Ciudad de México, 13 de julio (SinEmbargo).- “A principios de año se despertó en mí una necesidad imperiosa de hablar sobre la femineidad”, dice la artista plástica mexicana Alejandra Zermeño, quien en el marco del Festival sobre la Diversidad Sexual presenta la exposición “Cherchez la femme”.
La obra gráfica y escultórica que puede verse en el Museo de la Mujer (Bolivia 17, Centro Histórico) hace alusión a la frase acuñada por Alejandro Dumas en su novela Los mohicanos de París, “Busca a la mujer”, que coloca al género femenino como culpable de todos los problemas.
“Convertida en el título de la obra de Alejandra Zermeño, esta consigna sirve ahora de motivo en la búsqueda de historias de mujeres que durante su vida hayan sido vulneradas por alguna situación que alterara irreversiblemente su visión femenina o de los elementos femeninos que las rodean, su percepción e interacción con el mundo”, dice el boletín de prensa.
Para Zermeño, hay también una motivación más íntima, que tiene que ver con la reciente pérdida de su madre, fallecida a edad temprana a causa del cáncer.
“En medio del duelo y de la ausencia me vino esta necesidad de hablar sobre lo femenino, pero me quedé muy corta. Lo que inició como algo muy personal expandió su perspectiva y quise escuchar lo que otras mujeres tenían para decir”, explica Alejandra Zermeño en entrevista con SinEmbargo.
EL RETRATO DE NUEVE MUJERES
Compuesta por 13 esculturas figurativas, modeladas y vaciadas en resina y 19 dibujos, “Cherchez la femme” retrata a nueve mujeres convocadas a participar a través de una entrevista con su historia personal.
La propuesta artística pretende cuestionar el statu quo de la autoestima femenina, invitando a su reconstrucción. Historias de vida femeninas son interpretadas a través de texturas, símbolos y rasgos personales. La obra se expone hasta el 30 de agosto.
– Los hombres no tienen que buscarse el hombre que llevan dentro, ¿por qué la mujer sí?
– La distinción se debe a que la sociedad y la familia generalmente han dictado como debe ser una mujer. Así, vamos dejando de lado lo que sentimos o somos verdaderamente. Lo que dicta una sociedad es lo que tenemos que hacer para poder ser.
– ¿Qué encontraste en ti en este proceso, como artista y como mujer?
– Encontré algo muy interesante que es que no hay una sola forma de ser mujer. Hay muchas maneras de vivir lo femenino. Siempre hay un hilo conductor, pero para que nuestras voces se escuchen hay distintas personalidades y búsquedas. El proceso fue muy bonito, porque fui la que escuchaba las historias y al mismo tiempo quien las interpretaba.
– ¿Quiénes son estas nueve mujeres?
– Una soy yo. Otra es mi madre fallecida. Las otras siete fueron mujeres entre los 26 y 57 años de edad, de clase media y alta, que quisieron compartir sus historias personales. Nos unió el sentido de la vulnerabilidad. Todas vivimos en la ciudad y nos sentimos muy frágiles ante la calle y todo lo que en ella transcurre. Esa necesidad que tenemos las mujeres de caminar tranquilas, de que los encuentros con los hombres en el espacio público no sean agresivos, verbalmente hablando…hay incluso una historia fuerte de abuso sexual. Este tema no sólo se circunscribe a lo social. También en el ámbito familiar hay una presión muy grande hacia lo femenino que condiciona totalmente nuestra vida.
– ¿La muestra es esencialmente escultórica?
– Bueno, también hay dibujo, que es algo que me gusta mucho hacer y como siempre mi trabajo está enfocado a la figura humana.
Cada obra en su ficha técnica contiene un código QR, indispensable para que el público conozca a través de sus teléfonos y tablets, tanto el proceso creativo de las obras como las historias de las mujeres retratadas.
Por más información: www.alejandrazermeno.net
Alejandra Zermeño es licenciada en Artes Visuales por la Academia de San Carlos. En 2013 fue Invitada de honor al Congreso de Escultura Essarts, para realizar una obra in situ para exterior en Montreal, Canadá y hay tres esculturas suyas en la colección permanente de la Biblioteca José Vasconcelos bajo el proyecto que lleva por título “La Ciudad de los libros”.