Ciudad de México, 13 de agosto (SinEmbargo).– Animales muertos, desnutridos, enfermos, desaparición de ejemplares (que podría apuntar a tráfico de especies), instalaciones inadecuadas, pésima higiene, Xoloitzcuintles (animales de compañía) en cautiverio, falta de personal capacitado para manejo de animales y administración, negligencia por parte de los veterinarios… El Parque Zoológico La Reina de Tizimín, en Yucatán, es un espacio único en su tipo por presentar una serie de irregularidades que han estado impunes a lo largo de décadas, denuncian organizaciones civiles y habitantes del lugar.

“Éste zoológico fue inaugurado en 1975. En aquel año, la Reina Isabel de Inglaterra donó varias especies para abrir el lugar”, explica Ernesto Maurin, de Movimiento Animalista Ciudadano (MAC) Yucatán en entrevista con SinEmbargo. Seguramente la Reina Isabel no imagina si quiera las condiciones que el espacio presenta tres décadas después, mismas que han motivado al MAC a redactar una carta que será enviada a la encargada del trono en los próximos meses: “es triste tener que dirigirnos a ella, no queremos poner en mal a nuestro país, pero hace muchos años que el zoológico está en condiciones deplorables y las autoridades no han hecho nada”, lamenta Maurin.

Su asociación se ha encargado desde hace un año (fecha en que se funda el MAC) de documentar diversos hechos que ponen en entredicho la capacidad de los encargados del espacio; sin embargo, Maurin asegura que desde la década de los 90 el lugar ha sido descuidado.

Citando algunos ejemplos, el activista señala que en el zoológico carecen de historiales clínicos y de un registro de las especies que entran y salen del recinto, tienen instalaciones veterinarias inadecuadas y antihigiénicas (hasta la mesa de operaciones está oxidada) y dan de comer a los animales tortillas y otro tipo de comida humana: “También hemos llegado a recibir quejas de los habitantes del lugar que indican que a los tigres se les da de comer  perros y gatos vivos. Pero esto último no hemos podido constatarlo. Sólo hemos encontrado gatos vivos en la jaula del león que, por cierto, podría ser contagiado de alguna enfermedad portada por el felino”, explica.

Apenas el día de ayer, trabajadores del zoológico denunciaron a Suremy Castro Aguayo, actual directora del espacio, y de Servicios Públicos del Ayuntamiento local, por mantener (aparentemente sin permiso)  a un venado cola blanca en la parte trasera de su casa, acción que ya le ha valido ser denunciada ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa); y, un día antes, perros callejeros rondaban por las instalaciones del zoológico y dada la carencia de vigilancia, mataron a dos pavorreales y dos pavos de monte.

Pero, para el Zoológico Tizimín, estos hechos son tan sólo una muestra de la  incompetencia del cuidado de los animales en el lugar.

Una horrible línea del tiempo

En 2009, la Profepa clausuró el zoológico tras haber detectado irregularidades en materia de registro y legal procedencia de algunos ejemplares, así como faltas al trato digno y respetuoso de los mismos tras dos inspecciones. Sin embargo, tiempo después el espacio se reincorporaría a sus actividades.

“Es que al zoológico le dieron una ‘maquilladita’ explica Ernesto Maurin. “Los encargados pintaron un poco el lugar e hicieron algunos otros arreglos menores para después presentarse ante Profepa y reincorporarse a sus actividades”.

Así, en 2010, la negligencia de unos veterinarios llevó a un tigre a la muerte por aplicarle dosis excesivas de sedante (cuando trataban de curarlo por otro padecimiento) y, tiempo después, mataron a varias serpientes con algunos químicos en aerosol cuando pretendían curarlas de dermatitis, explica el activista.

En 2011, medios locales documentaron que un león africano había muerto de hambre, aunque las autoridades del zoológico dijeron que murió por peritonitis aguda y daño en el hígado. Un año después, un tigre de bengala falleció por un choque séptico: una infección generalizada que le dañó el hígado y otros órganos vitales.

Ernesto Maurin explica que en 2011 el zoológico fue clausurado de nueva cuenta, pero otra vez fue de manera temporal.

Esto dio pie a que, recientemente, un perro callejero se apareara con uno de los ejemplares de Xoloitzcuintle que el espacio tiene en cautiverio. Animales que, por cierto, no son considerados silvestres, sino de compañía.

“No es posible que tengan a estos animales en cautiverio. De todos modos, una vez que vimos que la Xoloitzcuintle había tenido crías, MAC se ofreció para comenzar una campaña de adopción. Sin embargo, los encargados del zoológico se negaron, y se repartieron las crías entre ellos”, acusa Mauri.

Y no son los únicos animales que se reparten: “A lo largo de un año hemos documentado la aparente desaparición de animales del lugar, pero resulta que después éstos se encuentran en las casas de personas del Ayuntamiento o del Zoológico […]. Nosotros hemos exigido que se muestre si estas personas tienen los permisos federales para tener ejemplares de fauna silvestre, porque, de no ser así, estarían incurriendo también en tráfico ilegal de especies”, advierte.

En enero de este año, la organización iberoamericana en defensa de derechos de los animales, AnimaNaturalis, se sumó a las denuncias mediante un comunicado en el que señalaba las “condiciones deplorables” del zoológico:

“El lugar no cuenta con las instalaciones, personal o requerimientos mínimos para el mantenimiento básico de los animales. Todos se encuentran en espacios reducidos, sucios y sin ningún tipo de enriquecimiento ambiental […]. Muchos de los animales están desnutridos y/o enfermos […]. Las instalaciones para atención veterinaria no son adecuadas [y] el personal que allí labora no está capacitado para atender una emergencia […]. Adicionalmente, este recinto representa una fuerte amenaza contra sus visitantes, pues el personal no tiene herramientas ni protocolo en caso de una contingencia”, indica el mensaje de la organización.

No tienen protocolo, pero porque no tienen formación. Ernesto Maurin también explica que los encargados de la administración y atención del zoológico no son personas calificadas, y para ejemplo, la misma encargada, Suremy Castro: “cuando nosotros le preguntamos cómo llegó al puesto que tiene, ella nos comentó que lo consiguió porque el Presidente Municipal ‘la puso ahí’ […] Se trata de favores políticos. Ponen a personas que incluso desconocen la legislación en materia ambiental”.

También en enero de este año, MAC, en conjunto con la asociación Pro Animal, interpuso una denuncia (más) ante la Profepa por anomalías en el zoológico y en exigencia a la verificación de las condiciones del parque. Pero la queja más reciente es una presentada apenas ayer mismo en que se pide a dicha dependencia que Suremy Castro acredite el permiso legal para tener a un venado cola blanca en el patio de su casa. Una especie amenazada.

El video

El caso del venado fue difundido antier mediante un video en la página de Facebook del medio local Tizimín en la mira, en el que el puede apreciarse al animal encerrado en un patio, aparentemente, del domicilio particular de la directora del zoológico.

“Trabajadores de la comuna [dieron a conocer] que esta mujer mantiene dentro de su predio [particular] a animales en peligro de extinción. La funcionaria pública los habría sacado del zoológico según los denunciantes. Los quejosos, proporcionaron un video en el que se observa que en la parte trasera [del predio hay una zona bardeada] y en su interior un venado cola blanca que habita en este pequeño lugar de aproximadamente 2 metros [por lado, y] que no cuenta con los cuidados necesarios”, señala la narración del video.

El mismo refiere que los denunciantes se encuentran en el anonimato por miedo a perder su empleo, pero que “exigen que el alcalde y funcionaria que expliquen a las autoridades si tienen los permisos correspondientes”. Por otro lado, el medio indica que la funcionaria ha estado implicada en otros casos de maltrato animal y falta de atención adecuada al zoológico a su cargo.

Las primeras imágenes corresponden a unas del Parque Tizimín, y en ellas puede observarse a los ejemplares de Xoloitzcuintle en cautiverio y, a partir del  minuto 00:52, al venado cola blanca en un espacio del predio, que, por cierto, también es utilizado como bodega para materiales de construcción comercializados por una marca de la que Suremy Castro es dueña.

Uno más…

Otro caso reciente es el de la muerte de algunas aves  este lunes. Medios estatales informaron que dos pavorreales y dos pavos de monte perdieron la vida tras ser atacados por perros callejeros en el Parque.

“En total fueron cinco los perros callejeros que ingresaron al zoológico, los cuales escarbaron por debajo de las mallas y se metieron a las áreas de los pavos de monte y los pavorreales”, declaró Alfredo Tun Kinil, veterinario del zoológico, al Diario de Yucatán.

El hecho se supo por una publicación difundida por el usuario Serge Domínguez, en su cuenta de Facebook que denunciaba: “Esta tarde, lo que era un paseo con nuestros amigos coreanos, se convirtió en un paseo de terror, pareciera que ‘Jack el Destripador’ pasó por Tizimín… Pero no fue así amigos, sino el ataque de tres perros, que acabaron con dos pavos de monte y tres ejemplares de pavo Real, dos de ellos con las entrañas al aire y aún con vida. Hasta el momento de retirarnos de nuestro paseo, elementos de la policía municipal y elementos de la SSP [Secretaría de Seguridad Pública] ya habían capturado a dos perros causantes de estos actos”.

Como respuesta a la publicación, el comentario de un usuario, de nombre Alejandro Mana, sugirió que las aves habían sido donadas al zoológico con el fin de tener un mejor cuidado. Mana, comentó: “No mamen. Mira, Francisco Garcia Flores, cómo acabaron mis pavos de monte. Arrepentido estoy de haberlos dado al zoológico. Estaban mejor en mi casa”.

¡El colmo!

El día de ayer, una Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre ubicada en Buctzotz, donó al Parque Zoológico La Reina de Tizimín, “una pareja de avestruces, un mapache, seis pavorreales (uno blanco), una codorniz, una gallina guinea, un faisán chino, un perdiz, un mico de noche y tres chachalacas”, reportó El Diario Yucatán, al que Suremy Castro declaró:

—Ahí no tenían las condiciones para seguir alimentando a los animales, de modo que avisaron a la Profepa y a la Semarnat [Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales] y como este zoológico tiene las condiciones para recibir a los animales, los trajimos acá. [Y con relación a los hechos recientes de la muerte de unas aves] hay que recalcar que esto no fue negligencia del personal, enfatizó.

 

*SinEmbargo buscó la versión de la Directora del Zoológico, pero personal del Ayuntamiento de la localidad indicó que estaba muy ocupada atendiendo cuestiones laborales y no tenía tiempo disponible para tratar el tema.