México

Puebla: Adán la violó y tuvieron un hijo; volvió porque ella tenía pareja… y mató a toda la familia

13/06/2016 - 11:02 am

Adán M. regresó a la comunidad del Mirador para matar a Silvia. La embarazó hace nueve años cuando la violó. A pesar de que no se hizo cargo del menor, le prohibió tener pareja y cuando se enteró que ella ya salía con Israel, regresó a asesinarlos. El pasado viernes, una familia fue ejecutada a sangre fría: cinco mujeres, cuatro hombres, dos niñas y el bebé que una de las mujeres esperaba.

Puebla se ha revelado, y no sólo por este caso, como una entidad en donde las mujeres viven indefensas. Van más de 30 feminicidios en lo que va de este año…

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La familia estaba cenando tortillas. Les disparó a todos, dicen habitantes de la comunidad. Foto: Especial

Por Marco Aurelio Ramírez*

Coxcatlán, Puebla, 13 de junio (SinEmbargo/Periódico Central).- La Comunidad del Mirador identificó plenamente a Adán M. como el responsable del multihomicidio de 12 personas la noche del pasado 9 de junio. Los familiares y vecinos de las víctimas aseguran que se trató de una venganza: Adán mató a la madre de su hijo y a toda su familia porque le advirtió que no podía tener pareja.

La historia de terror inició hace nueve años. Adán violó a Silvia y ella quedó embarazada. Él nunca se hizo cargo del niño pero regresó hace tres años para advertirle que no podría relacionarse sentimentalmente con nadie. Hace unos meses, ella comenzó a salir con Israel. Adán se enteró. Fue a matarla.

Central se trasladó a la comunidad del Mirador, en el municipio de Coxcatlán, Puebla, para conocer la historia de la familia ejecutada a sangre fría el pasado viernes. Los allegados a Silvia confirmaron que su hermana Belén estaba embarazada, por lo que fueron 12 los masacrados: cinco mujeres, cuatro hombres, dos niñas y el bebé que estaba en gestación. Todos ellos, familia. Dos niñas más resultaron heridas y se reportan estables.

Los lugareños de Teotitlán, Vigastepec, Potrero y El Mirador, quienes pidieron la gracia del anonimato, temen que Adán y sus amigos regresen a matar a quien diga algo. Pero no titubean cuando lo acusan:

“Fue Adán. Él y sus amigos han matado y robado a varios en la región. Andan de aquí para allá. Un tiempo vivieron en Tehuacán. Nadie los denuncia porque les tienen miedo […]. Él, Adán, ha matado a otras personas. Se siente protegido por alguien poderoso”.

Aseguraron que los hombres que acompañaron a Adán en la masacre provienen de Oaxaca y Veracruz, que algunas veces al año van a las comunidades de la zona para asaltar y matar a los habitantes. Dicen que se aprovechan de ellos porque son pobres y saben que no tienen los recursos necesarios para denunciarlos.

Central logró obtener algunos de los nombres y el parentesco entre las víctimas. Los lugareños temen hablar. Cuentan la historia a pedazos y suplican que el nombre completo de Adán no se dé a conocer a la prensa. Piensan que regresará a matarlos.

En Cocaxtlán Ahí murieron Silvia y su pareja Israel, su hermana Belén, quien estaba embarazada, y sus padres Baltazar Sánchez e Isabel Hernández. Foto: Especial
En Cocaxtlán murieron Silvia y su pareja Israel, su hermana Belén, quien estaba embarazada, y sus padres Baltazar Sánchez e Isabel Hernández. Foto: Especial

Coxcatlán es un municipio que se encuentra a tres horas de la capital del estado de Puebla. Ahí está la comunidad del Mirador, a la que se llega caminando por más de dos horas desde el Protero, el pueblo al que llegaron los familiares de las víctimas para pedir ayuda.

La noche del 9 de junio Adán llegó a la comunidad del Mirador acompañado por varios sujetos. Nadie sabe aún cuántos. Tuvo que caminar casi una hora hasta la casa de Silvia. La encontró sentada con su familia, cenando tortillas. Les disparó a todos, pero dejó que su hijo se escapara.

Ahí murieron Silvia y su pareja Israel; su hermana Belén, quien estaba embarazada, y sus padres Baltazar Sánchez e Isabel Hernández.

El hijo de Adán caminó hasta una escuela a 150 metros para pedir ayuda: “Mataron a mi mamá y a mis abuelos”, dijo a sus maestros, quienes no pudieron hacer más que esconderlo para evitar que lo mataran a él también.

En la casa de Silvia, Adán se encontró con la pareja de la madre de su hijo, Israel. Según cuentan los hombres que ayudaron a trasladar los cadáveres, Israel “fue con quien más se ensañaron”. El hombre presentaba heridas de arma blanca y varios disparos.

Vecinos y familiares de las víctimas no entienden por qué Adán mató a toda la familia:

“El pleito era entre ellos, entre los grandes, no las criaturas. A ella [Silvia] la mataron al igual que al muchacho Israel, que apenas se habían juntado. Dicen que a él le dieron muchas puñaladas […] Ella tuvo un hijo a fuerza, hace más de nueve años, con el que ahora los vino a matar. ¡Ese maldito, nunca los ayudó! Ella trabajaba en el campo y los abuelos les daban de comer. A los abuelos de ese niño también los mataron; el niño corrió a la escuela del CONAFE que está como a 150 metros y pidió ayuda, porque estaban matando a sus abuelos y a su mamá. Los maestros no pudieron hacer nada; sólo protegieron al niño, que es un ser inocente de todo este infierno y ahora vivirá otro infierno más, toda su vida”.

Adentro de la casa se ve en el piso un osito blanco de peluche, encima de aparentes huellas de sangre. Foto: Especial
Adentro de la casa se ve en el piso un osito blanco de peluche, encima de aparentes huellas de sangre. Foto: Especial

Adentro de la casa se ve en el piso un osito blanco de peluche, encima de aparentes huellas de sangre. Una gata y su cachorro yacen adentro a la espera de sus amos. Una taza de café servida, el metate y la masa, las tortillas en el canasto, la salsa ya seca y las habas.

“Estaban cenando cuando fueron sorprendidos por los asesinos, los chacales, vestidos de negro, cubriéndose parte de los rostros, pero hablando mexicano y español. Las voces eran conocidas y entre ellos se dijeron nombres, cuando huían, luego de matar a las pequeñas Monserrat y Carolina”, dice una de las vecinas.

Cuando Adán salió de la casa de Silvia fue a la vivienda de Clemente, el Inspector y familiar de Silvia. Entró y disparó contra todos. Uno de los hombres estaba sentado en la computadora comiendo un taco, ahí quedó tendido.

Ahí murieron los hermanos Alejandra, Ángel, Jhony y Plácida Hernández, su hija Montserrat y su sobrina Carolina.

Clemente libró la muerte porque justo había ido al baño. Su esposa logró esconderse y cuando dejó de escuchar los disparos salió para llevarse a su hija y a su sobrina, Maribel y Ana Lisa Hernández, para salvarles la vida. Caminó hasta el Potrero más de dos kilómetros para pedir ayuda.

“Eran como las nueve y media de la noche. Se escucharon varios balazos y al rato otra vez y ya como a la media hora llegó gritando pidiendo ayuda esta muchacha. Iba cargando en sus brazos a su hija y en su espalda a su sobrina. Estaba llorando, no podía hablar bien; las niñas Ana Lisa y Maribel gritaban y lloraban, estaban heridas. Las escondieron en una casa, otros vecinos trataron de llamar a Coxcatlán o Teotitlán para pedir ayuda, pero no había buena señal. Otros no sabíamos a dónde hablar; hubo quienes se fueron a esa hora a pedir ayuda en Vigastepec. La ayuda llegó después de la una de la mañana, todos nos encerramos en nuestras casas, el diablo estaba suelto”.

Ayer por la mañana la comunidad realizó una misa en memoria de la familia y durante el velorio se realizó una segunda homilía. Foto: Especial
Ayer por la mañana la comunidad realizó una misa en memoria de la familia y durante el velorio se realizó una segunda homilía. Foto: Especial

Los policías que llegaron de Coxcatlán se repartieron y pidieron ayuda, según relatan los vecinos. También llegó una ambulancia y hablaban por la radio diciendo que iban a irse al Mirador a ver si encontraban más heridos.

Los demás habitantes de El Mirador guardan silencio. Temen que vuelvan los asesinos. Algunos de ellos piensan en buscar otro lugar donde vivir, pese al difícil acceso a sus casas que se encuentran distantes unas de otras enclavadas en la montaña. Creen que los asesinos regresarán, como otras veces lo han hecho, para matar a otras personas: “Alguien los protege. Ha de ser muy poderoso”, aseguran.

Este domingo en el municipio de Coxcatlán fueron velados en la explanada de la Presidencia los restos de las víctimas de Adán, incluyendo la madre de su hijo. Solo a Israel lo trasladaron a Zoquitlán, de donde es originario.

Por la mañana, la comunidad realizó una misa en memoria de la familia y durante el velorio se realizó una segunda homilía. Se espera que este día sean sepultados.

Los lugareños aún no deciden si las víctimas serán sepultadas en Coxcatlán o las van a trasladar al Mirador, pues para hacerlo necesitan caminar al menos 45 minutos con los féretros.

* REPRODUCIDO EN SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DEL AUTOR Y DE PERIÓDICO CENTRAL DE PUEBLA

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