Ciudad de México, 13 de junio (SinEmbargo).– El martes el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, instruyó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para que la banca de desarrollo entregara este año créditos por un billón de pesos para fomentar el crecimiento y desarrollo del país.
Este anunció no impacto a los mercados. Horas más tarde, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), contagiada por los indicadores internacionales, perdió 2.04 por ciento, su peor caída desde el 5 de septiembre de 2012. La baja representó para el mercado una pérdida de 852 mil millones de pesos.
Junio ha significado un mes pésimo para el mercado de valores mexicano. Ayer mismo, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) cerró con una pérdida de 1.03 por ciento, con lo que su principal indicador se ubicó en el nivel más bajo desde agosto de 2012.
El IPC sumó así dos jornadas consecutivas de bajas, al cerrar en 39 mil 480.35 unidades, con una pérdida de 409.89 puntos respecto al nivel previo.
El mercado accionario mexicano terminó en línea con los índices estadounidenses: el Dow Jones perdió 0.84 por ciento, el Nasdaq descendió 1.06 por ciento y el Standard & Poor´s 500 retrocedió 0.84 por ciento.
El nerviosismo sobre las decisiones de política monetaria de los bancos centrales alrededor del mundo prevaleció en los mercados accionarios, lo que se reflejó en una aversión al riesgo, a la espera de conocer información económica.
El nerviosismo, parece, se ha instalado entre los inversionistas del mercado accionario de México, que había podido sortear los vendavales de los factores externos.
ADIÓS AL SUEÑO CLASEMEDIERO
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reveló ayer, por primera vez, datos sobre la situación socioeconómica de los mexicanos que revelan que 59 por ciento de la población se encuentra en niveles de pobreza, es decir, uno de cada seis.
Según INEGI, 59.13% de los mexicanos pertenece a la clase baja; 39.16% a la clase media y apenas 1.71% a la clase alta.
El Instituto señaló que entre 2000 y 2010 la clase media aumentó cuatro puntos porcentuales: pasó de 38.4 a 42.4 por ciento de la población.
Subrayó que en términos absolutos, a nivel nacional la clase media sumaba 12.3 millones de hogares y 44 millones de personas, de las cuales, tres cuartas partes se concentraba en áreas urbanas.
El organismo informa, además, que 2.5 por ciento de los hogares mexicanos era de clase alta.
En tanto, 55.1 por ciento de los hogares -donde desarrollaba su vida 59.1 por ciento de la población- integraba la clase baja.
El organismo explicó que estos datos forman parte de una investigación que realiza sobre la magnitud de las clases sociales en México en la primera década del siglo XXI, basándose en información de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares de 2000 y 2010.
De esta forma, detalla que mientras en el ámbito urbano, la clase media en 2010 ascendía a 50.1 por ciento de la población mexicana -47 por ciento de los hogares-, en el medio rural esta proporción era de 28.1 y 26 por ciento, respectivamente.
Explica que la pobreza en el país está principalmente relacionada con eventos catastróficos al interior del hogar, como puede ser el fallecimiento del proveedor o enfermedades de sus integrantes y a sucesos de carácter económico en el país, pero no menciona fallas en la aplicación de los programas de gobierno.
