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La vaquita marina se dirige a una pronta extinción si no se toman medidas drásticas, denuncian ONGs

14/05/2016 - 4:47 pm

Un estudio realizado por el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita arrojó que la población de la masorpa más pequeña del mundo  ha disminuido de forma alarmante, pues se estima que sólo sobreviven 60 ejemplares en todo el mundo. Activistas destacaron que las acciones del Gobierno federal para proteger a la vaquita no han sido efectivas y pidieron se prohíba prácticamente toda la pesca comercial en esa zona del golfo de California.

En 2012 quedaban 200 vaquitas y en julio de 2014, mes en el que los expertos del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (Cirva) publicaron su último reporte, sólo calcularon 97 ejemplares. Foto: Greenpeace.
En 2012 quedaban 200 vaquitas y en julio de 2014, mes en el que los expertos del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (Cirva) publicaron su último reporte, sólo calcularon 97 ejemplares. Foto: Greenpeace.

Ciudad de México, 14 mayo (SinEmbargo/AP).–  Los científicos están advirtiendo que la población de la vaquita marina en México, la marsopa más pequeña del mundo, ha disminuido a niveles alarmantemente bajos y se dirige a una pronta extinción si no se toman medidas drásticas.

Un estudio del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA) encontró que en diciembre de 2015 había probablemente sólo alrededor de 60 de estas tímidas y esquivas criaturas en la parte norte del Mar de Cortés, el único sitio donde se encuentran.

Las vaquitas están amenazadas principalmente por la pesca con red del pez totoaba, otra especie en peligro de extinción que es capturada en la misma zona y codiciada por su vejiga natatoria, considerada un manjar en China.

El estudio realizado empleó un equipo de botes y dispositivos acústicos para detectar los sonidos y chasquidos de las marsopas. Un científico que participó lo describió como escuchar en una sala llena de gente aplaudiendo, para luego ir escuchando cada vez menos aplausos conforme disminuía la población.

Los resultados del estudio fueron publicados la tarde del viernes por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales de México.

El sondeo anterior, realizado en 2014, encontró poco menos de 100 vaquitas. La cifra ha caído un 92 por ciento desde 1997.

“Vemos a esta preciosa especie nativa desaparecer ante nuestros ojos”, dijo Lorenzo Rojas-Bracho, presidente de la comisión y codirector científico del estudio.

Incluso después de concluir el último estudio, la Sea Shepherd Conservation Society ha encontrado tres vaquitas marinas muertas en tres semanas durante marzo, lo que hizo temer a algunos expertos que la cifra de ejemplares vivos pueda ser aún menor.

“Encontrar tres vaquitas en tres semanas es encontrar una vaquita muerta por semana”, explicó la capitán de Sea Shepherd Oona Layolle. “Si vemos el ritmo al que se ha matado a la población devaquitas y la intensidad de la actividad ilegal por la noche, es muy probable que queden menos de 30 vaquitas. Si seguimos perdiéndolas a este ritmo, estarán extintas para el próximo diciembre”.

Otros presentaron una perspectiva algo menos sombría, aunque sí describieron la situación como crítica.

Omar Vidal, de la oficina en México del World Wildlife Fund, dijo que probablemente queden menos vaquitas de las 60 identificadas por el estudio.

“Creo que aún es posible salvar a la vaquita, pero claramente ésta es nuestra última oportunidad”, dijo Vidal. “Los gobiernos de México, Estados Unidos y China deben tomar medidas urgentes y coordinadas para detener la pesca ilegal, el tráfico y el consumo de productos de totoaba. Al final, si la vaquita se extingue será de forma inevitable una responsabilidad compartida entre los tres países”.

Las vejigas secas de totoaba suelen enviarse de contrabando a China a través de Estados Unidos.

Vidal pidió al gobierno mexicano que prohíba prácticamente toda la pesca comercial en esa zona del golfo de California. La marina y las autoridades medioambientales mexicanas patrullan ahora la zona, pero algunos pesqueros legales podrían estar colocando redes clandestinas para capturar totoabas.

En abril de 2015, las autoridades mexicanas anunciaron un plan de 70 millones de dólares para prohibir el empleo de redes de enmalle de fondo en el mar de Cortés. El plan prometía compensaciones a los pescadores por no utilizar estas redes y les ofrecía otras más seguras.

Sin embargo, el plan no ha sido efectivo, por motivos que van desde el económico —una vejiga de totoaba se puede vender por 5.000 dólares en Estados Unidos y el doble en Asia— a la ineficacia del programa de compensaciones. Algunos señalan que podría haber grupos criminales implicados en el comercio ilegal.

Por su parte, durante la séptima reunión deCIRVA, el secretario mexicano de Medio Ambiente, Rafael Pacchiano, dijo lamentar la muerte de las tres vaquitas encontradas este año. Pidió reforzar la protección a la especie e instó a los pescadores a informar de actividades ilegales.

Pacchiano también destacó que la autoridad federal “está convencida de que la estrategia contribuirá a la conservación de la especie y a evitar su extinción, por ello se trabaja de manera coordinada y comprometida para impedir la pesca ilegal de totoaba en la zona de resguardo, además de combatir el tráfico ilegal de especies marinas protegidas y la presencia  de grupos de la delincuencia organizada relacionados con esta actividad”.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) reiteró, a través de un comunicado, “la alta prioridad que tiene el Gobierno de la República en la conservación de las especies y sus ecosistemas, así como en desarrollo de la pesca sustentable. Así mismo, manifiesta su disposición a analizar las recomendaciones que emita el CIRVA para fortalecer el desempeño de la estrategia integral para recuperar a la vaquita marina”.

Alejandro Olivera, del Centro de Diversidad Biológica, indicó que gran parte del problema son los 800 pesqueros o más que capturan corvina de forma legal en el área. Algunos pescadores de totoaba parecen haberse ocultado entre esos botes, o algunos botes de captura de corvina podrían haber colocado las redes de enmalle de fondo que atrapan al totoaba.

Olivera señaló que también se ha producido una gran desigualdad en el reparto delos fondos de compensación del gobierno por no colocar las redes de enmalle. La mayoría de los 2.700 pescadores locales recibieron sólo entre 220 y 440 dólares mensuales, mientras que un puñado recibió hasta 63.000 dólares, según documentos a los que tuvo acceso a través de una solicitud de libre acceso a la información.

Si las autoridades no logran frenar el declive de la vaquita, corre el riesgo de convertirse en el quinto mamífero marino extinguido en tiempos modernos, según la World Wildlife Foundation.

La vaca marina de Steller desapareció en 1768, la foca monja del Caribe en 1952, el león marino japonés en 1970 y el delfín chino de río en 2006.

Aunque la captura y la cría en cautividad siguen siendo un posible último recurso, nadie ha logrado mantener con vida una vaquita en cautividad, mucho menos reproducirla.

Los activistas señalaron que la extinción también podría acabar con el efecto de protección que las carismáticas marsopas tienen sobre el hábitat en el que viven.

“Cuando la vaquita haya desaparecido, probablemente la protección terminaría”, señaló Vidal. “La vida marina que quede —el totoaba, el camarón, la corvina, los tiburones, las tortugas marinas— seguirán el mismo camino”.

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