La experta del área alimenticia del cuerpo académico de gestión y transferencia del conocimiento, Rocío Margarita Uresti Marín, destacó la importancia de llevar una dieta mediterránea, con el fin de evitar padecimientos como la diabetes.

Asegura que investigadores de la UAT trabajan en el proyecto denominado “Aprovechamiento integral de la lisa” con el fin de lograr la producción pesquera que se registra en la Laguna Madre, ubicada en el municipio de San Fernando.

Refirió que en el municipio de San Fernando han trabajado con la producción del pez conocido como lisa, desarrollando productos como jamón de pescado, además de derivados de la jaiba.

“En otros países, en especial España, vemos la importancia de la dieta mediterránea, aquí comemos más carnes y productos de grasas de animales terrestres, mientras que en México el desarrollo regional está enfocado a la ganancia, pero no ha tomado en cuenta el problema de salud en la región”, dijo.

Uresti Marin expuso que dicho problema se puede resolver cambiando la cultura alimentaria de la población, esfuerzo que requiere instrumentar programas de comunicación y el desarrollo de programas enfocados a mejorar la calidad de vida de las personas.

“Investigamos los riesgos de las enfermedades que pudieran causar los tóxicos, pero desde el punto de vista de la nutrición y de salud, los ácidos grasos de pescados son importantes, porque además de contener sustancias para el combate de las enfermedades mentales, también ayudan a los problemas cardiovasculares”, dijo.

Destacó que la transferencia del conocimiento, es para ayudar a que las comunidades alcancen un mejor nivel de vida y más allá de mejorar las prácticas pesqueras se trata de lograr una sensibilización sobre el consumo de pescado.

“Si una persona deja de consumir los ácidos grasos saturados y empieza a consumir los polinsaturados que vienen del pescado, ayuda a que las ateromas que estaban en nuestras arterias se empiecen a disminuir y a mejorar la condición de vida”, señaló.

Explicó que se gastaría menos dinero en los programas de salud si tuviéramos esta clase de prácticas nutricias.

“Pero si vamos cambiando en cultura alimenticia, podemos aspirar a cambiar el paradigma y generar esa nueva cultura de salud a la hora de comer”, acotó.