carla dice que deseaba tener relaciones sexuales. Ella le pidió al hombre que le hizo su primer tatuaje que le quitara su virginidad. Después de esa ocasión y por casi un año, Carla tuvo sexo gratis con otros hombres hasta que se encontró con Gerard.

Gerard le dijo que podía ganarse un dinero extra por las tardes, después de la escuela.

“Para mí tener sexo no es la gran cosa. Yo estaba teniendo sexo sin que me pagaran, entonces, ¿por qué no cobrar? Mi padrote (pimp) me conseguía los clientes y yo me quedaba con 20 dólares por cada cliente”, dijo Carla.

Gerard cobraba entre 90 a 120 dólares por cada cliente, a veces más dependiendo del tiempo y del acto sexual que el cliente quería. Carla iba a fiestas contratada como acompañante. Otras veces el cliente utilizaba su vehículo para tener relaciones sexuales.

“Yo simplemente no pensaba nada. Hacía lo que me decían”, dijo Carla.

La madre de esta niña no sabía lo que Carla hacía después de la escuela o los fines de semana. La mamá nunca le preguntó.

Allison Newcombe, del programa Alliance for Children’s Right, dijo que con frecuencia, los menores que son explotados sexualmente como Carla provienen de familias disfuncionales, en donde no hay una figura paterna y la madre aunque está fisicamente, está ausente emocionalmente.

“Los depredadores sexuales saben identificar a las menores de quienes se pueden aprovechar. Las niñas que caen en las redes de los padrotes están solas o se siente solas”, dijo Allison.

Para tener un mejor control de Carla, Gerard se la llevó a su casa. Ella dejó de ir a la escuela y rompió todo contacto con su madre.

“Un día él se puso muy violento conmigo. Me quebró la nariz y me dijo que era mi culpa por no obedecerlo. Ahí decidí huir”, dijo Carla, quien inmediatamente cayó en las garras de otro padrote que pertenecía a una pandilla.

Este otro padrote la obligó a ofrecer su cuerpo en las calles.

Alguien que la vio caminando en las calles con minifalda y tacones altos llamó a la Policía.

El sargento Keff Walker, del buró de delitos mayores del Departamento del Sheriff de Los Ángeles, dijo que reciben llamadas de personas que vieron a algún menor en las calles vendiendo su cuerpo.

“El flujo de llamadas y de detenciones es lamentablemente muy constante… ahora tratamos a las niñas como víctimas y no como delincuentes”, explicó Walker.

Desde agosto del año pasado, las leyes han cambiado y permite que en lugar de arrestar a las menores, ellas sean transferidas a la custodia del Departamento de Servicios Infantiles y Familiares y el programa judicial de Niños Explotados Sexualmente (STAR, por sus siglas en inglés).

Cuando Carla fue detenida por la policía ella tuvo opción de comenzar de nuevo a sus 15 años de edad. Ella pidió ayuda a Children of the Night.

La doctora Louis Lee, fundadora y directora de Children of the Night, dijo que recibe llamadas de todas partes del país de niñas que quieren ser rescatadas.

La organización se comunica con las agencias policiales locales las 24 horas. Las niñas están en el albergue, a donde reciben todo tipo de ayuda que necesitan para iniciar de nuevo y regresar a la escuela.

Carla tiene seis meses en Children of the Night y aunque confiesa que ha sido difícil aclimatarse a este estilo de vida en el que ya no depende de su cuerpo para ganarse la vida, sino que tiene que esforzarse en los estudios, asegura que es lo mejor para su vida y que por primera vez sabe que tiene futuro.

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