Mérida es una ciudad generosa por la abundancia de sus recursos naturales, por su gente que se caracteriza por su calidez y sin duda porque que resguarda las maravillas y secretos de una cultura sabia y milenaria: la maya.
Esta ciudad con un clima benévolo la mayor parte del año, fundada en la parte septentrional de la Península de Yucatán sobre vestigios de un antiguo asentamiento maya conocido como Ichcaanziho (Cinco cerros), se distingue también por sus tradiciones, gastronomía y sobre todo una belleza arquitectónica destacada que se funde entre la magia del pasado y la modernidad del presente.
Por lo anterior y de forma breve hemos enlistado tan sólo 5 razones (de muchas) para visitar este bello lugar.

 Riqueza arquitectónica
La belleza arquitectónica de la ciudad de Mérida no puede pasar desapercibida. Dividida en cinco períodos: colonial, porfiriato, post-revolucionario, moderno y contemporáneo, cada uno con estilos y características propios responden a los requerimientos de su época.

El período colonial (1542, año de la fundación de Mérida hasta el segundo tercio del siglo XIX) se apegó a las normas de urbanidad de esa época en España. Las construcciones representativas del siglo XVI es el Convento Franciscano, Iglesia de San Juan de Dios, la Casa de Montejo y la Catedral por mencionar algunos.

Durante el período del Porfiriato se inicia la construcción del Paseo de Montejo, en el que destacan las aceras arboladas para el tránsito peatonal, glorietas para monumentos y fuentes, amplios arroyos para circulación vehicular y empleo de camellones centrales, así como viviendas con amplios jardines al frente y a ambos lados.

Período Post-revolucionario(desde 1915 hasta 1940): durante este período surgen en Yucatán manifestaciones arquitectónicas que no alcanzaron una aceptación generalizada por parte de la sociedad yucateca.  Construcciones representativas: Sanatorio Rendón Peniche (1919), la Casa del Pueblo (1928), el Diario de Yucatán (1933).

Período Moderno (de 1930 a 1970): el movimiento moderno surge a nivel internacional como un movimiento de oposición que desafió el orden cultural de la burguesía y la falsa normatividad de su historia.

Su ideología estilística defiende la forma abstracta y funcional, la integración armoniosa, la simplicidad, la antimemoria histórica, la tecnología y la estructura.  Construcciones representativas: La Nacional (1936), el cine Mérida, el cine Rex, Facultad de Medicina (1952), Exhospital Psiquiátrico.

Período Contemporáneo (1970 a la actualidad): en las últimas dos décadas han aparecido paulatinamente en la escena urbana edificaciones con características arquitectónicas que corresponden a los estilos Postmoderno y Tardomoderno.

Postmoderno. Este surge en el ámbito internacional desde 1960 manejando un doble código, la mitad moderno y la otra mitad de índole diferente, casi siempre con carácter histórico tradicional. Construcciones representativas: Torre Confía, centro comercial Ace Hardware, centro comercial Interceramic, Hotel Hyatt.

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 “Noches de Kukulkán”
Mérida es un lugar dispuesto a compartir todas sus riquezas y por primera vez, a partir de este período vacacional de diciembre, abre las puertas a sus visitantes de la zona arqueológica de Chichen Itzá a un impresionante espectáculo nocturno de luz y sonido: “Noches de Kukulkán”, que narra visualmente de la deslumbrante civilización de la América precolombina, la maya.

Así, sobre la pirámide o templo de Kukulkán puede apreciarse una enorme y floreciente ceiba, el descenso digital de la Serpiente Emplumada, el juego de pelota donde el perdedor era decapitado y la profundidad del inframundo lleno de calaveras.

En 1988, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), declaró a la ciudad maya de Chichén Itzá como Patrimonio de la Humanidad. Casi 20 años después, el cineasta suizo Bernard Weber convocó por medio de la New Open World Corporation una «elección global» (esto es, basada en internet y en la que teóricamente cualquiera con acceso a la red podía votar) para elegir a las Nuevas maravillas del mundo, resultando electo el templo de Kukulkán desde el 7 de julio de 2007 como una de las “Nuevas 7 maravillas del mundo contemporáneo”. Cabe mencionar que fue esta estructura – y no el sitio arqueológico en su totalidad – la que resultó ganadora.

El espectáculo será gratuito durante los primeros seis meses, siempre y cuando los visitantes pernocten un día en Chichén Itzá. “Noches de Kukulkán” ofrece dos funciones: 7 y 9 de la noche. El espectáculo “Noches de Kukulcán” que dura menos de 30 minutos ofrece dos funciones: 7 y 9 de la noche.

Más información: http://yucatan.com.mx/merida/turismo/asi-luce-noches-de-kukulcan-en-chichen-itza#sthash.ERQD7Saw.dpuf

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 Izamal, Pueblo Mágico
Tan sólo a una hora de Mérida aproximadamente se encuentra Izamal, una ciudad fundada a mediados del siglo XVI sobre los vestigios de una antigua ciudad maya. Su nombre se debe a Zamná (“rocío del cielo”), un personaje de origen mítico considerado por los mayas como instructor y maestro. Este pueblo mágico que fue declarado como tal, es una hermosa ciudad colonial de 20 mil habitantes aproximadamente donde sus edificaciones, la mayoría de una planta, están pintadas de un color amarillo muy peculiar.

El atractivo principal es el conjunto Conventual de Nuestra Señora de Izamal levantado sobre las ruinas de un adoratorio maya llamaudo Pa-hol-chac.

Este lugar, en 1993, recibió la visita del Papa Juan Pablo II que ofició una memorable misa en el gran atrio que antecede al tempo de la Purísima Concepción y el ex Convento de San Antonio de Padua.

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 Gastronomía
La cocina tradicional yucateca deriva básicamente de la cultura hispana y la cultura maya. El gusto exquisito que la caracteriza depende, precisamente, de la combinación de recetas e ingredientes que le dan origen. Su sabor típico es reconocible en todo México por la predominancia de los condimentos fuertes empleados en su sazón. El maíz es también componente esencial de la comida yucateca, y se consume abundantemente. La sopa de lima, el papadzul y los huevos motuleños, son platillos cocinados con tortilla frita, y el panucho o el dzotolbichay, se preparan con masa.

La carne de pavo, excepcionalmente empleada en Yucatán, es también ingrediente básico en una gran cantidad de suculentas recetas tradicionales.

La ciudad de Mérida cuenta con infinidad de restaurantes en los que es posible degustar toda clase de comidas, desde las más elementales y económicas, hasta las más sofisticas, y hay cada vez mayor número de establecimientos de cocina gourmet internacional donde destacan chefs como David Zetina, Christian Bravo, Roberto Solís, entre otros.

Una visita obligada es al Mercado Lucas de Valdéz donde sin duda se puede dar idea de la gran diversidad de ingredientes locales y frutas exóticas que existen en la región. Este centro de distribución de alimentos nació alrededor de 1884. Se levantó un simple cobertizo y techumbre de lámina galvanizada, compuesto de tres galerías, rodeado de arquerías y un barandal.
Se inauguró el 16 de septiembre de 1887 con el nombre de mercado Lucas de Gálvez.
Más tarde, fue demolido para construir en su lugar otro mercado más amplio de mampostería y techo de lámina que fue inaugurado en 1909 y a su vez fue demolido en 1948 para ceder su sitio al actual mercado.
En éste se pueden adquirir todo tipo de alimentos, frutas, verduras, carnes, aves, pescados, etc., así como también artesanía, joyería, zapatos y un sin fin de artículos.

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 Celestún “Espanto de piedra”
Este afamado santuario de pájaros ofrece un paisaje excepcional que forma parte del patrimonio mundial de la reserva especial de la biósfera del mismo nombre está ubicado en la costa oeste de Yucatán, a tan sólo 92 kilométrps de la ciudad de Mérida.

Celestún alberga miles de flamingos rosa y otras aves exóticas siendo la mejor vista es por la mañana pues se pueden rentar botes y aventurarse en el pacífico estuario. Este lugar tiene una superficie de 59,139 ha., y una longitud de 21 km., declarado oficialmente refugio faunístico desde el año de 1979.
Entre sus atractivos naturales se encuentran, al oriente el manantial Baldiosera donde se puede nadar y bucear; también está el manantial Cambay que es un ojo de agua dulce, y finalmente está Tambor, donde el principal atractivo es el Flamenco rosa o caribeño, única población conocida en América del norte y que tiene a la Ría de Celestún como punto de alimentación y descanso; los flamencos de Celestún son los más rosas de todo el mundo, debido a la concentración de caroteno en el agua. Se pueden observar en su ecosistema natural a bordo de lanchas guiadas por lugareños.
Al este se encuentra el rancho Real de Salinas, antiguo emporio de la extracción de sal. También cuenta con el extraordinario bosque petrificado de nombre Tampetén y Punta Ninum, donde abundan almejas y camarones miniatura.
A la orilla del recorrido se puede encontrar con gran diversidad de flora y fauna de especial belleza, patos que emigran desde Canadá, y que llegan a la ría en los meses que van de diciembre a marzo, gran variedad de peces, pelícanos, garzas, albatros y otras aves acuáticas que habitan en un ecosistema de selva baja caducifolia y sabana tropical.
Aquí se pueden observar, además, 234 especies de mamíferos diferentes que habitan en la ría, entre los principales están el ocelote, jaguar, tigrillo y el mono araña, que son consideradas especies en peligro de extinción junto con tres especies de tortugas marinas y dos de cocodrilos. Sus habitantes se han dedicado siempre a la pesca (mero, cazón, corvina, pámpano, pulpo y otras muchas) y a la explotación de salinas.
A 31 km. al norte de Celestún, por un camino costero de terracería, se ubica El Palmar, una de las más importantes reservas ecológicas, donde viven aves acuáticas migratorias como el pato canadiense, y es un destino ideal para la práctica del ecoturismo. Otro importante atractivo es su enorme faro, considerado el de mayor altura en el Estado.