México, 13 Nov (Notimex).- La retinopatía diabética es la principal causa de ceguera no reversible en adultos en edad activa, por lo que es necesario que a los afectados se les de apoyo para evitar que caigan en depresión y ansiedad, indicó la especialista del Consejo Optometría México, Nancy Sol Espíndola Romero.
En un comunicado, la optometrista dijo que es común que a la consulta lleguen pacientes con pérdida visual o daño severo de campo visual periférico, lo que limita su movilidad y afecta su independencia.
“En estos pacientes, el manejo de la visión baja debe ser enfocado en la evaluación de la visión funcional residual y no en el porcentaje de visión perdida. Debemos enfocar la valoración de la función visual con el propósito de mejorar la eficiencia de la misma”, indicó la especialista.
“Para ello, requerimos de material especializado, por lo que es necesario canalizar con el especialista en baja visión, quien se encargará de aplicar diversas pruebas de gabinete”, agregó.
Con base en esos resultados, puntualizó, se identifican las necesidades del paciente y se ofrecen diferentes herramientas entre las que destacan las lentes microscópicas, lupas de bajo poder, pisapapeles con y sin luz.
También, aplicaciones magnificadoras, contraste y parlantes para celulares, tabletas y computadoras, así como magnificadores y lupas electrónicas.
Las áreas que abarca la rehabilitación visual básica son: terapia visual, estimulación temprana, entrenamiento en uso de ayudas ópticas, asesoría en orientación y movilidad, independencia en desplazamiento y en actividades de la vida cotidiana, así como asesoría a padres, familiares y cuidadores.
Ante este panorama, los profesionales de la salud deben guiar el cambio en los comportamientos de los pacientes relacionados a su dieta, actividad física y el monitoreo de sus niveles de glucosa.
Además, los pacientes deben cumplir con el tratamiento farmacológico y aprender sobre las complicaciones de la enfermedad para que logren un buen nivel de adaptación psicosocial.
De acuerdo con cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México ocupa el primer lugar en prevalencia de diabetes mellitus en la población de entre 20 y 79 años.
Según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, se estima que esta enfermedad afecta a 9.2 por ciento de la población en México.
